Balsa Cirrito
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LA CULPA ES DE FUENTEOVEJUNA
Por supuesto, no resulta especialmente divertido pero sí instructivo, y si alguien quiere comprobar aquello de la fugacidad de las opiniones, o lo otro de que las palabras se las lleva el viento, o la falta de memoria colectiva, o la desvergüenza de algunos o, sobre todo, la inconsciencia de la mayoría, que se dé un paseo por los periódicos de los últimos tiempos en que gobernaba Zapatero. (Por extraño que nos pueda parecer, aquellos los miramos ahora casi como buenos tiempos). Pero a lo que me refiero es a las declaraciones auténticamente kamikazes de los políticos del PP por entonces acerca de la situación económica; cuando uno las relee ahora cuesta trabajo mantenerse sereno ante las palabras de tantísimo gilipollas (y me van a perdonar el exabrupto). La frase repetida un millón de veces, especialmente por Aznar, de “lo único que hay que hacer para salir de la crisis es bajar los impuestos”, retumba ahora como el tam-tam de una batalla perdida. O aquello otro de “lo que necesita la economía española es confianza”, que quizás se pueda calificar como uno de los ejemplos más destacados de la historia de eso que llamamos tirar piedras sobre el propio tejado, puesto que minaban, incluso en el extranjero, la confianza en las finanzas españolas ¿o es que pensaban acaso que ellos nunca iban a gobernar?
Aunque no se trata de eso. Los expertos últimamente suelen culpar sobre todo a José María Aznar y su demencial Ley del suelo como una de las principales causas de la crisis; pero dejando aparte que el gobierno de Zapatero también contribuiría con lo suyo y que los expertos en economía tienen tanto crédito como los astrólogos, lo cierto es que los culpables son otros.
Usted y yo los vemos cada mañana en el espejo. Culpables somos todos. ¿Quién no sabía hace diez años que la burbuja inmobiliaria, madre de todas las burbujas españolas, terminaría estallando? ¿Quién no? Hubiéramos tenido que estar ciegos para no verlo, pero actuábamos, a sabiendas de nuestro error, como si ignoráramos que aquellas alegrías las terminaríamos pagando caras. ¿Tenía lógica que fuéramos el segundo importador de coches BMW de todo el mundo? (por poner un ejemplo entre mil) La respuesta es fácil: no, no tenía lógica.
Por supuesto, fue hermoso mientras duró, y nos lanzamos a la vida de los ricos con un empeño y una alegría admirable. Creíamos que habíamos encontrado el atajo para llegar arriba, pero los atajos para la prosperidad se parecen a la situación que se produce cuando nos encontramos en la carretera metidos en un atasco. Hay dos carriles, y cada vez que nos cambiamos de fila, nos damos cuenta de que precisamente la otra es la que avanza más rápido. Sabíamos que el camino correcto era el del trabajo, el estudio y la investigación; pero optamos por el de la especulación, la especulación y la especulación (como se ve, un camino un tanto monótono).
O como cuando oímos eso otro de que los políticos son unos sinvergüenzas, como si los políticos y los gobernantes hubieran sido puestos en los sillones por la mano de un dios cabreado y no por nuestros votos. De muchos de ellos, de la mayoría de los que se hallan en la frecuente categoría de imputado, hemos sabido siempre que no eran precisamente honrados; pero estos mismos individuos, estos mismos farsantes han seguido siendo elegidos por unos ciudadanos que en el fondo (y en la superficie, qué caramba), conocían que estaban apoyando a gente deshonesta, a veces, muy deshonesta.
Ya digo, siempre lo sabíamos.
Por eso, los culpables de la situación, como en Fuenteovejuna, somos todos. Usted, y yo y José María Aznar (vale, él un poquito más). Y lo más importante. También de lo que venga.












Curioso, Salud | Sábado, 18 de Mayo de 2013 a las 13:21:04 horas
En las pasadas elecciones generales se presentaron 14 candidaturas por la provincia de Cádiz. Como casi siempre solo salieron elegidos los candidatos de PP y PSOE, los dos partidos con mas imputados y mas caso de corrupción. Se podía haber votado otras candidaturas pero se prefirieron ésas. Como en todas las elecciones los medios solo informaron, prioritariamente, de esos dos partidos. Los demás casi no existían para ellos. Ésa puede ser una de las claves, la desinformación y unos medios que, no se sabe por qué, solo informan a medias. Quizás habría que ir pensando que no solo tenemos unos políticos mediocres sino unos medios de información mediocres. Y no solo pasa a nivel político, en el plano deportivo también pasa y es habitual que salga cualquier banalidad del Barcelona o del Madrid. No es así con otros equipos que también tiene aficionados, aunque muchos menos, pero tan respetables como la gran mayoría. Quizás sea el Fuenteovejuna de la información. Quién sabe. Salud.
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