La incomodidad de vivir o pasear por una zona en la que la acumulación de basuras no sólo desprende una imagen negativa de la localidad sino que además hacen incómodo el paseo debido al olor que desprenden las bolsas acumuladas en torno a los contenedores, ha hecho que algunos vecinos de la localidad hayan decidido tomar cartas en el asunto, y en vista de que la huelga continúa, poder adecentar en parte sus calles.

Si además, tiene un negocio cerca de la basura, que depende directamente del turismo, la cosa se agrava y por ello, no duelen prendas a la hora de coger un cepillo, un cubo con agua, lejía  y ponerse a limpiar la acera. Es lo que ha hecho el propietario del Hostal Playa, situado en la avenida Sevilla, Ricardo Albarral, que esta mañana, ni corto ni perezoso ha decidido junto a tres vecinos más que se han sumado a su causa, ponerse a limpiar la calle.

En declaraciones a este periódico, Ricardo asegura que entiende las ideas y reivindicaciones de todo el mundo, pero que él vive de un hostal, cerca de la playa, que en esta época del año está lleno y que no puede soportar que sus clientes tengan que sortear bolsas de basura y despedicios para acceder a su local y no poder abrir las ventanas por el mal olor. Por ello, durante dos horas, con cepillos, lejía y mucha agua, "que ha salido de mi casa", se han puesto a limpiar a conciencia esta mañana.

La imagen que presenta la avenida Sevilla en este punto, esquina con la calle Córdoba, no tiene nada que ver con la de esta mañana donde un buen número de bolsas estaban acumuladas. A pesar de que sobre las nueve de la mañana el camión de recogida soterrada retiraba algunas de ellas, no ha sido suficiente para dejar esta zona limpia del todo, por ello, aprovechando que uno de los contenedores soterrados quedaba vacío, Ricardo y tres vecinos más han cogido las bolsas que aún quedaban despedigadas por la acera, las han metido en el bombo y han hecho lo que buenamente han podido para mejorar la imagen de la localidad.

"Yo llevo a Rota por bandera y no puedo permitir que se dé esta mala imagen", sin querer pecar de insolidario con los trabajadores, Ricardo también pide comprensión, "yo defiendo mi negocio" y de todas formas, apunta, "cuando no hay huelga también limpio la calle porque a veces da hasta vergüenza de como está, así que imagínate ahora".

Ricardo es el ejemplo de la concienciación ciudadana que en otros puntos de la localidad también se están repitiendo ya que el olor hace insoportable la estancia en algunos lugares. No sólo los establecimientos toman cartas en el asunto, también muchas amas de casa se pueden ver con cepillo y cubo en mano. "He perdido mi tiempo de hoy en limpiar algo por lo que pago todo el año, pero bueno ahora da gloria ver así la calle, a ver cuando dura", explica Ricardo convencido de que si mañana lo tiene que volver a hacer por salvar su negocio, lo hará sin que ello se entienda como algo insolidario con los trabajadores de la limpieza, "lo hago muchas veces al año porque por esta calle parece que la limpieza no existe".