Calle Charco, con Antonio Franco
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UN FRANCO, CATORCE PESETAS
Días atrás el Gobierno Central anunciaba que las cifras del paro comenzarán a descender a partir del año 2015 ó 2016. Las expectativas de los españoles, según esta noticia, son más bien frustrantes, por expresarlo en términos suaves. El Ministro de Economía, De Guindos, afirmaba también que “lo peor de la crisis ha pasado ya”, y seguía diciendo que el problema del Gobierno es que no sabe explicar bien los mensajes.
Y mientras tanto, ante este cúmulo de dimes y diretes, los jóvenes en situación de desempleo se preguntan cuándo empezarán a enviar datos a su historia laboral con el fin de optar a una paga de jubilación tras no se sabe cuantos años de cotización.
“Hay signos de recuperación”, dicen. Pero si para descender al 25% de desempleados hay que esperar casi a que esta década acabe, ¿en qué consiste esos signos y como se traducen en la vida del ciudadano de a pie?
“Se cortó por lo sano” con la inversión pública y resulta que ahora es la patronal la que pide al gobierno medidas de inversión pública.
Se ha gastado más de lo que se ha ingresado, comentan. Pero, el noventa y cuatro por ciento de las empresas del IBEX 35, elude impuestos en paraísos fiscales. Que traducido resulta que la mayoría de las empresas cotizantes en Bolsa evitan pagar impuestos a la Hacienda Pública española y lo declaran en otras latitudes menos costosas para dichas empresas. Y es que eso de que “Hacienda somos todos”, queda muy bien para convencer al personal. Y encima nos echamos en cara que fulanito o menganito no declaran sus faenas. Nos inculcan la idea de las cifras de la economía sumergida. Y nos acordamos de fulanito o menganito, y nos olvidamos del Banco Santander, del BBVA, de Repsol YPF y de FCC que encabezan la lista de empresas con el mayor número de sociedades en paraísos fiscales.
El estado del bienestar “resulta excesivamente caro” para los populares. Hay que revisar, por tanto, la Sanidad Pública, como así mismo, la Educación y la Ley de Dependencia. Se abre, se está abriendo, una brecha social entre los que pueden permitirse el lujo de acceder a lo privado y los que no tendrán más remedio que dirigirse a lo público, que va a quedar muy mermado ( es lo que intentan) tras el paso por este timo llamado crisis.
Acceder a estudios universitarios va a estar vetado a los bolsillos más desfavorecidos. Suben las tasas y bajan las ayudas. Triste moraleja: si no tus padres no te pueden pagar los estudios, pues los dejas.
Estamos retrocediendo unos cuantos años atrás. Después de todo, de mucha Europa, de muchos aires de grandeza…un franco sigue valiendo catorce pesetas.
La crisis es mundial. Pero da la impresión de que nuestro país saldrá de los últimos. Y no saldremos muy bien parados. Me refiero a los españolitos de a pie. Un porcentaje saldrá mejor que entró de este timo al que llaman crisis.
Ningún “círculo de expertos” previó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Todos ganaban dinero. Me refiero al “comité de sabios de nuestro país”. Nadie calculó el límite de una expansión económica que resultó frágil y se derrumbó como un castillo de naipes al menor soplo. El gobierno Aznar presumía de los logros económicos. Nadie se planteaba por aquel entonces que el estado del bienestar resultaba caro. Todo iba viento en popa a toda vela, sin cortar las aguas de la realidad, sino volando en una ilusión óptica que resultó eso, un sueño de una travesía veraniega.
La alborada nos despertó del sueño y comprobamos que un franco seguía valiendo catorce pesetas. Volvimos a descubrirlo. Los países punteros de Europa inmersos en la crisis, que recuerden es mundial, mantienen una cifra de desempleo en torno al 10%. En España, en los mejores años de la aznaridad en la que incluso el gobierno se permitía el lujo de codearse con la crem de la crem para invadir Irak, las cifras del paro no bajaban del 12%.
Y nadie hacía nada. Ningún “comité de expertos” o “de sabios”, o de “sabios expertos”, vislumbraron el soplido de la crisis que se llevaría por delante el sueño de codearse con los grandes. Entonces, también entonces, un franco seguía valiendo catorce pesetas.
¡Alarma, alarma! Los bancos no tienen dinero. Se han quedado sin dinero.
Pero, ¿qué ha sucedido? ¿Dónde fue el dinero? Y ahí comenzó este drama.
Primero, sanear a los bancos. ¿Quién ha visto un banco sin dinero? Un banco sin dinero no es un banco, no se puede considerar como tal.
Pero, ¿no” jugábamos en la Champion League”de la Economía Mundial?
Había que buscar dinero para “sanear” a la Banca. Se pidió el préstamo y para pagarlo la mejor fórmula es la de subir los impuestos, congelar y recortar salarios, anular la inversión pública. ¡Qué caro! Sobre todo para el sufrido españolito de a pie. Porque los préstamos obtenidos nos volvieron a recordar que un franco seguía valiendo catorce pesetas. Y eso a pesar de que ya tenemos una moneda común. Las diferencias siguen marcadas. Ya nadie menciona la convergencia con Europa. ¡Para eso está la cosa, para andarse con políticas de convergencias!
Nuestros jóvenes vuelven su mirada hacia otros países. Como lo hicieron sus abuelos, quienes aprendieron que un franco valía ya catorce pesetas.
Salud.












kabugui | Lunes, 30 de Septiembre de 2013 a las 05:01:51 horas
Bajo el gobierno,"nazi " de Franco,yo obtuve una carrera y casa gratis.
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