Cientos de roteños acompañaron en la tarde de ayer a la Virgen del Carmen en su día. Fueron muchos ciudadanos los que acortaron su jornada de playa habitual para salir a la calle y estar con la patrona de los marineros que pasadas las siete y media de la tarde, tras la misa en la parroquia de Nuestra Señora de la O, asomaba por la plaza Bartolomé Pérez. Allí la esperaban roteños y turistas que movidos por esta tradición, no dudaron en mostrar su devoción a la Virgen.

Acompañada por un pequeño cortejo formado por miembros de la junta directiva de la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, miembros del Consejo Local de Hermandades y Cofradías y por algunos miembros de Armada Española, la Virgen fue portada por sus 20 jóvenes costaleros hasta el muelle pesquero de la Villa. Allí, fue trasladada en su peana hasta el barco marinero "Hermanos Corbeto" para iniciar su procesión marítima. Un recorrido por la costa roteña que no haría sola, la acompañaban en torno a una treintena de barcos, entre marineros y deportivos, que la siguieron por la playa de la Costilla mientras cientos de roteños la despedían desde las inmediaciones del muelle Astaroth.

Tras un breve recorrido por el mar, acortado por las condiciones que marcaba el viento de poniente, la Virgen del Carmen volvió a apearse en su paso, que este año estrenaba el escudo bordado de la hermandad en el faldón delantero, para continuar con la segunda parte de su salida procesional, la que recorría las calles más céntricas del municipio al son de la Banda de Música de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y guiada por el capataz, José Bedoya Cerpa.

Dado que este año la festividad del Carmen coincidió con viernes, se notó la gran afluencia de público en la localidad, lo que provocó que las calles estuvieran totalmente abarrotadas de personas que siguieron a la Reina de los Mares.