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Carlos Roque Sánchez
Sábado, 31 de Agosto de 2024

Curiosidades del lenguaje. Pentavocalismo

[Img #232794]Jugando que es gerundio. De adolescente nuestros padres solían jugar a veces con nosotros utilizando para ello adivinanzas y acertijos como aquellas de “Oro parece plata no es” o “Dime un animal, o un nombre de persona, o un objeto o lo que sea que contenga las cinco vocales”, conscientes de que este juego con las cinco vocales era un ejercicio que estimulaba nuestra creatividad. Y por la calle, de camino al colegio, nos gustaba a veces buscar matrículas de vehículos que sumaran veinte (20) o que fuesen capicúas, ya, lo sé suena raruno, pero es que le hablo de cuando en Sevilla éstas iban encabezada por SE- y le seguían cinco o seis dígitos; bien es verdad que eran otros tiempos y por ende otros niños. Centrándome hoy en el acertijo de las vocales recuerdo que eran recurrentes por nuestra parte las respuestas murciélago, Aurelio, dominguera, aceitunero, albaricoque, escapulario, arquitecto la mayoría de ellas inducidas por mi padre y más o menos cercanas a nuestro entorno social y familiar.

 

Aprendiendo a aprender. Pero lo que no sabía por aquel entonces, o no lo recuerdo así, es que a esas palabras se las denomina académicamente panvocálicas, pentavocálicas o pantavocálicas, es decir que contienen las cinco vocales; etimológicamente proceden del prefijo pan- de origen griego que significa “todos”, y del prefijo penta- también de origen griego que significa “cinco” y por lo que sé, en este aspecto existe consenso entre los eruditos de la cosa. Por cierto, no busque ninguno de estos términos en el DLE (Actualización 2023) que no están, curiosamente la Real Academia Española no los reconoce, ni a sus definiciones, aunque sí podrá encontrar a los dos primeros, por ejemplo, en el Diccionario del español actual (1999) de Manuel Seco, Olimpia Andrés y Gabino Ramos. Curiosamente los lingüistas, que denominan heterograma a las palabras que no tienen una sola letra repetida, reconocen la existencia de la voz adulterinos, heterograma pentavocálico, y que El Diccionario de uso del español (1966) de la bibliotecaria y lexicógrafa española María Moliner (1900-1981), recoge “se aplica particularmente al hijo que procede de adulterio”. Donde no terminan de ponerse de acuerdo los estudiosos de la lengua es en cuáles son estas palabras panvocálicas, pues hay controversias debido a los detalles. Y ya sabe que en estos casos hay que ser especialmente cuidadoso y tener precaución ante todo pues, no en vano, según dicen, tras ellos están ora Dios ora el diablo, dependiendo de quien la pronuncie.

 

“Dios (o el diablo) está en los detalles”. Obviando alguna que otra referencia religiosa y literaria como la de finales del siglo XVI, “El mismo diablo citará las sagradas escrituras si viene bien a sus propósitos” como se dice en el 1.º acto de la III escena de El Mercader de Venecia (1596-97) de William Shakespeare, el Bardo de Avon o simplemente el Bardo. Obviando le digo, en un principio la frase es del escritor francés Gustave Flaubert (1821-1880), “Le Bon Dieu est dans le détail” y no es que fuese a finales del XIX el hombre un moralista precisamente, no. Una expresión que en realidad se hizo famosa cuando un siglo después la inmortalizó el arquitecto minimalista germano-estadounidense Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969), una máquina de remachar frases lapidarias oiga, bajo la forma ‘Dios está en los detalles’. Y que con el tiempo se hizo popular, pasando a ser un refrán, sobre todo en el mundo anglosajón, con una diferencia más que significativa pues hacía protagonista al mismo diablo, “El diablo está en los detalles”, pero esta es otra historia que habrá que contar en otro momento porque ahora mismo me ha surgido una duda ¿Quién está en los detalles, Dios o el diablo?, lo pregunto porque a mi, más que prescindible, entender la diferencia no es menor, mas qué sabré yo que solo soy un químico.

 

Algunas condiciones limitantes (1). Ahora voy al detalle pentavocálico pues si bien todos los exégetas de la cosa coinciden en que estas palabras son aquellas que contienen las cinco vocales -de las que usted es más que probable y a poco que se ponga, recuerde muchas si sobrepasa ya el medio siglo de vida- sin embargo, hay aspectos que no quedan explicitados existiendo varias controversias de las que le expongo algunas a continuación. Pero antes, vayan como una nueva remesa: cuestionar, arquetipo, secundario, aguerrido, auténtico, milonguera, reconstructivas, barquillero, vestuario, enronquecía, cuadernito, nonagesimocuarta, refugiado, descuartizando, luteranismo, abaniqueo o reconquista. Algunas de las cuales mis hermanos y yo descubrimos buscándolas entre las páginas del diccionario de casa, una actividad que mis padres propiciaban con cualquier motivo y pretexto; de esa manera surgieron: Mozambique, colonizado por Portugal en 1505 e independizado en 1975 como República Popular de Mozambique; euforia, esa emoción intensa que nos embarga de alegría y excitación; o hipotenusa, término geométrico donde los haya con sabor a escuela, que alude al lado más largo del triángulo rectángulo según un tal Pitágoras o eso dicen. (Continuará)

 

CONTACTO: [email protected] 

FUENTE: Enroque de ciencia

 

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