Un verano más, y ya van seis, la Clínica Dental Dres. Letrán Camacho ha vuelto a mostrar su implicación con la salud bucodental de los niños bielorrusos que durante los meses de verano están en la localidad gracias a la labor solidaria que realizan las familias de acogida roteñas.

Se trata de un programa social y humanitario que en Rota es posible gracias a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud que desde 2007 se encarga de traer a niños bielorrusos para proporcionarles una mejor atención sanitaria que después se ve reflejada en un aumento de su esperanza de vida.

Durante los aproximadamente 40 días que suelen permanecer en la localidad, estos niños, en torno a la decena, se someten a revisiones médicas rutinarias incluidas la salud bucodental. En este apartado, la Clínica Dental Dres. Letrán Camacho juega un papel fundamental ya que desde los inicios de este programa se encarga de forma gratuita y totalmente altruista de revisar  y arreglar los problemas que los menores pueden presentar.

Para los dos profesionales que regentan esta clínica roteña, Curro y Pablo, es gratificante comprobar año tras año, ya que muchos de los niños de acogida repiten cada verano, cómo la salud de sus bocas ha ido mejorando progresivamente lo que les llena de satisfacción por poder aportar su granito de arena para que los niños bielorrusos tengan una mejor calidad de vida y sobre todo, salud bucal. En estos seis años que llevan colaborando con la Hermandad de la Salud desde que esta se pusiera en contacto con ellos, han percibido una grata mejoría en cada uno de los niños lo que redunda en la satisfacción y ganas de seguir colaborando en un futuro para aportar su granito de arena en esta labor social.

Hay que recordar que el programa de acogida de niños bielorrusos permite que durante algo más de mes y medio, estos menores eliminen gran parte de la radioactividad que tienen sus cuerpos debido al desastre nuclear de Chernobil, ya que está científicamente demostrado las consecuencias positivas que tiene este período de alejamiento de la zona radioactiva.

El  accidente nuclear ocurrido en Chernóbil en el año 1986 se produjo por un fallo en un reactor nuclear que provocó que parte del combustible nuclear se liberara a la atmósfera provocando una nube radiactiva que afectó a parte de Europa. Dicha nube terminó asentándose en un 30 por ciento sobre Ucrania y en un 70 por ciento sobre territorio bielorruso. A partir de entonces, enfermedades degenerativas del tipo cáncer y leucemia comenzaron a ser un azote para toda la población. Por ello, se puso en marcha este programa destinado a mejorar la calidad de vida de los niños afectados por el desastre nuclear que no sólo en Rota sino en otros tantos puntos de Andalucía cuenta con el apoyo de asociaciones, hermandades y empresas de la zona que lo hacen posible.