Balsa Cirrito
RUSIA, LA X DE EUROPA Y EL CHULO DENTRO DE 100 AÑOS
Supongo que se acuerdan ustedes de Víctor Maña, el donoso escribidor que la temporada pasada, durante unos meses, colaborara con sus artículos en Rota al día, justo al lado de un servidor de ustedes. Pues bien, hace bastantes años, en nuestra lejana adolescencia, Víctor y yo mantuvimos una curiosa discusión que todavía recuerdo (por más que el hecho de mantener discusiones siga siendo para nosotros una excelente costumbre). Hablábamos de Julio Verne. (Hay que tener en cuenta que entonces no había videojuegos ni páginas web pornográficas, fundamentos ideológicos del adolescente europeo del presente.) Discutíamos acerca de la eficacia de Verne como anticipador del futuro. Al escritor francés se le suele considerar como un adelantado a su tiempo, como un visionario capaz de vislumbrar el porvenir, sobre todo el tecnológico. Sin embargo, yo sostenía que como anticipador Verne era una boñiga, que casi todos los inventos conceptuales que se le atribuían ya estaban efectivamente inventados en su tiempo, aunque de forma embrionaria. Víctor Maña, en cambio lo defendía con firmeza, y no sólo en su faceta tecnológica, sino también en su vertiente geopolítica.
- El tío fue capaz de adivinar que las potencias del futuro – decía Víctor – iban a ser Estados Unidos, China y Rusia.
- Bah, eso no tiene mérito – respondía yo manoteando de forma despectiva.
- Cómo que no. En su tiempo el Imperio Británico dominaba el mundo. Y los chinos, como quien dice, eran una colonia de los europeos.
- Bah, bah, bah. No hay que ser muy listo para adivinar quién va a dominar el mundo dentro de cien años.
- ¿No? Pues venga, tío. Dilo tú. Di cuáles van a ser las grandes potencias del año 2079.
Debo reconocer que, por una vez, Víctor me dejó callado. Al momento no supe que responder. Hasta diez segundos tardé en recuperarme. Cuando lo hice, intenté poner a Víctor a su vez en un brete.
- De acuerdo. Vamos a hacer una cosa – dije -. Tú coges un papel y yo cojo otro, y escribimos cómo creemos que será el mundo dentro de cien años. Guardaremos los papeles y los miraremos dentro de mucho tiempo para ver si nos vamos acercando.
Y eso hicimos. Cortamos dos hojas de la libreta del instituto y escribimos nuestras previsiones para el 2079. ¿Qué escribimos? Pues no lo sé; lamentablemente, no recuerdo una sola palabra de nuestras profecías y, yo al menos, no conservo aquellos papeles. Pero la idea sigue pareciéndome sumamente atractiva. El mundo dentro de cien años.
100. Cien. 2112. (¡Capicúa!)
El planeta dentro de un siglo. ¿Cómo será? De hecho, ¿habrá planeta? Pues vamos a imaginar. Al menos, desde el aspecto político. Así, ¿cuál será la primera potencia mundial en los albores del siglo XXII? ¿Quién manejará el cotarro planetario? ¿Quién?
¿EEUU? Pues lo veo difícil. ¿China? Ya hablamos de eso la semana pasada, y no nos vamos a repetir, pero, en fin, no. ¿La India? A veces se propone a la nación hindú como una alternativa de poder, pero, digo yo, deberá ser con vistas a un futuro muy, muy, muy largo.
(Por cierto, la guerra del futuro más previsible y peligrosa no será un conflicto de alguna variedad de la eterna lucha entre Oriente y Occidente, sino entre la India y Paquistán, dos naciones que, desgraciadamente, poseen la bomba atómica. Dan miedo.)
¿Rusia? A ver, ¿Rusia? Pues si bien se mira… Para mí que Rusia será la gran potencia del porvenir, aunque para ello deberán solucionar sus problemas nacionalistas con sus particulares cataluñas. Si lo consiguen, llegarán. Tienen extensión. Tienen recursos naturales casi ilimitados. Tienen un aceptable nivel educativo. Tienen una población grande pero no excesiva (la demasía poblacional, en muy pocos años será un importante lastre para las naciones, más que una ventaja). Tienen un clima insoportable que la convierten en una nación escasamente agradable para la inmigración. Y son, a la vez, europeos y asiáticos. Por supuesto, los rusos nos parecen algo raros y demasiado borrachos, pero, puestos a decir, más raros son los hindúes o los chinos. En todo caso, mi escritor favorito siempre ha sido Tolstoi, mi músico preferido Tchaikovski y mi tapa predilecta la ensaladilla. Rusa.
¿Y Europa? ¿Qué pasará con Europa? ¿Qué posición ocupará en el mundo futuro? Pues, y siempre según mi modesta opinión, el papel del viejo continente vendrá a ser aproximadamente el mismo que ahora. La chicha y la limoná of the world. La gloria y el pesar de Europa es su historia, y el peso abrumador que le confiere, tanto a ella como al resto del mundo. Porque, eso sí, Europa siempre será un modelo. No sólo por su forma o nivel de vida sino porque, en definitiva, es la metrópoli. Hay una circunstancia curiosa: la práctica totalidad de los países del mundo ha sido colonizado en algún momento de su historia, parcial o totalmente, por alguna nación europea. Nación europea occidental, para ser más concretos. Si nos fijamos, el núcleo espiritual del planeta es una X, una de cuyas aspas va de Gran Bretaña a Italia, y la otra de Alemania a España, cruzándose en Francia. Entre estos países y sus apéndices (Portugal, Austria o los Países Bajos) y la suma de Grecia, se ha cocinado lo más importante que ha producido la humanidad. Decía el poeta sevillano Fernando Villalón que “el mundo se divide en dos partes: Sevilla y Cádiz”. Pues, en cierto sentido, podríamos ampliar esa división. El mundo en dos partes: dentro y fuera de la X. Porque, no sé si acertaré en esa previsión de que Rusia liderará el planeta en cien años, pero una cosa sí que doy por segura, dentro de doscientos será otro país diferente el que mande, y dentro de trescientos otro, y dentro de cuatrocientos otro…
Y supongo que los de la X seguiremos estando ahí.












viriato | Martes, 18 de Diciembre de 2012 a las 16:56:59 horas
Cirri, te queremos!!!!!!!!!!!
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