Pentavocalismo. Leyendo se entiende la gente
(Continuación) Sin embargo, vuelvo al significado del término pentavocalismo, le decía que hay aspectos que no quedan explicitados en su definición, existiendo por tanto varias controversias de las que le afirmaba iba a exponer algunas. Y así, por ejemplo, unos expertos añaden una condición ortográfica, la de que las cinco vocales no se pueden repetir, es la más frecuente y por la que se excluirían de la primera ristra aceitunero, albaricoque y escapulario por contener en estos casos dos veces la vocal “e” y “a”; y de la siguiente entrega nonagesimocuarta, descuartizando y abaniqueo. Por cierto, como ya se habrá percatado, ni pentavocalismo ni sus derivadas panvocálica, pentavocálica o pantavocálica lo son por razones obvias.
Algunas condiciones limitantes (2). Otros añaden una condición fonética, no tan frecuente como la ortográfica, por la cual las cinco vocales deben sonar al pronunciar la palabra lo que excluiría, ahora por este motivo, las anteriores albaricoque, dominguera, enronquecía, abaniqueo y arquitecto que incluyen la “u” como elemento de los dígrafos gu- o qu-, pero sin realización fonética al representar los fonemas /k/ y /g/ ante las vocales “e” “i”. Además, claro, de las añadidas arquetipo, aguerrido, milonguera, barquillero, enronquecía o reconquista. En esta misma línea limitante también podría discutirse sobre las palabras en las que “i” y “u” no son vocales propiamente dichas, sino semivocales o semiconsonantes que forman parte de un diptongo. En fin. Haciendo trampas como en los solitarios de las cartas, algunas listas pentavocálicas presentan lo que algunos consideran falsos pentavocálicos como: a) algunas formas verbales, en puridad sólo deberían aceptarse los infinitivos y participios usados como adjetivos, del tipo: denunciando, preludiaron, repudiando; b) plurales: adulterios, encubridoras, numerarios, auditores; diminutivos de sustantivos y adjetivos: abuelito, cuadernillo; nombres propios compuestos: Julio César; uniones de nombre y apellido: Jesús Molina, Julia Roberts, perdón, o Martín Lutero. Sin duda, estas palabras que nos traen representan un interesante desafío lingüístico y son un claro ejemplo del potencial creativo y la versatilidad de nuestro idioma.
Curiosidades panvocálicas. En el blog ‘solosequenosenada.com’ se afirma haber rastreado hasta 42 266 palabras en español conteniendo las cinco vocales, de modo que el nombre del mamífero nocturno, insectívoro y volador del principio no es la única palabra con esta característica, aunque él si es el único nombre de animal (fauna) que posee esta singularidad ortográfica; en contrapartida, si nos trasladamos al mundo vegetal (flora) tenemos voces como orquídea o eucalipto. También se explica en él que no hay términos en español que incluyan las cinco vocales en orden (aeiou) y sin repetir ninguna, aunque en el DLE de la RAE entre otras he encontrado a vuelatecla adenovirus y Pandemonium así que no sé qué decirle.
En sentido inverso (uoiea) me he topado con sudorífera o sudorienta y dentro del vasto abanico de estas particulares y raras palabras, la mayoría de ellas son comunes como aperturismo, ecuación, neumático, subdirectora, maniqueo, educación o muestrario; o antropónimos, nombres propios de personas (del griego ánthropos, hombre), como Eufrasio, Eulalio, Eulogia, Laudelino o Eufrósina; o apellidos como Baqueiro, Figueroa, Vaquerizo u Orihuela de origen toponímico; o gentilicios como el ficticio borinqueña y el real bielorrusa; y topónimos (del griego tópos “lugar”) como Orihuela, Bielorrusia, Fuengirola o Castilnuevo. Es decir, que a la vista de lo visto son aceptables las formas nominales en femenino y los nombres propios simples.
Combinatoria panvocálica. Con el doble requisito de estar las cinco vocales, ninguna repetida, en cualquier orden y considerando solo las vocales -con la participación de las consonantes el problema se complica algo- entonces, ¿cuántas respuestas tendríamos? En este caso tenemos una primera respuesta desde el campo de la lógica, pues al principio habrá cinco vocales para la iniciar la respuesta; después dispondremos de cuatro para continuarla, después de tres y así sucesivamente hasta que nos quede una. Desde las matemáticas bachilleras la respuesta nos la da la teoría combinatoria y su valor se correspondería con el de factorial 5, o sea 5! = 5 · 4 · 3 · 2 · 1 = 120.
Es decir alrededor de un centenar y cuarto de combinaciones diferentes de estas cinco letras del alfabeto: aeiou, eaiou, iouae, oieau, ueaio, aeiuo, … Ni que decir que si incluimos las consonantes el resultado se dispara a miles de términos pentavocálicos.
Lucía y el murciélago. Es (casi) inevitable que traiga a este negro sobre blanco un falso sucedido, hasta donde me consta de hace una década; un bulo según el cual la escritora Lucía Echevarría (1966) habría dicho que en español sólo hay una palabra con las cinco vocales y esa era murciélago. Ni que decirle que el desmentido de la escritora y la total ausencia de la más mínima prueba grabada al respecto no han impedido la pervivencia de esta leyenda urbana desde entonces. Ya sabe cómo funciona Internet, la memoria infinita de Google y la capacidad de difusión de las redes sociales. (¿Continuará?)
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FUENTE: Enroque de ciencia
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