Con motivo del Año de la Fe, el roteño Juan Caballero Sosa ideó hace un año más lo menos, poner en marcha una actividad relacionada con la religión y los niños para que los más pequeños se acercaran a las cofradías y fueran los protagonistas de un evento singular en la localidad. El resultado de meses de trabajo se vio ayer por las calles del municipio con la salida de la I Gran Procesión Magna Infantil que sacó a la calle a un buen número de niños y a otros tantos mayores que no quisieron perderse esta peculiar estampa.

En torno a un centenar de pequeños formaban el cortejo que ayer partía desde un local cercano a las inmediaciones de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. Con algo de retraso, sobre las ocho de la tarde, y con el viento de levante muy presente sobre todo en determinados tramos del recorrido, fueron pasando por muchas de las calles de la barriada de El Molino hasta llegar al colegio de los Salesianos donde en torno a las diez de la noche se disolvería la comitiva. Un cortejo compuesto por niños de edades comprendidas entre  los 3 y los 17 años que creó expectación entre muchos vecinos de la zona que salieron a la calle para ver cómo los más pequeños cargaban pasos miniatura tomándoselo muy en serio.

Juan Caballero Sosa organizador e impulsor de esta salida procesional, contaba a este periódico al inicio del recorrido que llevaba un año realizando los 15 pasos que formaban el cortejo. Él junto a Juan Ganformina, que ha sido un buen colaborador según explicaba, se hicieron con materiales reciclados para dar forma a pasos que ayer llevaban por ejemplo a la virgen de la Caridad, a la virgen del Rocío, a San Juan, a San Judas Tadeo, a María Auxiliadora, a El Cautivo, a la virgen de Fátima, a Jesús Nazareno, al Niño Jesús o el Corpus Christi, entre otros. La gran mayoría eran portados por niños muy pequeños de apenas 3 ó 4 años, lo que hacía que la imagen que dejaban en la calle fuera bastante peculiar.

Abriendo el cortejo se encontraba una representación de la banda municipal de música "Maestro Enrique Galán" y a continuación, le sucedían los 15 pasos miniaturas, niños portando varas, cruces, carteles sobre el Año de la Fe, las tablas de Moisés e incluso estaban representados José y María.

Pero el de ayer no sólo fue un acto religioso, también lo fue solidario ya que esta Procesión Magna Infantil tenía como objetivo llamar la atención de los vecinos para que fueran depositando alimentos en un remolque que cerraban la comitiva y donde muchos ciudadanos fueron depositando kilos de comida que posteriormente se entregaron a Cáritas Interparroquial para que sea esta entidad la que los reparta entre los más necesitados.

Para Juan Caballero Sosa fue una satisfacción haber conseguido que esta salida procesional tuviera el tirón popular que tuvo con un centenar de niños participando de forma activa y con vecinos contribuyendo en la recogida de alimentos.