La asociación para la defensa del patrimonio natural y cultural, "La Natural y Cultural de Rota", organizaba el pasado fin de semana una de sus últimas actividades puestas en marcha este verano con el fin de ofrecer alternativas de ocio siempre relacionadas con las raíces culturales de la localidad. En este caso, las calabazas roteñas fueron las principales protagonistas de una jornadas que se organizaba por segundo año consecutivo en la plaza Bartolomé Pérez.

Fue en este céntrico punto donde se expuso una curiosa colección de calabazas, de todo tipo, tamaños y colores, que llamó la atención de todos los asistentes y peatones que paseaban por la zona. Como ya ocurría el año pasado, esta jornada sobre una de las hortalizas de la huerta roteña más vinculada a la historia de la villa, se proyectaba el corto "El libro talonario", una obra de Pedro Antonio de Alarcón que se rodó en la localidad y cuyas protagonistas son las calabazas.

"La Base Natural y Cultural de Rota" ha destacado este símbolo de roteño explicando curiosidades como que este producto formaba parte de la famosa huerta local, capaz de surtir de frutas y verduras, mediante el barco de la hora a la capital. "Son muchas las referencias que de ella se cuentan, por ejemplo, se decía que al llegar los franceses a Rota, allá por la Guerra de la Independencia, confundieron las calabazas de las azoteas con cabezas,  pensando que la villa contaba con una gran defensa. También, se cuenta, que un concejal propuso introducirla en el escudo de Rota. Y entre anécdota y anécdota, su gran presencia en la cocina roteña", explican desde la organización del evento dando así muestras suficientes de la importancia de este fruto.

Cantada por Rafael Alberti en su poesía y llevada a la música por Carlos Cano, se convirtió ya en un símbolo en los años setenta, tras la instalación de la base militar y la desaparición de parte de sus tradicionales huertos mayetos. Hoy, muchos años después, los roteños vuelven a darle un lugar recordando el papel importante que ocupa en la villa, su propio legado natural y cultural, sus tradiciones y sus costumbres.

La II Jornada de la Calabaza de Rota se cerró con el regalo a los asistentes de un trozo de calabaza y la degustación de vino, mientras se visionaba el documental.