Calle Charco, con Antonio Franco
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¿TRUCO O TRATO?
Tras el Trata-do de Maastricht se inventaron una nueva moneda y, con ello, una nueva Política europea. Atrás quedaba la idea originaria de abrir fronteras al transito de personas y mercancías y a acuerdos comunes dentro de un “común mercado”. Hasta se cambió el nombre original (Mercado Común Europeo) por el de Unión Europea. Ahora Europa se parece más a un parquet de Bolsa de Valores que a una unión social verdadera.
Con la nueva moneda, el euro, los españoles (y en general todos los europeos “pobres”) nos “sentimos” igual de ricos que alemanes, franceses e ingleses. Habíamos dejado de ser un pueblo de emigrantes para convertirnos en un pueblo que acogía a emigrantes. Habíamos “dado un gran salto hacia delante”. Nuestra común moneda “valía” más que el dólar. Y en esto de cambios de pesetas a dólares sabíamos mucho los roteños. En poco tiempo estábamos en la “Champión League” y nos codeábamos con lo “mejorcito” de la Economía Mundial. O eso creíamos. ¿Truco o trato?
Tras el Trato vino el Truco.
La crisis financiera destapó “nuestras miserias”. Habíamos ganado más dinero pero no éramos más inteligentes ni estábamos más preparados que antes. Habíamos creado una ilusionista sociedad, más que una sociedad ilusionada. Abandonamos el campo para levantar edificios y demandamos mano de obra extranjera para que se ocupasen de nuestros cultivos. Nos convertimos en los “nuevos señoriítos” europeos y podíamos presumir de ello ante subsaharianos, centro americanos y europeos del Este.
Pero había Truco. El nombre del truco era crisis. Y despertamos del sueño.
Nadie nos avisó en el Trato que la situación duraría para siempre. Nos ofrecieron préstamos hipotecarios largos y baratos, tan amplios y cuantiosos para que nos “sintiéramos” igual de europeos que los europeos. El Truco estaba en que, perdido el empleo por mor de la crisis, había que seguir pagando el préstamo hipotecario, largo y barato, a pesar de haber tenido que entregar la vivienda al que nos ofreció el Trato.
El dinero que había fluido por doquier, de repente, desapareció. Parecía no estar en ninguna parte. Se buscaron culpables. Primero, los ciudadanos que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades. Pero nadie nos avisó de que todo esto tenía Truco. Así nos propusieron un nuevo Trato para reconducir la situación creada (creada, ¿por quién?). El Trato consistía en reformar las condiciones laborales. Los despidos tenían que ser más baratos y los derechos conseguidos hasta ahora teníamos que ir dejándolos a un lado. Nos vendieron la idea de que los derechos en realidad son privilegios.
Y muchos se lo creyeron. Los que se resistían al nuevo Trato fueron denominados antisistema.
Aplicando la vieja estrategia de “divide y vencerás”, hicieron que nos enfrentáramos entre nosotros. Así, los funcionarios son unos “privilegiados” por tener un trabajo fijo y, por tanto, “merecen” que se les baje el sueldo. Los ex empleados de DELPHI son unos “privilegiados” por exigir sus derechos. Los huelguistas de RENFE o del Metro nos perjudican a los demás con sus manifestaciones. Los profesores no “trabajan” lo suficiente y, además, disfrutan de demasiado tiempo libre. El personal sanitario, ídem. Y así hasta un largo etcétera.
El Truco del Trato nos ha llevado a tener más de cinco millones de parados y ningún nuevo Trato parece ser la solución a la situación creada. Los emigrantes vuelven a sus hogares, nosotros volvemos al campo y volvemos a ser emigrantes. Aquellas viviendas que nos vendieron están vacías porque han sido embargadas. Parte de aquella ciudadanía “enriquecida”, se encuentra ahora mendigando en albergues y comedores sociales.
Se siguió buscando culpables. Ahora la mirada se dirigió a la Política y a los políticos. Aunque siempre, por desgracia, se han descubiertos a políticos corruptos y nunca antes se cuestionó el papel de la Política, ahora parece ser que todos los políticos son corruptos y que la Política, más que para resolver los problemas de la ciudadanía, se ha convertido Ella misma en un problema. Y la ciudadanía se deja arrastrar por esa “nueva marea” y arremete contra los políticos, contra todos los políticos. Ahora resulta que el Estado de las Autonomías no es valido porque resulta demasiado caro. Es igual de caro que ha sido siempre, pero en el ensueño de la riqueza en el se vivía nadie lo cuestionaba.
No hay duda de que lo están consiguiendo. Están consiguiendo que la ciudadanía ande dividida, arremeta contra la Política y los políticos y se cuestione los gastos que supone vivir en un régimen democrático.
Han desviado el objetivo de la ciudadanía. Nos cuestionamos los gastos de la Política pero no los que supone los privilegios de la Iglesia dentro de esta sociedad de la crisis; pero no los privilegios de la Jefatura del Estado, intocable, por otra parte. Cuestionamos gastos, pero no los armamentísticos; el escudo antimisiles frente al escudo de políticas sociales.
Aceptamos el Trato, pero éste tenía Truco.
Salud.
ANTONIO FRANCO GARCÍA












ROSA | Viernes, 09 de Noviembre de 2012 a las 09:23:39 horas
Que verguenza de equipo de gobierno tenemos en Rota, lo que tienen que hacer es no cobrar la paga extra de Navidad, que ya cobran bastante por no hacer nada. ¡Verguenza le debería de dar!
En otros Ayuntamientos de la provincia, el equipo de gobierno también ha decidido descontarse la paga extra.
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