Calle Charco, con Antonio Franco
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SOLIDARIDAD Y CARIDAD
Junto a los vocablos Paz y Amor, tal vez la Solidaridad y la Caridad sean las palabras más repetidas cuando se vislumbra el solsticio de invierno con sus olores navideños y sus sonidos de ilusión.
Pero, aunque algunos puedan confundir ambos conceptos, los de solidaridad y caridad, en el fondo, y sobre todo en la forma, son muy diferentes.
La semántica de ambos términos nos saca de dudas. Así, el significado de caridad es limosna, auxilio, socorro, ayuda, protección. Desde el punto de vista religioso es una de las tres Virtudes Teologales que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Se trata, pues, de una virtud cristiana opuesta a la envidia y a la animadversión.
Sin embargo el significado de solidaridad viene a ser el de participación, apoyo, compañerismo, adhesión, respaldo, unión…
Ambas expresiones encierran, sin duda, bondades humanas. Ambas nos humanizan.
Lo que pasa, muy a menudo, es que la puesta en práctica de ambas, sobre todo la ejecución de la solidaridad es más difícil, resulta mucho más dura. A veces, hasta más costosa en términos económicos. No siempre es así. En ocasiones, la solidaridad consiste en estampar tu firma en una hojilla para apoyar una Iniciativa Popular contra los Desahucios. Y rubricar es gratis.
Creo no equivocarme si afirmo que nadie, o muy pocos para no generalizar, se arruina por ser caritativo. Tampoco por ser solidarios. En cuestiones de caridad, aunque se trate de un cristiano convencido, lo del amar al prójimo está bien, pero eso de amarlo como a nosotros mismos resulta casi imposible de llevar a cabo. De ahí la sentencia de que “la caridad empieza por uno mismo”. Frase ésta utilizada por cristianos “de pro”, con demasiada frecuencia.
Intentaré hacer ver la diferencia entre ambos conceptos.
Semanas atrás, se convocó una huelga general en toda España contra la política de recortes. Entre los funcionarios del Ayuntamiento de Rota hubo quienes hicieron huelga ese día. Se puede afirmar que éstos se solidarizaron, en el sentido de que respaldaron, se adhirieron y apoyaron a todos aquellos que lo están pasando mal.
Hubo otros que prefirieron trabajar ese día y donar una cantidad de su sueldo (treinta euros, creo recordar) a Cáritas con el fin de que esta Asociación le hiciera llegar la cuantía recaudada a los más menesterosos de nuestra localidad. Es decir, no se solidarizaron, pero si actuaron caritativamente. Esto es, practicaron la caridad, la ayuda, el socorro…con el prójimo.
En este ejemplo extraído del análisis y de la observación se puede decir que la solidaridad resultó más cara a los que la practicaron. Para que la caridad hubiese igualado en este caso a la solidaridad, los funcionarios que se decidieron por esta Virtud Teologal tendrían que haber donado la misma cantidad que a sus compañeros solidarios le restaron de la nómina de este mes.
No se me enfaden los que prefirieron la caridad a la solidaridad. Se trata sólo de un ejemplo para que el lector entienda la diferencia entre uno y otro concepto. Y, la verdad, no se me ha ocurrido otro ejemplo mejor que este.
Otro acontecimiento que puede hacernos ver la diferencia entre solidaridad y caridad es el Decreto emitido por nuestra Alcaldesa con fecha 30 de noviembre. En él se redacta que cada concejal vea minorado un total de 2.000 euros, distribuido en cuatro mensualidades con el fin de destinarlo a un comedor social. Este es un ejemplo de Caridad.
La Solidaridad, en este caso, sería que los concejales del equipo de gobierno que tienen paga extraordinaria en Navidad, la donaran también para este fin y así solidarizarse de paso con todos los funcionarios de la localidad (no sólo los funcionarios locales, también profesores, policías, médicos, enfermeros…) que, como todos sabemos no van a cobrar la paga extra de Navidad por Decreto del Gobierno Central. Si así hubiesen actuado hubiesen logrado ser solidarios y caritativos al mismo tiempo. Tengo que añadir que no todos los concejales del equipo de gobierno disfrutan de esa paga extraordinaria. Son ocho los que tienen dicha paga. Son, esos ocho los que “no han sido solidarios”, por así decirlo.
No sé si con este segundo ejemplo pueden apreciar igualmente la diferencia entre ambos conceptos.
Otra diferencia que aprecio entre la Caridad y la Solidaridad es la temporalidad. Aunque hay personas caritativas todo el año, esta virtud suele prevalecer sobre todo en estas fechas. Hay que recordar que las personas tienen que comer todos los días del año. En cambio la Solidaridad no entiende de fechas.
Soy consciente de que con la redacción de este artículo me arriesgo a que toda una caterva de seudónimos me “asalten” a piropos. Suele pasar cuando se afronta cuestiones que pueden resultar espinosas, sobre todo para los comentaristas anónimos.
En vista de que este artículo de opinión va a compartir espacio temporal con las fiestas navideñas, aprovecho para desear a todos los lectores una Feliz Navidad, Salud para todos, Trabajo y también Suerte. Aunque tener Salud y Trabajo, es toda una Suerte en estos momentos.
También para mis adversarios ideológicos que contrastan mis ideas con las suyas pero desde el respeto. A los que tratan de ofenderme con sus comentarios, también los mismos deseos para ellos. Decirles, eso sí, que no consiguen su objetivo (el de ofenderme).
Salud.












Joe | Miércoles, 26 de Diciembre de 2012 a las 20:25:10 horas
antonio, ¿Terminará otro año sin enterarnos de quién es funcionario que echaba más horas extras de lo posible en un mes tras otros? Nos gustaría saberlo antes que finalice 2012, pero si no es posible, a ver si lo conseguimos en 2013. Gracias.
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