IMAGEN PERSONAL



  

Hace poco he vuelto a tener  uno de esos debates que no llevan a ninguna parte sobre la Imagen personal de cada persona y en lo que esto afecta a su vida diaria, su trabajo, su vida social, etc. Es por eso que hoy quiero plasmar y hacer entender a muchas personas cual es mi pensamiento global sobre esto.

Cuando hablamos de Imagen personal no podemos quedarnos pensando únicamente en la ropa que nos ponemos, sino que tenemos que ver mucho más allá. La imagen corporal incluye también la postura, los movimientos, la manera de caminar, la mirada, la risa, el tono de voz, la higiene, la educación, etc.

Es muy importante cuidar nuestra imagen personal porque es lo primero que los demás ven de nosotros y, como digo muchas veces, aún sin pronunciar palabra, podemos llegar a transmitir muchísima información sobre nosotros. Hay mucho de verdad en la expresión “La primera impresión es la que cuenta”.

Cuando se produce el encuentro con una persona, los primeros 5 minutos son de vital importancia. Esas impresiones que se forman durante ese tiempo de acercamiento dejan unos conceptos muy firmes y difíciles de cambiar en la opinión que tendremos de esa persona.
Por otro lado, la buena presencia, la forma de ser o incluso la forma de hacer sentirse a los demás hace que las personas con las que se trata se sientan más seguras de esa relación que se establece.

Si hay algo que defiendo a capa y espada en cualquier debate o discusión que se me presenta sobre el tema es que la imagen personal no es algo superficial. Nuestra imagen debe proyectar nuestros valores personales y metas como mujer u hombre y sobretodo debe ser auténtica y verdadera.

Mucha gente relaciona el tema de la imagen personal con algo superficial y frívolo. Algo que relacionan solamente con estar pendientes de la ropa y la moda. Pero es mucho más que eso. Abarca una imagen y apariencia exterior que se ve y un mundo interior invisible que se transmite a través de ella.

La persona que nos ve por primera vez capta una imagen global de las personas. Debemos tener presente que con aquello que decimos podemos mentir, pero no podemos hacerlo con nuestros gestos y nuestro cuerpo. Nuestros pensamientos se reflejan en la cara, en la postura, en los gestos e incluso en la ropa que nos ponemos, el corte de pelo o la combinación de colores que usamos.

Por ello, a la hora de conseguir un trabajo o un cliente para nuestra empresa, que era uno de los puntos que más traté en aquella conversación, la imagen es lo que marca la diferencia. En una primera entrevista de trabajo no se ven las cualidades de la persona, por tanto es un acto de confianza lo que se percibe de la persona con la que estamos tratando.

Cuando alguien tiene que elegir entre varias personas con capacidades similares en su trabajo o profesión, la diferencia estará, en el mayor número de los casos, en la imagen que se da en esa entrevista. Además de las habilidades intelectuales, una empresa da mucha importancia a la forma en que sus colaboradores se visten, cuidan su apariencia y proyectan seguridad en sí mismos. Eso es una realidad, digan lo que digan los que se oponen a esta opinión.

Es por eso que hoy en día, los profesionales necesitan ofrecer una imagen que transmita un mensaje adecuado. No se trata de un asunto de glamour o de ropa cara, sino de crear un estilo propio que permita potenciar lo mejor de nosotros mismos.

Por tanto y en definitiva, aunque se dice que lo que proyectamos exteriormente no es lo más importante, la imagen personal, de alguna manera, influye en la percepción que los demás tienen de nosotros. Esto puede agradarnos o no, pero es algo que está al alcance de cada persona.