“LA CONSTANCIA DEL BUEN HACER”

La última década del pasado siglo XX ha supuesto la irrupción pública de algunas nuevas tecnologías que suscitan profundos cambios en las sociedades desarrolladas. La prensa, la radio, las películas, los libros, móviles etc. ¿Cómo pensar en esas grandes transformaciones que se están produciendo a ritmo acelerado e impregnadas en nuestra vida cotidiana? Nada que se le parezca sustituye al trabajo, a la entrega, el amor y el pundonor de una gran mujer que dedicó una larga etapa de su vida a personas discapacitadas que gracias a su dedicación   hicieron posible cumplir esos parámetros marcados desde sus inicios.

Según la orden de 20 de abril de 2010 se da a conocer la convocatoria del V Premio Andaluz a las Buenas Prácticas en la Atención a Personas con Discapacidad. Dicho premio reconoce públicamente la labor realizada por personas físicas, entidades o instituciones públicas y privadas. El caso que hoy nos ocupa y que por derecho propio es reseñada en este apartado de personas entregadas por entero a la persona discapacitada está centrada en la persona de   María del Carmen, una joven mujer que  nació el dia 7 de Diciembre del año 1958 en la calle Mina en  el seno de una familia humilde, fruto del matrimonio entre Mercedes y José “pimentón”. Ella creció junto a sus hermanos  Ana, Mercedes, José, Manuel y Cayetano.

Narrar la vida cotidiana de María del Carmen no se antoja nada fácil habida cuenta las vicisitudes contraídas a lo largo de su vida.  Siendo aún muy joven conoce a su primer novio con el cual tenía que andar de escondida por su corta edad, aquel joven ciclista enamorado de esta modalidad  deportiva y que un fatal desenlace automovilístico producido el día 25 de febrero del año 1980 tras salir de sus tareas laborales en la cristalería para entrenar en carretera,  cegó su vida para siempre y con ello, truncando sus ilusiones y llenando de tristeza  su juventud estando  tremendamente enamorada del joven ciclista José Pino Mengual “Pepín”.
Ahí comenzaba  una experiencia llena de caminos tortuosos y entregada por siempre y para siempre  a sus seres queridos.

Mari Carmen dejo sus tareas laborales de peluquera cuando  contaba  tan solo con  17 años de edad al  fallecer su hermana Mercedes a la edad de 27 años dejando a  su hija Merchi con 4 años de edad y a su hermano Juan José con tan solo 6 meses de vida.
Aquí comenzaría su trayectoria humana entregada a su sobrino.

No cabe la menor duda que la evolución del joven Juan José marcaría un antes y un después en su vida. Con tan solo unos  meses de vida comienza su andadura de hospital en hospital  visitando la "tacita de plata" en el área de estimulación precoz. Y más tarde en la rehabilitación de sus miembros. Los médicos llegan a la conclusión que Juan José ha de operarse de las ingles y de las piernas.

Durante bastante tiempo estuvo ingresado recibiendo distintas pruebas  para conseguir de manera sistemática aunar criterios para su posterior evolución.
Eran momentos de la creación de la Asociación de Minusválidos de Rota fundado por Narci Moreno, presidenta  y María del Carmen Real, vicepresidenta. Cuenta Narci que la idea partió de María del Carmen.

Durante cuatro meses Juan José estuvo ingresado en la capital de España en el hospital de la Paz  en el cual estuvo siempre acompañado de María del Carmen con la cual salía del hospital para descongestionar su presencia diaria dentro del recinto lo llevaba a los parques aledaños...
Un año más tarde Juanjo visitó en excursión la capital del rey  Boabdil el chico “Granada” además de la expo 92, parque de Benalmadena, etc.
 
