Otros días de verano
Otros Días de Verano
Si alguien está acostumbrado a leer mis cartas, “que pare ahora o no se queje para siempre”, pues con este título, prácticamente el mismo de la semana anterior, para nada vais ustedes a leer algo que se le parezca.
No sé si es por los efectos del calor, o por los efluvios de la cerveza que, después de cerca de un año en estado sinalcohólico, con los idus de Mayo, he vuelto a recuperar esta sana costumbre. Lo cierto es que no me apetece escribir de nada trascendental.
Hoy pretendo, otra cosa es que lo consiga, olvidarme de todo lo Importante, de las noticias de impacto, de los problemas del país y del mundo (Que quede claro que no me refiero a los periódicos), ni siquiera de los problemas de nuestra villa. Ni incluso, con todo el dolor de mi corazón, hablar de la inmensa Chavela Vargas, una de mis más admiradas, una de las más grandes, ahora que nos ha dejado. Hoy es otra cosa.
Como no quiero faltar a mi cita con los periódicos digitales y en formato papel de Rota, me atrevo a deciros esto.
Después de la euforia con la que salí contagiado del espectáculo impresionante al que nos tiene tan mal acostumbrados Izquierda Unida con su magnífica Noche Literaria, se me pasó por la imaginación hacer un especial del evento en versos alejandrinos o al menos endecasílabos; es más, me pasé la noche, ya que el sueño se había olvidado de mí, pariendo versos que respetaban la métrica, la acentuación e incluso la rima. Estaba convencido de que al menos alcanzaría la categoría de ripio de tercera. Pero, como entre los seres humanos, aparte de más guapas, más trabajadoras y más inteligentes, las mujeres son más sensatas, al comentarlo con mi compañera, ésta me hizo entrar en razón y me evitó quedar en ridículo.
Por ello hoy, no puedo menos que señalar la brillantez, la variedad, el compromiso, la profundidad y la simpatía, rebujados en veraniega coctelera, que supuso la Noche de la Literatura en la Calle: pero no temáis ustedes, salvo felicitar a Izquierda Unida por su labor, a los artistas por su éxito y al público por lo bien que lo pasó, no voy a decir más cosas.
Si este suceso es, a mi parecer, el centro neurálgico de la actividad cultural del verano en Rota, tampoco se pueden olvidar otros muchos esfuerzos, en mi opinión todos interesantes; de los que quiero destacar entre tantos, las noches con espectáculo, que bien en casas particulares o en establecimientos públicos, han llenado de música de calidad muchas de las noches roteñas. Tampoco voy a decir nombres, pues se me van a olvidar algunos y no quiero que mis amigos Lila Horovitz y Antonio Trigo se vayan a molestar si no me acuerdo de citarles; las exposiciones que hemos gozado con la contribución de grandes artistas, con una variadísima selección de obras plásticas, originales y bellas, aquí a lo mejor me olvido de Pepe Basto, de Román Lokati, de Manolo B, de Ángel de la Custodia,... y ¡cómo no! las presentaciones de libros que que la librería La Clandestina se ha preocupado de organizar. Como sé que también me olvidaré, tampoco citaré a Manuel Gerena, que estuvo en la del libro sobre Julio Vélez, o Martínez Ares y a Mel, que lo hicieron en la de “Noséqué, nosécuántico”. Infinitas gracias a Lola y a María.
Así que, como el que no quiere la cosa, nos hemos encontrado con un verano cultural con una desprogramación maravillosa, de la que tenemos muchos motivos para presumir.
Para terminar, y como el verano no puede ser exclusivo de la gente de Rota, ahora sí que me acuerdo de todas esas gentes que han venido acompartir con nosotros el lujo que supone un pueblo como el nuestro. No será fácil olvidar las frecuentes bellezas humanas que han alegrado la vista de quienes, con los ojos del amor al arte clásico, nos dedicábamos a pasear por las hermosas playas locales. Saludos a todos y os espero para la próxima.
Manuel García Mata

































Cucudrulu | Lunes, 27 de Agosto de 2012 a las 21:35:34 horas
Sigue bebiendo cerveza y olvídate de todo; por tu bien y por el de los demás.
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