Pepi y Miguel reciben la solidaridad de sus vecinos para evitar un desahucio
Las 512 viviendas, los pisos verdes, vecinos de los pisos grises y gente anónima está apoyando a esta pareja roteña en una complicada situación económica
A veces la vida es injusta y tiene preparada situaciones difíciles de superar por uno mismo. Si a la crisis que ya colea desde hace algunos años, -y que está dejando a muchos pequeños negocios en la estacada-, se suma la enfermedad de algún miembro de la familia, el túnel se hace oscuro y parece que nunca se volverá a ver la luz. Las ilusiones decaen y el mero hecho de levantarse cada día supone un esfuerzo tan grande que las fuerzas desfallecen.
Afortundamente, en estos casos, siempre aparece un hombro amigo, alguien en quien apoyarse o una persona que de repente es capaz de tomar las riendas y llevar la palabra solidaridad a su máximo significado. En Rota, un pueblo que se caracteriza por ser solidario colaborando en multitud de actos que se organizan a lo largo del año para diferentes colectivos, esta situación se repite a menudo, pero que una barriada entera se ponga de acuerdo para aportar su granito de arena y que dos vecinos comiencen a ver la luz al final de ese túnel, eso, pasa pocas veces.
Esta es la historia de Pepi y Miguel, un matrimonio al que hace dos años empezaron a torcérsele las cosas y que ahora se encuentran en una situación personal muy complicada de la que sin duda, necesitan ayuda para salir. Para fortuna de ellos, ahí estaba Juani, una vecina que decidió no quedarse de brazos cruzados y ha conseguido que toda una barriada, la de las 512 viviendas y aledañas, se unan por un mismo objetivo.
Para empezar desde el principio, hay que contar la historia de Pepi Benítez González y su marido Miguel López Pérez. Ambos tenían un hijo enfermo al que se han dedicado en cuerpo y alma durante dos años para intentar salvar su vida. Necesitado de un trasplante de corazón, este joven acabó falleciendo el pasado mes de diciembre de 2012, pero en ese tiempo, la familia destinó los recursos económicos que tenía a sufragar los gastos que conllevaban la enfermedad de su hijo. Entre viajes a hospitales a Sevilla, gasolina, tren, comida o medicinas, fueron gastando lo que tenían y tuvieron que empezar a desatender algunas obligaciones como el pago de la hipoteca para poder mantener la esperanza de que su hijo se mantuviera con vida. Por si las cosas no fueran ya complicadas, en 2012, Miguel sufre un infarto y le obliga a contratar a un trabajador en su negocio, un bar freiduría que se sitúa frente a la biblioteca "Rafael Alberti". Los gastos por la enfermedad de su hijo son tales, y el negocio va tan mal, que se ve obligado a dejar de pagar las cuotas de la Seguridad Social. Finalmente, y pese al esfuerzo de ambos, su hijo acaba falleciendo y tras ello, se agolpan los problemas.
Actualmente, peligra por desahucio su casa ubicada en la barriada de las 512 viviendas por el impago de las cuotas hipotecarias, aunque han logrado llegar a acuerdo temporal con la entidad bancaria a cambio de que den prioridad a saldar la deuda con la Seguridad Social que acecha a sus pertenencias, en este caso, a su hogar. Para ellos, lo prioritario es saldar los algo más de 7.000 euros que deben y a partir de ahí, negociar un alquiler social, la dación en pago de su piso o cualquier otra alternativa que no les deje en la calle.
Para fortuna de esta pareja, ahí estaba Juani. Una vecina que un día preguntó a Pepi tras el fallecimiento de su hijo cómo iban las cosas. Ajena al problema que tenían entre manos Pepi y Miguel, y una vez puesta al día, decidió no quedarse cruzada de brazos y comenzó a pedir colaboración entre los vecinos de las 512 viviendas que pronto respondieron.
Idearon la organización de un bingo que finalmente no pudo salir adelante, fueron con una hucha en mano por las casas de la barriada pidiendo un donativo -algo que ya hicieron cuando el hijo de Pepi y Miguel aún vivía y estaba pendiente de su operación-, se colocaron carteles por la barriada y finalmente, la solidaridad afloró.
Esta tarde de jueves, 12 de septiembre, en la sede social de la asociación de vecinos de las 512, se reunirán los residentes en esta zona de Rota para hacer la aportación que hace una semana concretaron. Cada uno de los 32 bloques de vecinos que forman esta barriada, una de las más populosas de Rota, aportará del fondo de su comunidad 100 euros. Pero no serán los únicos, a esta iniciativa solidaria se han unido otros bloques de viviendas colindantes como los pisos verdes o los pisos grises. Dos asociaciones locales que no han dado sus nombres, la parroquia del Divino Salvador y gente anónima han decido contribuir también para que Pepi y Miguel, puedan seguir adelante.
En su conversación con Rotaaldia.com, tanto Pepi como Juani, saben que las hermandades también han mostrado su predisposición a colaborar y por ello, esta mañana no tenían más que palabras de agradecimiento para todo aquél que con mucho o con poco, les está ayudando. "No hemos encontrado ni una sola puerta cerrada", asegura la afectada muy agradecida.
Pepi y Miguel, que lo están pasando muy mal por sumar a la pérdida de un hijo sus problemas económicos, no tienen palabras para definir cómo se sienten en estos dos meses en los que han vivido en primera persona la solidaridad de sus convecinos. No saben cómo agradecer el gesto de las barriadas que están colaborando y sobre todo, el apoyo que de su vecina Juani Pérez están recibiendo.
Esta mañana, las dos se mostraban emocionadas. "No sabía que la barriada se volcaría tanto, me siento muy arropada porque lo de estos dos meses ha sido tremendo", manifiesta Pepi que no quiere olvidar dar los nombres de todas aquellas personas que la están ayudando a levantarse junto a su marido. Juan Santos, ex trabajador del Ayuntamiento y colaborador con Cáritas que la puso en contacto con la parroquia del Salvador adonde acude a terapia psicológica de forma gratuita, su cuñada Carmen Cordero, las mujeres de la comunidad parroquial del Salvador, Juan Lobero, Juani Pérez Castellano y muchas personas más, forman entre todas el significado de la palabra solidaridad que le hace falta a esta pareja roteña.
Esta tarde será una satisfacción para ellos recoger lo que buenamente cada comunidad de vecinos y anónimos haya pensado donarle. Sabe que no será suficiente porque son más de 7.000 euros, pero para eso está Juani que ya cavilaba nuevas alternativas para llegar a su objetivo.
En próximas fechas celebrarán en la Sala Pandero un sorteo benéfico aunque aún tienen que determinar la fecha, y también existe un número de cuenta por si alguien quiere colaborar en la medida de sus posibilidades. Es el 2100 8496 82 2100056530 (La Caixa).
Pepi y Miguel han querido dejar muy claro que por circunstancias de la vida, su situación se le ha complicado. El negocio lo cerrarán definitivamente a finales de mes, si no lo han hecho antes era porque era su único sustento, y por eso, agradecen emocionados la ayuda y el apoyo que han recibido en este tiempo.































yo-misma | Miércoles, 18 de Septiembre de 2013 a las 12:49:16 horas
Las deudas con la ssocial se pueden aplazar(es un derecho que tenemos) digo esto con conocimiento de causa, ya que a mi me ocurrio y me entere cuando casi se iba a subastar mi casa..........hay que ir a Cadiz y hablar con la persona adecuada...
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