La Hermandad del Nazareno decide volver a capilla pese a que tenía los tres titulares ya en la calle


Los partes eran favorables a primera hora del día e incluso a las doce de la noche, dos horas antes de su salida, este medio pudo hablar con el hermano mayor de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista, quien confirmaba que se realizaría la estación de penitencia y que además, no había previsiones de lluvia. Tanto es así que a las dos de la madrugada, la Cruz de Guía aparecía por el dintel de la puerta de la parroquia de Nuestra Señora de la O y el cortejo compuesto por cientos de penitentes comenzaban a desfilar por la plaza Bartolomé Pérez portando varales, insignias y cirios. Pero el final ha sido otro y la amenaza de lluvia ha obligado a dejar inconclusa esta Madrugá.

Como cada año, y teniendo en cuenta la devoción que se profesa al Señor de Rota, han sido muchos los ciudadanos que han acudido a ver la salida de Jesús Nazareno y su madre la virgen de la Amargura. Pese a las buenas condiciones meteorológicas de la tarde de Jueves Santo, y las que de hecho, manejaba la hermandad, justo a la salida comenzaban a caer algunas gotas, pocas, apenas perceptibles, pero el presagio de que algo estaba cambiando. Aún así, el cortejo seguía su itinerario con María Santísima de la Amargura a la cabeza, seguida de San Juan Evangelista y cerrando Jesús. Fue precisamente cuando el Nazareno hacía acto de presencia por la esquina de la plaza Barroso, cuando de repente la lluvia volvía a escena, esta vez con algo más de fuerza aunque todavía soportable. La estación de penitencia continuaba aunque entre la multitud ya se oían comentarios de que el tiempo había cambiado y que incluso en localidades cercanas como Jerez ya habían comenzado a suspenderse la salida de algunas cofradías en esta Madrugá.

En Rota, querían ser más optimistas y de hecho, en la plaza de España a las cuatro menos cuarto de la madrugada se encontraban los tres titulares, lo que hacía presagiar que sólo se trataba de una nube pasajera y que todo continuaría con normalidad y según lo previsto. Sin embargo, con todo el cortejo formado a la espera de que desde el balcón del antiguo Ayuntamiento se iniciara el Sermón de Pasión, el tiempo pasaba sin noticias hasta que a las 03.55 horas, el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías anunciaba que la junta de gobierno de la Hermandad del Nazareno decidía, por la amenaza de lluvia, volver a capilla. Enseguida se llamó a los hermanos de hábito a formar filas y volver de forma ordenada a la parroquia de la O. Concluía ahí la estación de penitencia de esta hermandad que por tercer año consecutivo ha tenido la mala suerte de que el tiempo no le haya acompado.

Cubierto con un plástico para protegerlo por si el tiempo caprichoso volvía a jugarle una mala pasada, las imágenes de Jesús y de San Juan iniciaban el desfile dejando en último lugar el paso palio. Sin embargo, la premura con la que se tomaba la decisión de regresar al templo parroquial para no arriesgar el patrimonio artístico, contrastaba radicalmente con el paso lento con el que finalmente se recogieron los titulares. Y es que no hasta una hora después de anunciarse la interrupción de la salida procesional, a las cinco de la madrugada, cuando el Nazareno entró en la parroquia, ya sin el plástico que lo cubría del que fue despojado en Pérez de Bedoya. Los cargadores quisieron lucirse en el corto trayecto que separa la plaza de España de Bartolomé Pérez y aprovecharon que a esa hora no caía una sola gota para lucirse, meciendo al Señor de Rota y estirando al máximo su estancia en la calle. Lo mismo ha ocurrido con San Juan y María Santísima de la Amargura, esta última entraba en capilla pasadas las seis de la mañana cerrando así definitivamente la Madrugá que ha quedado inconclusa por culpa de la lluvia que en Rota ya ha dejado sin estación de penitencia a tres cofradías. A su recogida, muchos ciudadanos los arroparon, casi los mismos que los vieron salir y aquellos que, sobre la marcha, se fueron enterando de la dolorosa decisión. Antes de entrar en capilla, se le dedicaron saetas a los titulares.

La madrugada del Viernes Santo no ha podido completarse un año más con normalidad, en este caso por la amenaza de lluvia que ha vuelto a poner en un aprieto a la junta de gobierno de esta hermandad, al igual que le pasó el Martes Santo a la Veracruz, y el Miércoles Santo a la Hermandad de la Salud. En cualquier caso, la decisión era difícil teniendo en cuenta el largo recorrido al que se enfrenta el Nazareno y la posibilidad de que la lluvia sorprendiera alejada del templo parroquial, por eso, pese a la incomprensión de algunos, esta junta de gobierno no quiso jugársea.

Habrá que esperar a esta tarde de Viernes Santo para saber si el Santo Entierro y el Cristo de la Veracruz podrán realizar su estación de penitencia.