Por el sur tenemos un dicho que dice: “Es como el borracho, entra riñendo para que no le riñan”.

Pues bien, eso parece ser que están haciendo algunos partidos políticos en Cataluña de cara a las próximas elecciones del domingo 25, para tapar mi mala gestión, creo un problema donde no lo hay y así disimulo la poca capacidad de gobernar.

En estos días vemos en los telediarios secciones especiales sobre las elecciones catalanas en las que los diferentes candidatos a la presidencia de la Generalitat exponen sus programas de gobierno y sus ideas para captar el voto de los ciudadanos, pero si algo diferencia a estas elecciones autonómicas de las anteriores es la cantidad de veces que se usa la palabra independencia, sobre todo por parte de Ciu, el partido que actualmente ostenta el Gobierno catalán y que está usando estas elecciones en clave soberanista, manipulando cada voto que va a recibir como un voto a favor de la separación de Cataluña de España.

A día de hoy, y bajo el Gobierno de Ciu, los catalanes destinan 35 millones de euros a embajadas catalanas fuera de España, 388 millones de euros a pagar la televisión pública catalana y más de mil millones de euros a mantener las Diputaciones provinciales, todo esto sin olvidar que el Presidente de la Generalitat, Artur Mas, cobra más que el Presidente del Gobierno; mientras en Cataluña tienen el 40 por ciento de los jóvenes en paro, tienen un fracaso escolar del 30 por ciento, más de 27.000 familias carecen de vivienda y 4 de cada 10 familias están en el umbral de la pobreza... ¿De verdad se creen los partidos catalanistas que lo que le preocupa a los catalanes es la independencia?

Gracias a la injusta Ley Electoral que tenemos, y que ni PP ni PSOE ni IU quieren cambiar, el partido independentista y catalanista de Ciu tiene 16 parlamentarios en el Congreso de los Diputados, es decir, que están en una Cámara en la que se representa a todos los ciudadanos, a todos los españoles, los Diputados de Ciu tienen voz y voto en temas legales y presupuestarios de andaluces, madrileños, gallegos, murcianos... es decir, de todo el país, pero un momento, ¿los de Ciu no piden la separación de Cataluña de España? Entonces ¿por qué siguen formando parte y cobrando por pertenecer a un organismo legislativo español? La respuesta, como dicen ellos: “La pela es la pela”.

Tampoco debemos olvidar de donde viene todo esto, recordemos aquel famoso “Estatut” de Cataluña que, con el apoyo explicito y fundamental del PSOE y del PSC, salió adelante marcando una diferencia y una fractura entre ciudadanos dentro del mismo país. Ahora, en una época que la ciudadanía está completamente desamparada y carente de liderazgo, es muy fácil que falsos profetas nos vendan la “salvación” del mundo, pero no nos dejemos engañar, el poder reside y residirá siempre en la ciudadanía y somos nosotros los que debemos quitar falsas caretas cubiertas de rancio nacionalismo que, al contrario de lo que predican, apuntillarán la maltrecha economía y colaborarán de forma determinante en el empobrecimiento de los ciudadanos.

Una vez que pasen las elecciones del domingo 25 nos enfrentaremos a la propuesta por parte de Ciu y de la izquierda catalana de un referéndum soberanista sobre Cataluña, hecho este prohibido expresamente por la Constitución Española del 78 ¿Permitirá Rajoy este referéndum ilegal? ¿Permitirá el PP ventajas fiscales a Cataluña como las apoya y defiende en el País Vasco? ¿Permitirá el PSOE que el PSC pida más independencia para Cataluña como en el caso del Estatut? ¿Seguirá apoyando Izquierda Unida a sus socios catalanes de ICV en su petición de secesión de Cataluña de España?

Yo, personalmente, no concibo una España sin Cataluña ni una Cataluña sin España, y estoy seguro que una mayoría de los catalanes, también. Como español que soy me preocupa lo que le pase a mi país, y Cataluña forma parte mi país.


Hugo Cañellas Ávila