Quantcast
4
Sábado, 13 de Abril de 2013

Balsa Cirrito


[Img #22757]




VIVA EL REY, QUÉ DEMONIOS


 
 

 

Mira que me gustaría ser republicano, caray, pero no lo consigo por mucho que lo intente. Supongo que se trata sobre todo de una reacción estética, porque en nuestros días la diferencia ética no existe. En los lejanos tiempos de la II República, la distinción entre monarquía y república sí que tenía sustancia, y era, aproximadamente, la que había entre autoritarismo y democracia. Hoy en día se diferencian tanto como una col y un repollo. (O una salchicha y un perrito caliente).

Escucho a muchos que se han vuelto republicanos a raíz de los recientes escándalos de la Familia Real. Mal hecho. Por la misma regla, deberíamos dejar de ser demócratas, habida cuenta de la enorme cantidad de sinvergüenzas y trincadores desalmados que ha fabricado la democracia. Según la lista de inculpados demócratas, tendríamos que ser más totalitarios que el que inventó el saludo de Heil Hitler. Sin embargo no; confiamos en el sistema, en la libertad, en el parlamentarismo, en la Constitución y en los sorteos de la ONCE.

En todo caso, si se demostrara que algún miembro de la Familia Real ha metido mano donde no debiera (y no me refiero a ningún escote de señora), eso sólo significaría que tal miembro de la realeza habría demostrado ser muy español.  “Yo quiero ser un español normal”, habrá dicho. Y, como todo el mundo sabe, si nos topáramos con una lámpara maravillosa que nos concediera nuestros deseos y le pidiéramos (que sería un deseo bastante tonto, pero vaya)  que nos convirtiera en un español corriente, el genio de la lámpara seguramente nos transformaría directamente en imputado.

Soy monárquico, sí. Supongo que ser monárquico tiene una pizca de irracionalidad (pero tampoco es muy racional que nos gobiernen entre Angela Merkel, el Banco Central Europeo y el FMI) (y lo poquito que gobierna Montoro), lo cual en el fondo no es malo: un poco de insensatez proporciona oxígeno e independencia a nuestras ideas. Pero ni siquiera se trata de una apuesta completamente ilógica.

En un par de ocasiones he expresado mis motivos en estas páginas, y no debían ser muy malos, porque los he visto repetidos varias veces por otras personas, incluso con los mismos ejemplos. Un monarca, al fin y al cabo realiza un trabajo, y ese trabajo lo hace mejor alguien de una familia real que un presidente electo. Los reyes permanecen durante mucho tiempo y terminamos por conocerlos como a alguien de nuestra familia. Si pregunto quién es el presidente del gobierno marroquí no me responde ni el corresponsal de Al-Yazira. En cambio, si pregunto quién es el rey de Marruecos, casi todo el mundo, empezando por los lectores de Hola, sabrá que me refiero a Mohamed VI (y muy probablemente visualicemos sus rasgos redondeados como una colección de pelotas de ping-pong). Los jefes de estado básicamente sirven para representar a una nación como, para el caso, haría un presidente de la República Española (¿Quién sabe cómo se llama el presidente de Alemania? ¿Y el de Italia?) (No digo el presidente del gobierno, sino el presidente de la República Italiana o la República Federal Alemana).

Y existen más ventajas. Imaginemos que en el futuro la princesa Beatriz, heredera de nuestra corona, se casa con un hijo del príncipe Harry de Inglaterra, heredero real de aquel país. Tendríamos el Reino Unido de España y Gran Bretaña (¡hasta rima!), con lo que, aparte de recobrar Gibraltar, disfrutaríamos de una liga de fútbol para no despegarnos de la televisión.
(Y lo fácil que iba a ser aprender inglés).



Comentarios (4) Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.10

  • HMM

    HMM | Sábado, 13 de Abril de 2013 a las 21:52:50 horas

    Sr. Balsa, le felicito por este artículo que há escrito, ameno divertido y al mismo tiempo lleno de sentido comun, cosa que hoy pocas personas utilizan. Yo tambien me siento monárquico, a pesar de que esta institucion no está pasando por sus mejores momentos, y deseo que nos represente muchos años más, pués estos tiempos son difíciles para todos.. Un saludo

    Accede para responder

  • porreta

    porreta | Sábado, 13 de Abril de 2013 a las 21:23:34 horas

    gracias eufemiano fuentes sin ti no hubiera sido posible el los mundiales de futbol y baloncesto, las eurocopas y los roland garros, GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.

    Accede para responder

  • toñi

    toñi | Sábado, 13 de Abril de 2013 a las 20:18:27 horas

    Serás monárquico, pero no es Beatriz sino Leonor.

    Accede para responder

  • porreta

    porreta | Sábado, 13 de Abril de 2013 a las 19:52:17 horas

    Las reglas de tres no se aplican en la política, por otro lado ¿para que sirve el rey? ¿es absurdo que seas monarquico? Si queremos cambiar la españa de siempre tendremos que empezar desde arriba, asi es como la gente se ilusionaria, no me a gustado tu articulo.

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.