El rito que cada año marca la celebración de la noche de San Juan en Rota volvió ayer a dejar claro que es una tradición seguida por cientos de roteños que arrastra a turistas que sin saber muy bien el motivo de las hogueras en plena calle o del trasiego continuo de personas por la zona centro, se suman a una fiesta en la que el fuego y el agua tienen mucho que decir en la que es la noche más corta del año.

Con el buen ambiente que dejó en las calles la celebración de la IV Carrera Popular de San Juan que desde media tarde ambientó la zona de la Costilla, llegaba la hora de la quema de los "juanillos" que este año ha tenido tres localizaciones distintas. Y es que sólo tres hogueras se encendieron anoche con motivo de San Juan. Sin duda, lo más llamativo fue la plaza de San Roque convertida en un lugar de mero paso cuando 32 años atrás ha sido el punto de encuentro más concurrido de esta cita con la noche más mágica. Como ya adelantara este periódico, la peña "El Potaje" que desde hacía más de tres décadas se había encargado de organizar la que hasta ahora era la quema más antigua y emblemática de Rota, decidía tomar un descanso y no fabricar para este 2013 ningún muñeco para quemar. La tradición hizo que algunos ciudadanos no se hubieran enterado de esta decisión y que rondando la medianoche, todavía se preguntaran qué pasaba con la hoguera de San Roque.

Aún así, los despistados encontraban muy cerquita dos opciones para esta noche de San Juan ya que la labor en este caso de la peña cultural cadista "El Camaleón" y de la Asociación Cultural "Jentos y Jentas" hizo que Rota no quedara sin "juanillos" en la zona de la Costilla, la más transitada en esta noche. Tampoco hay que olvidar la que organiza la asociación de vecinos "El Chorrillo" que aunque algo más alejada del centro, también consiguió juntar a muchos vecinos de la barriada de El Molino que desde media tarde estuvieron disfrutando de las variadas actuaciones que se sucedieron organizadas por esta entidad vecinal muy implicada con la fiesta. La Barbie y su novio Ken fueron los elegidos por los vecinos de "El Chorrillo" para la quema y en torno a su hoguera se concentró un buen número de ciudadanos.

Pero sin duda, fue la zona de la avenida María Auxiliadora y el cruce de avenida Sevilla y San Fernando, los que reunieron a una mayor cantidad de personas. En ambos puntos también había música en directo lo que animaba a los presentes en los minutos previos al inicio de la quema.

La peña cadista "El Camaleón" optó este año por homenajear llevándolos a la hoguera a la pintora roteña Lola Granados, y al carnavalero José María Puyana, autor de letras y componentes de chirigotas locales. Ambos, por su aportación a la cultura local, recibieron en un acto previo un detalle de la peña y agradecieron el gesto de ser los elegidos. Junto al presidente de la peña y algunos miembros de la directiva, se trasladaron al punto en el que estaban representados por los "juanillos" que se encontraban a pie de calle, y encendieron la mecha que acabó consumiéndolos dando así continuidad al rito de que el fuego purifica en esta noche de San Juan. 

Minutos más tarde, y pasadas las doce de la noche, por algún problema de organización, la quema de San Juan organizada por la Asociación "Jentos y Jentas" también comenzaba y consumía hasta hacer desaparecer a los dos "juanillos" que en este caso representaban a la presidenta de la comunidad de vecinos del Edificio Jerez, con la que los propietarios de los bares de la zona mantienen un conflicto desde hace años, y a uno de los propietarios del restaurante La Costilla que este invierno cerraba sus puertas tras más de cien años abierto al público. Antes de encender la hoguera se pasó un "buzón de los deseos" para que todos los presentes pudieran depositar en él el suyo y quemarlo para que, según marca la tradición, pueda cumplirse. Los muñecos ardieron pronto y comenzó la segunda parte del rito. Todos los asistentes a la diferentes quemas tomaron camino a la playa de la Costilla para mojarse los pies mientras se vuelven a pedir los deseos.

Dadas las buenas temperaturas, los más atrevidos, que los hubo, se dieron el baño completo y una buena mayoría, sobre todo los jóvenes, aprovecharon la afluencia de gente para organizar en plena playa su particular fiesta con amigos. La batukada "Caipiriña" del Luis Ponce de León contribuyó a dar ambiente mientras unos bajaban a la orilla del mar y otros ya subían dando por finalizada la tradición en la noche de San Juan. 

Los minutos posteriores fueron para el disfrute gracias a las orquestas y la música en directo traída por las peñas y asociaciones organizadoras de la quema. Pese a que hoy es día laborable para muchos, los que ya disfrutan de vacaciones prolongaron algo más la corta y mágica noche de San Juan.