A raíz de este trágico suceso, Rotaaldia.com ha podido hablar con el padre del pequeño agredido de forma reiterada en un colegio de Rota  para saber de primera mano cómo llevan esta situación y sobre todo, en qué punto se encuentra la situación denunciada el pasado mes de mayo, tras las continuas agresiones sufridas por su hijo durante varias jornadas lectivas, al parecer, según los informes de la denuncia, por tres compañeros del colegio mayores que él.

El progenitor ha mostrado a este periódico su total indignación por la "piña" que han formado, según comenta, "Consejería, centro educativo y Servicios Sociales". Y es que según ha manifestado, no logra entender la situación por la que atraviesa su familia, de "profunda injusticia" donde refiere, "está en peligro la vida de mi hijo". Lo que más indigna a los denunciantes es la "pasividad" de las partes competentes, en este caso Consejería de Educación y el centro educativo Pedro Antonio de Alarcón, y por ello, ha decidido hacer pública esta denuncia que se interpuso el pasado mes de mayo.

Este miércoles 12 de septiembre acudirán al Juzgado de Rota a declarar, donde "por fin se nos va a escuchar", y en días sucesivos lo hará la facultativa psicóloga que ha tratado a toda la familia por culpa de esta situación, y a finales de noviembre,  un psicólogo verá al niño para contrastar los datos y el informe que previamente han facilitado avalando su denuncia.

Para el padre del pequeño, según sus declaraciones a Rotaaldia.com, "la cuestión es que no se quiere reconocer que ha habido una falta de cuidado por parte de los profesores y lo único que les importa es mantener su reputación", cuestión a la que alude como la justificación de que "hayan cerrado filas" y no apoyen su denuncia. Aún así, "la que está en juego es la vida de mi hijo", manifiesta a este periódico un preocupado y a la vez indignado padre que recuerda que esta situación "que se podrían haber cortado desde el principio, nos está costando además los pocos ahorros que teníamos, que están bien invertidos porque es por el bien de mi hijo, pero que es difícil de afrontar en estos tiempos que corren".

Los padres del niño piden en primer lugar, que se haga justicia y que los responsables paguen por su "descuido", refiriéndose con ello a que las agresiones tenían lugar, según la denuncia, dentro del centro y que por tanto, los responsables son los docentes que se quedan a cargo de los menores, "tienen que tener esta mancha en su expediente". En segundo lugar, los denunciantes piden que se le adjudique a su hijo un colegio cercano al domicilio familiar "y no tres veces más lejos del que estaba antes. Mi hijo no tiene por qué levantarse una hora antes de lo que le corresponde por culpa de esta situación". La familia, incluso, plantea cambiarse de localidad ya que la situación les está sobrepasando causando daños psicológicos graves. La madre padece una gastritis a causa del estrés sufrido y el padre aún se está recuperando de un infarto sufrido en 2009. "No es justo lo que estamos viviendo", concluyen destacando las secuelas psicológicas que todo este asunto está creando en el menor.