Las molestias que la vaqueriza situada en la avenida de La Matea vienen ocasionando a los vecinos que tienen sus viviendas en esta zona de Rota podrían acabar pronto una vez que el Ayuntamiento ha dado un plazo de un mes para que el titular de la misma desaloje el ganado allí existente y proceda al cierre de la instalación.

Una medida de la que ya han sido informados los vecinos y el propio Defensor del Pueblo Andaluz al que los residentes en la zona han acudido con varias denuncias por la situación que venían soportando, principalmente, por los malos olores concentrados  por las defecaciones y orines de las vacas, así como la proliferación de toda clase de  insectos.  En más de una ocasión, los presidentes de las diferentes comunidades de propietarios de la avenida de La Matea han dirigido denuncias solicitando el desalojo de la vaqueriza y la necesidad de regularizar la actividad desesperados ante las consecuencias negativas  de tener este tipo de actividad ganadera frente a sus casas.

Fue en marzo de 2015, cuando se acordó en junta de gobierno la suspensión de la actividad ejercida sin licencia, a lo que el titular de la vaqueriza contestó interponiendo un  recurso de reposición contra el citado acuerdo del gobierno municipal. Posteriormente, cuando en agosto de 2015 se desestima el recurso de reposición, en diciembre de ese mismo año, el propietario acude al contencioso administrativo con un recurso contra este último acuerdo por lo que de momento, está en curso el proceso judicial para resolver la situación.

Aún así, el Ayuntamiento de Rota a principios de este mes de junio, según ha podido saber Rotaaldia.com, ya ha dado un ultimátum al titular de la vaqueriza al que requiere que en el plazo de un mes máximo, comience el desalojo del ganado  y proceda al cierre de las instalaciones. En caso de no hacerlo, será el Ayuntamiento el que actúe de forma subsidiaria, es decir, con cargos al propietario y comience a desmantelar las instalaciones ganaderas. Además, el Consistorio ha denegado licencias de obras solicitadas por el titular de la vaqueriza para la construcción de una balsa de purines basándose en el informe técnico que indica que no es compatible esta actividad con el planeamiento urbaníastico vigente en la localidad, por lo que en realidad, la actividad tendría serias dificultades para seguir.

Con esta medida, los problemas provocados por la existencia de la vaqueriza podrían tener un fin pronto y la demanda vecinal vería por fin respuesta  tras varios años de quejas y denuncias.