CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA



  
 

El pasado fin de semana asistimos a un fenómeno meteorológico extraño. Bueno, lo realmente extraño era el nombre con que lo bautizaron los hombres y las mujeres del tiempo: ciclogénesis explosiva.

En realidad no era más que un fenómeno ya conocido. Viento huracanado, lluvia, fuertes oleaje…Nada que no hayamos vivido en otras ocasiones.

Resultaba novedoso, eso sí, porque, acompañando al pésimo tiempo reinante, surgía otras ciclogénesis explosivas.

La primera era deportiva. Lance Armstrong, el ex ciclista estadounidense ganador de siete Tours de Francia, desvelaba la gran mentira que ha significado su carrera deportiva, tras confesar públicamente, a través de una cadena de televisión norteamericana, que se dopó para alcanzar los triunfos logrados. La reacción del mundo deportivo no se hizo esperar, especialmente en la parcela del ciclismo. El laureado, el admirado, el héroe, el superhombre… había engañado a todos durante todos estos años.

Sólo él, Lance Armstrong, conocerá el por qué de su confesión a estas alturas de su vida. Pero lo que es cierto es que dejó perplejo a muchos, entre los que me incluyo.

Otro “fenómeno” que acompañó el paso del temporal del pasado fin de semana fue, cómo no, de carácter político.

El periódico El Mundo destapaba la noticia de que el ex tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, “pagó sobresueldos en negro durante años a parte de la cúpula del PP”. Según el rotativo, Bárcenas “distribuía cada mes sobres con cantidades entre 5.000 y 15.000 euros a secretarios ejecutivos, cargos públicos y otros miembros del aparato”, con dinero B procedente “de constructoras, empresas de seguridad y donaciones”.

La “ciclogénesis” resultó tan explosiva que, durante unos días, la ciudadanía se olvidó de la cuestión catalana. Ya saben, el interés de los partidos políticos catalanes CiU y ERC, de llevar a cabo un referéndum por la independencia de Cataluña del Estado español.
Días antes, el mismo periódico publicaba que el tal Luis Bárcenas disponía de 22 millones de euros en una cuenta en Suiza. Como pueden comprobar, el personaje es un buen patriota. Según su abogado, el Sr. Bárcenas declaró diez millones de esos euros evadidos y almacenados, durante la amnistía fiscal declarada por el Ministerio de Hacienda de hace unos meses.
La cosa se las trae. Mientras que algunos/as andan cerrando servicios de urgencia sanitaria para ahorrar algunos millones de euros, no muchos no crean, el ex tesorero del PP…pues, ya ven.

Mientras que muchos jóvenes se las ven y se las desean para sacar adelante sus estudios por el incremento de las tasas universitarias y la disminución de las becas, el ex tesorero del PP…pues, ya ven.

Mientras que nos indican que los gastos de los comedores escolares son insostenibles, que los servicios de ambulancia ídem, las recetas farmacéuticas tienen que ser rerrepagadas…el ex tesorero del PP…pues, ya ven.

Este fenómeno, al igual que el atmosférico, no es nuevo. Esta vez, la ciclogénesis procede de las “bajas presiones” del PP. Pero ningún partido político está  a salvo en el “anticiclón”.  Hasta en el entorno familiar del Jefe del Estado se ha producido una especie de “tormenta tropical”. Aunque, hay que decir que el fenómeno todavía está siendo estudiado, en este caso, por los meteorólogos, quiero decir, por la Justicia.

Todo este tema de las corruptelas, los robos, los salva patrias…resulta ya demasiado repetitivo. Pero, la verdad es que nunca nos acostumbramos a ellos.

También en nuestra población parece que  se está originando un estado de “bajas presiones atmosféricas”.  Se desconoce todavía si la situación va a acabar en borrasca o en calma total. Sea como fuere, no tendrá el alcance mediático de la ciclogénesis explosiva que ha supuesto el caso “Bárcenas” que ha recorrido el país entero. Aquí, como mucho todo quedará en casa. Ya se sabe que, en estos casos, cada localidad tiene su propio “microclima” con sus tempestades y sus calmas.

Retomando las denuncias del periódico El Mundo, sorprende que, por parte de los dirigentes actuales del PP, se afirme que Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal acabaron con las prácticas de esos sobres B cuando accedieron a dirigir los designios del Partido Popular. Ello no viene si no a afirmar que semejantes hechos se producían con anterioridad. Lamentable.
Los efectos de esta ciclogénesis explosiva política supongo que lo conoceremos en los próximos días. De momento, todos los que han ostentado cargos de alta responsabilidad cuando se repartían los sobresueldos en blancos sobres con dinero negro, han negado tener nada que ver con el asunto. Ya veremos.

Pero dejemos  las ciclogénesis políticas para otros artículos en  que, sin duda, aparecerán, y dediquemos las últimas líneas a asuntos más gratos. Porque, al margen de todas estas deplorables noticias, he presenciado dos acontecimientos agradables que tienen que ver con el Carnaval. Por una parte, el pasado sábado día 19, asistí a la presentación del libro del compañero Pedro Pablo, “Cuatro siglos de Carnaval en Rota (1605-2012)”. Fue una entretenida presentación llena de curiosidades del trabajo de investigación llevado a cabo por el autor.

El otro evento fue la presentación del pregonero del Carnaval de este año: Esteban Gatón. Hasta el viento quedó en calma el domingo y, por un rato, nos olvidamos del estado atmosférico-político nacional y local.

Salud.