Dos hombres han sido detenidos en Jerez por ejercer funciones de dentista sin la correspondiente titulación, uno de ellos, tenía una consulta en Rota, en una vivienda unifamiliar sin ningún rótulo o indicación acerca de que allí se encontrara una consulta de odontología.

La operación policíal contra los falsos dentistas se ha desarrollado en Jerez por efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y tuvo por epicentro el Centro Dental Federico, ubicado en la calle Lealas.

Según informaciones del Cuerpo Nacional de Policía, los detenidos responden a las iniciales de Juan H. G. y de José Manuel R. A. El primero de ellos está acusado de un presunto delito de intrusismo profesional y de lesiones, mientras que el segundo lo está sólo por intrusismo profesional, ya que ambos eran protésicos y no dentistas.

El Cuerpo Nacional de Policía aún no considera cerrada la investigación ya que también se investiga si los dos detenidos usurpaban la identidad de médicos debidamente titulados, usando de forma indebida su número de colegiación. El Cuerpo Nacional de la Policía de Rota también ha participado en la investigación al detectarse que uno de ellos ejercía en la citada localidad.
 
La investigación comenzó a raíz de la queja que un paciente de una clínica de Jerez presentó ante el Ilustre Colegio Oficial de Dentistas de Cádiz en la que relataba haber sufrido mala praxis profesional y prácticas dudosas por parte del personal que le había tratado, según la  denuncia, "estas prácticas habían derivado en unas graves lesiones y en un perjuicio económico importante para el paciente".

En el mismo informe la policía señala que "ante la posibilidad de que existiera una acción delictiva el Colegio de Dentistas comunicó a la Policía Nacional los hechos, la cual inició una investigación que recabó suficientes indicios para considerar que los imputados realizaban trabajos como odontólogos para los que no estaban titulados, utilizando la consulta como tapadera para usurpar funciones propias de los dentistas, con el consiguiente riesgo para las personas que se ponían en sus manos". 

El Código Penal español establece que el delito de intrusismo profesional lo comete el que ejerce actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente.

La práctica de estos delitos en el ámbito sanitario es preocupante y peligrosa, porque además de la manifiesta usurpación de funciones y la competencia desleal hacia los profesionales capacitados, supone un fraude social y un evidente riesgo sanitario al que se somete a la población, con el evidente peligro de las graves lesiones que una mala praxis profesional puede causar en la cavidad bucal.