NOS DEJÓ EL HAMBRE, SE LLEVÓ EL PAN



 
La semana pasada, el Presidente del Banco Santander, Emilio Botín, saltaba a los medios de comunicación con unas declaraciones “altamente optimistas” sobre la situación económica de nuestro país. Decía, más o menos en estos términos, que “todo el mundo tiene interés en invertir en España; que llega el dinero a través de la Bolsa y a la inversión en Deuda Pública”. “Vivimos un momento fantástico para España, llega dinero de todas partes”, pronunció en el mismo evento.

Puede que para el señor Botín la Economía Global no tenga secretos y será, no lo dudo, un experto en esto de las Finanzas Internacionales. Pero, desde la misma forma, estoy convencido de que este señor vive en un mundo diferente de la inmensa mayoría de los españoles. Él no sabe de crisis y estrécheses económicas, de apretarse el cinturón, ni de cómo se llega a fin de mes con menos de mil euros. Necesita hacer un master en este sentido. Un master sobre la realidad de sus compatriotas.

Por otra parte, ha obviado que a nuestro país han llegado muchos fondos buitres e inversores que están comprando a precio de saldo.

Será verdad que los inversores otean ya el inicio de la recuperación. Aunque los datos reales de nuestra economía, de la economía real, la del día a día, la que percibe y sufre en sus carnes las familias españolas, es muy diferente a los datos macroeconómicos. A saber:  crecimiento cero de nuestra economía, veinticinco por ciento de tasa de desempleo, cien por cien de la Deuda Pública con relación a nuestro Producto Interior Bruto (o lo que es lo mismo, a nuestra riqueza), pobreza severa que no deja de aumentar (Cáritas la sitúa en tres millones de españoles)...

Ante el contraste de los datos macroeconómicos y los datos de la realidad social y económica de los españoles, la pregunta que se nos puede ocurrir es cuándo veremos reflejado estos datos en nuestras vidas. ¿Cuándo va a llegar la recuperación económica al colectivo al que alude Cáritas?

La realidad es la qué es y los datos no la pueden maquillar. A partir de ahora, los gobiernos del PP, en todas los ámbitos públicos (Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Gobierno de la Nación) tratarán de vender el mensaje de que la situación ha mejorado sustancialmente e, incluso, “jugarán” con las sensibilidades del personal mandando “recados” como la bajada de impuestos. ¡Ojo con este tipo de mensajes! ¡Valoremos la cuantía de lo que “nos ofrecen”! Para muestra, un botón. Calculemos lo que supone una subida del cero veinticinco por ciento en la subida de las pensiones. Para una pensión media de 700 euros mensuales, tal subida no llega a los dos euros mensuales. Concretamente, estamos hablando de 1,75 euros al mes, o lo que es lo mismo, poco más de 20 euros al año. Esa ridícula cantidad “se la llevará” el primer recibo de la luz. ¡Ojo con los mensajes demagógicos electoralistas! Las próximas convocatorias electorales están “al caer”. Tratarán de vender el mensaje de la recuperación. Miren a su alrededor y sean críticos. No se dejen embaucar tan fácilmente.

La realidad nos dice que hemos vuelto al poder adquisitivo de hace diez años. Mientras tanto, el nivel de vida ( el IPC para los expertos como el señor Botín) se ha duplicado. Los sueldos se han recortado en una década. Por lo tanto, el consumo se ha contraído. Esta contracción en el consumo ha llevado a muchas empresas a cerrar o a despedir parte de su personal. Esa es la realidad.

Hemos vuelto a la España del blanco y negro, la del Auxilio Social de la posguerra. En Rota, nuestro Ayuntamiento ha puesto en marcha un Comedor Solidario que no tiene visos de cerrar, desgraciadamente.

No sé si el señor Botín está enterado de que en España, su país y el nuestro, muchas familias mal viven con cuatrocientos euros al mes y que para el próximo ejercicio, si las cifras del paro se mantienen en los parámetros actuales, muchas personas dejarán de percibir ningún tipo de prestación.

No sé que pensará el ciudadano de a pie cuando oye decir al Ministro de Hacienda, al Presidente del Gobierno y a personajes como el señor Botín que “ya se ve la luz al final del túnel”.

Nada volverá a ser como antes para los ciudadanos de a pie.
No hace falta más que mirar los efectos de la Reforma Laboral auspiciada por el Partido Popular en el Gobierno de la Nación. Los contratos precarios prevalecen y los salarios han disminuido. Asunto este último, la bajada de los salarios, que no consigue poner de acuerdo al Ministro de Hacienda y al Presidente del Gobierno. Uno expresa que han crecido moderadamente y Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno, “invita” a la inversión extranjera en nuestro país merced a la bajada en los salarios.

Cuando nuestros nietos estudien en los libros de Historia esta etapa de nuestra vida que estemos viviendo, recordarán que la clase trabajadora, la clase media, sufrió en sus carnes los mayores recortes sociales conseguidos décadas atrás. Recordarán que sus abuelos, nosotros, perdimos unos derechos conseguidos durante muchos años y muchas “batallas” en tan solo unos pocos de años. El período que duró la crisis económica-financiera iniciada en la primera década del siglo veintiuno, nos “dejó el hambre, se llevó el pan”.