Harta y con miedo
Estoy harta de firmar peticiones, de salir a la calle a manifestarme, de ayudar a gente necesitada, a parad@s, a estudiantes, jóvenes, a personas con empleos precarios, a enfermos, etc. Y yo me pregunto ¿lo estamos haciendo bien? porque mientras que much@s tratamos de sacarles "las castañas del fuego" al gobierno y haciendo lo que ellos no hacen; los que de verdad tienen necesidades (que cada día son más) están en casa por miedo a perder lo poco que tienen, por comodidad o porque ya tienen bastantes penas y penurias con su situación como para salir a exigir lo que les corresponde.
No me considero insolidaria, soy de las que piensan que hay que dar la caña y enseñar a pescar y no dar el pescado, (para mí es más digno el trabajo y la solidaridad, que la caridad y la limosna), pero me parece que much@s españolit@s se están acostumbrando a pedir o llorar donde no deben. Deben exigir al gobierno, a la banca, a los sindicatos, a los ricos, a los empresarios potentes, a los grandes defraudadores y evasores de grandes capitales; esos son los que verdaderamente tienen que dar trabajo y buscar soluciones para salir de la crisis en la que estamos y ellos nos metieron. Quizás si no les ayudásemos l@s ciudadan@s de a pie, y no tuviesen para dar a sus familias lo que necesitan, ell@s saldrían a la calle y lucharían por lo que de verdad les pertenece y a lo que tenemos derecho: un trabajo digno, un bienestar social acorde al siglo XXI, una vivienda digna, una sanidad y educación de calidad, unas ayudas a la dependencia, etc. y no una limosna o caridad. Creo que son nuestros gobernantes los que tienen que actuar ayudando a los que más lo necesitan y pienso que nuestra labor no es solucionar los problemas, sino estar junto a l@s que más problemas tienen para que "JUNTOS/AS" luchemos para conseguir y exigir lo que nos corresponde a tod@s y a lo que tenemos derecho.
Sé que muchas personas me van a criticar y pensar que no pienso en l@s demás, pero quizás porque pienso demasiado en l@s que me rodean y lo están pasando mal. Me está dando miedo esta vuelta a los años del franquismo donde la caridad, la leche en polvo, la limosna del rico, la espera en la plaza del pueblo a que el señorito nos diese un trabajo, las ayudas de la Sección Femenina en los comedores de Auxilio Social, el que la señora de la casa en la que servíamos nos diese la ropa, las sobras y los juguetes que sus hijos no querían, el besar la mano al cura, quitarnos la gorra ante el patrón, el estar eternamente agradecid@s a l@s que nos daban algo como limosna y no como algo que nos pertenecía, el no solicitar un sueldo digno o unas condiciones laborales justas. Aquellos tiempos en los que los pobres eran muy pobres y consideraban que ese era su sino (servir, padecer y ser agradecidos), y que los ricos eran muy ricos y que con ir a misa y dar limosnas ya hacían suficiente.
Tengo miedo porque cada vez los ricos son más ricos y los pobres son más pobres, y que esa digna clase media que tanto luchó y consiguió está en vías de extinción. Si, tengo miedo, mucho miedo al pasado: a mendigar lo que por justicia me corresponde, no poder estudiar (porque eso es sólo para los ricos), no poder ir al hospital (por no poder pagar), no poder hablar o manifestarme por miedo a represalias, y también tengo miedo al presente: a ese enfrentamiento de un@s contra otr@s, a esa criticas destructivas, a esos personalismos y egoísmos, a nuestros pequeños reinos (mi casa, mi habitación, mi nevera, mis cosas), a no compartir, a relacionarnos solo a través de los móviles o las redes sociales, a no conocer a l@s que nos rodean, a no querer saber nada de las personas que viven junto a nosotr@s y que ell@s tampoco sepan nada de nuestra vida. ¡Ah! pero eso sí, estamos muy enterados de la vida de l@s personajill@s que salen en la tele, de los logros de nuestr@s deportistas, de todas esas cosas que hacen que nos distraigamos y no pensemos en la triste realidad que nos ha tocado vivir y que no hagamos nada por salir de ella.
Eso sí, siempre estaré junto a tod@s aquell@s que luchan pacíficamente por sus derechos, porque “JUNTOS PODEMOS”
P.D. Es la segunda carta que escribo en poco tiempo, pero necesitaba expresar lo que siento en estos momentos. Gracias por leerme.
Respeto la opinión de todas las personas que hacen comentarios a mis escritos y su libertad para hacerlos, pero no contesto ni a críticas, ni alabanzas, aunque sí las leo y tomo en consideración. Es mi forma de actuar.
Lola Fernández Trenado
Lidia | Domingo, 09 de Diciembre de 2012 a las 08:43:47 horas
Lola, me gusta leer los artículos de este periódico. Y también sé que cuando pones ¨@¨ es porque quieres referirte al masculino y al femenino. Pero por favor, yo te pediría si no es mucho pedir que pongas solo ¨o¨ cuando quieras referirte al masculino y femenino. Y es que o yo soy muy cortita o no puedo hacer dos cosas a la vez, pues mientras mi cerebro interpreta "@", pierde el hilo de lo que estaba leyendo. Creo que no se es más progresista por poner "@", el progresismo se demuestra de muchas otras formas. Pero por supuesto eres libre de seguir haciendolo, aunque yo no te leeré.
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