Es posible que haya gente que como yo se acostumbre a relacionar a los grupos sociales con la ideología que los representa, aunque haya quien califique esto de maniqueísmo. Cada vez son más aquellos que se llevan las manos a la cabeza cuando asociamos a los trabajadores con la izquierda; que eso de la lucha de clases ya está trasnochado y que hoy en día la gente está por la superación de la vieja división entre izquierda y derecha. Con el debido respeto, todo ello se me parece a la versión actual de aquello de que los priviligiados de toda la vida y sus acólitos se declarasen apolíticos.

Por eso no me puede asombrar que nuestra señora alcaldesa y su socio se hayan puesto del lado de la empresa en el conflicto que mantienen los empleados con FCC, la concesionaria de la recogida de basuras. Es natural, cada uno arrima el ascua a su sardina, como se dice por ahí. Que el equipo de gobierno, que es de derechas, esté a favor de la empresa, no tiene porqué extrañar. No hay más que leer la reforma laboral y ver lo que pretende y consigue.

Lo que resulta escandaloso es que se sirva de argumentos demagógicos, que parece que pretenden echar al pueblo contra los trabajadores en huelga, que están defendiendo sus derechos, en los que no duda en utilizar razones que los empleados demuestran que son mentira aportando papeles con datos indiscutibles. Además, para torpedear las acciones reivindicativas, aparte de la existencia de unos servicios mínimos impuestos, utilizan todos los medios de que dispone el ayuntamiento para reventar la huelga, empleando a gente a quienes obligan a hacer de esquiroles.

Encima en su sesgada actuación, vuelcan todo su esfuerzo en mantener limpias las zonas del paseo marítimo y otras de veraneantes, olvidando los sitios donde se concentra el grueso de la población de Rota.

Por otra parte, está muy feo eso de justificar que tienen que recortarles como a los funcionarios. ¿Por qué no es más demócrata y permite que dialoguen las partes? Préstese para facilitar la negociación, pero no se alinee descaradamente con la empresa ¿Es que lo hace para sembrar discordia? ¿Porqué no se acuerda de sus cargos de confianza, de sus “enchufados”?¿Por qué cuando habla de los sueldos no los compara con la subida que le ha hecho al sr. Lorenzo? ¿Por qué se gasta el dinero del pueblo en un Museo embargado, que si se espera un poco lo va a tener tirado de precio en la subasta que al final tendrá que hacer el banco? ¿O es que hay que reconocer algunos favores que se le deben a Ruiz-Mateos? ¿O es que hay otros intereses que no conocemos?

Ha jugado fuerte la señora alcaldesa, pero me da que esta apuesta la tiene perdida. Siga usted ninguneando a Rota y poniéndose enfrente de los trabajadores. Se está esforzando en hacerlo cada vez peor. Arrieros somos.



Manuel García Mata