Tras la feliz idea de Juan Salas y Miguel López de llevar consigo a la aldea del Rocío a los niños disminuidos de la Villa, Juanjo se incorpora a la misma disfrutando en la casa de hermandad durante varias etapas de su vida siempre acompañado de María  del Carmen.  Su integración humana y su aportación al colectivo provincial de disminuidos físicos psíquicos y sensoriales les llevó a participar en la paraolimpiada de Barcelona acompañada de su amiga y, diría yo, “hermana “ Narci Moreno; todo un ejemplo de entrega y constancia. Allí formalizó su noviazgo con Ángel, su esposo.
Tres años más tarde se realiza la excursión de 3º de BUP a Milán, Roma y Florencia siendo acompañado Juanjo por su tata María del Carmen  y su padre Juan.
Durante la etapa  estudiantil de Juan José conocían a María del Carmen como la “Tata” de Juanjo... éste coincidió con un excelente profesor de educación primaria como Antonio Bernal Perez “Antoñin” participando en clase María del Carmen como apoyo del profesor en tareas de ocio como fueron las cruces de Mayo, visitas a la playa, excursiones a Cádiz, etc. Otra de sus aficiones era el baloncesto visitando las dependencias del pabellón de Puerto Real en los memoriales Héctor Quiroga de baloncesto. Años más tarde, María del Carmen se incorpora al trabajo  como administrativa de la empresa de Aguas de Rota, pero tuvo que dejarlo para dedicarse a Juanjo cuando tenía sus constantes visitas Madrid en su proceso de rehabilitación en  el año 1991.

En el año 1997 contrae matrimonio con Ángel , responsable de la Federación de Minusválidos de Cádiz; su novio a quien  conoció trabajando como colaboradora de actividades dedicadas a niños disminuidos. Su enlace nupcial se lleva cabo  en el Palacio Municipal Castillo de Luna, enlace oficiado por Excmo. Sr. Alcalde don Felipe Benítez Ruiz Mateos.  Un año antes fallecen sus padres exponentes familiares que dedicaron su vida a la entrega de sus seres queridos.
Dicho enlace tuvo la sorpresa llevada a cabo por sus amigas y compañeras que organizaron el ágape en la caseta de la peña Dosa sin que ella supiera nada tras anular de manera consecutiva su enlace tras tres fallecimientos consecutivos de familiares directos. Tal era su implicación con su sobrino Juan José que consigue que el Excmo. Ayuntamiento le otorgue un piso construido para minusválidos en la avenida La Matea para su presente y futuro, ubicado  en el edificio "El Quijote".

Juan José creció con su tetraplegia  en su etapa estudiantil y terminó su licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Puerto Real  a falta de una asignatura, muestra inequívoca de su perseverancia y entrega aún a sabiendas que su minusvalía no se lo iba a poner nada fácil. Y siempre tras él María del Carmen.
El mundo del deporte le fascinaba es por ello que, en algunas ocasiones, fue trasladado al Estadio Santiago Bernabéu para conocer a su ídolos destacando en su hogar banderas madridistas, banderines y todo tipo de elementos merengues.
Cabe destacar una fecha en su calendario como fue el nacimiento de la pequeña Natalia el día 1 de enero de 2008. Nacimiento de la que llama su nieta, la hija de Merchi, su sobrina que creció junto a ella desde muy temprana edad, una pequeña llamada Natalia la cual tiene enamorada a María del Carmen y a la que le dice abuela desde sus primeras palabras.

En el capítulo de reconocimiento ha recibido una distinción del grupo municipal PSOE por su labor al frente del colectivo de disminuidos. Darse a los demás es una de las maneras de conseguir sentirnos bien con nosotros mismos. No todos desarrollamos un interés excesivo por el bienestar de los demás, pero en muchas ocasiones la fuente principal del malestar cotidiano proviene  de la relación interpersonal, Dios ama al que da con alegría, no es posible darse sin que nos cueste nada. El caso de María del Carmen es el de una mujer que con su entrega diaria hacia el joven Juan José ha demostrado ser capaz de resistir al sufrimiento  a través de su fe, de su caridad diaria, de su esfuerzo diario, de su comprensión diaria, su corazón estuvo siempre disponible para Juanjo, un ejemplo de entrega y tesón que estamos seguro será reconocido y recompensado  a través de las instituciones locales, provinciales o  regionales.

María del Carmen ha encontrado en la generosidad la felicidad  aún a pesar de que la generosidad contrae sufrimientos colaterales... Convivir con esta mujer es conocer facetas llenas de emotividad, llenas de amor y mucha entrega, darse a los demás. Ella es acreedora a tal menester, gente como ella merecen ser amadas.



                                                                                                                                                    Mondel