La lectura de poesías y relatos se adueñó ayer de la plaza de la Merced, escenario en el que Izquierda Unida organizaba por décimo año consecutivo su Noche de Literatura en la Calle. Con un cartel con menos tirón que el de años anteriores, la noche comenzaba con buenas expectativas ya que en los primeros minutos de inicio del acto, prácticamente las casi 500 sillas que estaban colocadas en la plaza estaban ocupadas por aficionados a la literatura, curiosos y fieles a esta cita.

Sin embargo, a lo largo de las algo más de dos horas en las que se prolongó este compromiso con la palabra, el aforo fue reduciéndose casi a la mitad concluyendo el acto con mucho menos público del que se acercó a primera hora y poco ambiente. Y es que indudablemente, pese a la idea de dar paso a nuevas voces, como los mismos organizadores apuntaban en la presentación de esta actividad, la ausencia de consagrados como Almudena Grandes, Luis García Montero, Felipe Benítez, Benjamín Prado y el tirón que otros años tuvo la presencia de Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Javier Ruibal o Miguel Ríos, se hizo notar.

Aún así, hay que reconocer la apuesta que este grupo político ha querido mantener con la cultura pese a que quizás para su décimo aniversario el cartel hubiera necesitado de algún atractivo superior para que esta noche literaria hubiera lucido con mayor esplendor, el de diez años de trayectoria. En cualquier caso, y con más o menos público, se puede decir que el objetivo de esta X Noche de Literatura en la Calle se cumplió y la palabra fue la protagonista durante un par de horas gracias a la colaboración y entrega altruista de los poetas, novelistas y escritores que este año decidieron acompañar a IU en su aventura recitando poesías de cosecha propia o de otros autores reconocidos.

Fue Manuel Martín-Arroyo, miembro de la organización, el que abrió el turno de intervenciones agradeciendo en primer lugar, la presencia de público en esta cita y haciendo un repaso por los diez años de noches literarias. Es cierto que lo que comenzó como un encuentro entre amigos en su sede de la calle Blas Infante, prontó salió a las plazas del pueblo. Estuvieron en la plaza Concejal Justo de la Rosa, en Bartolomé Pérez, en plaza de España y finalmente, fueron derivados a la desangelada plaza de la Merced. El escenario de la noche literaria nunca importó ya que lo que realmente hacía atractiva esta noche ha sido siempre el elenco de escritores de primer nivel que se daban cita en ella.  Manuel Martín-Arroyo tuvo palabras de recuerdo y agradecimiento para los ya mencionados Luis García Montero, Almudena Grandes, Benjamín Prado y Felipe Benítez, presentes desde el primer año y grandes ausentes ayer. También recordó a José Manuel Caballero Bonald, Ángel González o Rafael Alberti a quien en ediciones anteriores se le dedicó esta cita entre otros tantos autores y escritores que han pasado a lo largo de estos diez años por las noches literarias. A todos ellos quiso agradecer su compromiso con la literatura y sobre todo, con esta actividad del verano roteño que no ha estado exenta de contratiempos.

La sorpresa de anoche era la actuación de Kiko Veneno que precisamente hoy cantará en un chiringuito de la playa de Rota, pero finalmente, por motivos laborales, tampoco pudo estar presente excusándose a través de un escrito que leyó el organizador del acto en el que se reflejaban palabras de agradecimiento por la invitación, y excusas por haber tenido que declinarla "por trabajo".  La noche no había hecho más que empezar y tras el agradecimiento al pintor Tosar Granados por su aportación con la creación del cartel anunciador, se iniciaba formalmente la que sería la X Noche de Literatura en la Calle. 

El primero en tomar la palabra fue Antonio Maíllo, nuevo coordinador de IU en Andalucía, que mostró su agradecimiento a los izquierdistas de Rota por este acto de tildó de "valiente" donde la palabra se posiciona en un primer plano y ayuda a construir "esperanza". El coordinador de IU reflexionó sobre la necesidad de mirar al futuro en positivo y sin negar que esta actividad cultural está organizada por un partido político determinado destacó su entusiasmo por crear ilusiones. Antonio Maíllo, al igual que a lo largo de la noche hicieron otros intervinientes, dedicó el poema elegido para leer en público a Federico García Lorca con motivo del reciente 77 aniversario de su asesinato.

Tras él, subía al escenario Miguel Ángel García que rompió el hielo recitando dos poemas propios y destacando la iniciativa de Izquierda Unida de apostar por esta noche literaria. Le siguió a los pocos minutos el roteño Prudente Arjona que antes de dar lectura a un relato sobre Los Corrales de Rota y debutar así en esta cita, hizo un par de reivindicaciones  para que el escritor Antonio Murciano, presente entre el público, fuera nombrado por el Ayuntamiento como Hijo Adoptivo de la Villa, y Ángel García López como Hijo Predilecto. Tras su relato "El sonido del silencio", tomaba la palabra Ángel García López que escogió para la noche un poema que escribió hace 40 años y que para su sorpresa, releyéndolo, notó  "que poco o nada ha cambiado desde entonces". El Premio Nacional de Poesía roteño dedicó sus versos a la geografía andaluza y agradeció a IU su valentía por mantener esta cita literaria siendo este el único de los escritores habituales que ayer estaba presente en esta cita. 

La noche continuó con el poeta José María Gómez Valero que recitó varios poemas de cosecha propia, la novelista Keti Castillo que optó por un fragmento de su novela inspirada en el asesinato de Lorca, el poeta Antonio Murciano, muchas veces de público y ayer desde el atril, y David Franco.  A partir de ahí, esta noche literaria tuvo un parón con una espontánea del público que buscaba a autores como Pérez-Reverte o Almudena Grandes para que les firmara un libro. La "espontánea", que pronto estuvo acompañada por otra joven que se alzó como "presentadora" del acto, tiraron del público para seguir recitando poemas en un sketch que intentó animar una noche literaria que empezó a decaer.

Carmen Moreno, Pablo Gutiérrez o Fernando Macías, entre otros que no figuraban en el cartel inicial como el roteño Pedro Pablo Santamaría fueron otros de los 16  intervinientes que ayer estuvieron en esta cita. Una noche literaria a la que puso punto y final el cantautor Daniel Mata que curiosamente el año pasado abría el acto y en esta ocasión, le tocaba cerrarlo. El sevillano optó por interpretar la misma canción que en la edición anterior, sobre la crisis y sus consecuencias, bromeando sobre su "apuesta segura" para que lo volvieran a llamar. Sin embargo, la noche no era la misma, el ánimo del público tampoco y pese a su intento, el estribillo de su "Rumba precaria" no consiguió subir el nivel de un cartel con demasiadas voces nuevas para una Noche de Literatura en la Calle ya consagrada.