Una reyerta y cuatro conatos de pelea son el parte de incidentes
  

La noche del sábado fue la más concurrida de la Fiesta de la Urta, donde se llegaron a concentrar más de 7.000 personas en la avenida San Juan de Puerto Rico. Sin duda, el concierto protagonizado por los finalistas del concurso de la televisión autonómica, "Se llama copla", fue el detonante para que miles de personas, de todas las edades, acudieran a las inmediaciones del recinto en el que se celebraba esta edición para disfrutar de una actuación que se prolongó en poco más de dos horas.

Pese a que el concierto no comenzaría hasta las once de la noche, en las sillas ubicadas junto al escenario, había personas desde las cuatro de la tarde cogiendo sitio para no perder detalle de la posterior actuación del ganador de la presente edición, Jonathan Santiago, junto a Inés Robles y Cintia Merino. Desde luego, estos tres jóvenes cantantes de copla se entregaron al público y el respetable respondió de la mejor manera posible, con aplausos, vítores y con una presencia multitudinaria que llegó a concentrar a más de 7.000 personas en los alrededores, según los datos que manejaba el delegado de Fiestas, Óscar Curtido, facilitados por la Policía Local.

Ciudadanos de distintos puntos de la geografía española que pasan sus vacaciones de verano en la localidad, así como otros que vinieron puntualmente para disfrutar del concierto, hicieron de la noche del sábado de la Fiesta de la Urta la más multitudinaria. Desde las once de la noche a la una de la madrugada, Jonathan, Inés y Cintia dieron un espectáculo de cante que arrasó y se llevó al público metido en el bolsillo.  Una vez terminada la actuación, el público se fue diluyendo ya que el programa oficial de Fiestas concluía en este punto y poco atractivo quedaba en el recinto para permanecer en él si la intención no era continuar con la movida. Y es que a esa hora, miles de jóvenes iban tomando el otro extremo de la avenida San Juan de Puerto Rico para hacer botellón, lugar en el que se reúnen habitualmente los fines de semana pero que con la celebración de la Fiesta de la Urta multiplicó la asistencia de personas. Las plaza 470, la parte más cercana de la playa del Chorrillo a esta zona, y buena parte de la avenida donde estaban situadas las casetas, estaban a rebosar de gente que disfrutaba tranquila y animadamente del botellón  que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

Una reyerta y cuatro conatos de pelea son el balance de esta Fiesta de la Urta

Pese a la cantidad de personas que se concentraron entre las noches del viernes, sábado y domingo en la avenida San Juan de Puerto Rico, el balance de incidentes por parte de la Policía Local ha sido muy positivo. Y es que a excepción de cuatro conatos de reyerta y una reyerta, el parte de incidentes no registra mayores incidentes. 

Según la Policía Local, en la noche del viernes 3 de agosto se sucedieron dos conatos de reyerta que no llegaron a más gracias a la pronta actuación de las fuerzas de seguridad que estaban pendientes en el recinto, y una reyerta que sí fue algo más aparatosa donde se vieron implicados dos grupos, hubo lanzamiento de botellas y la situación costó algo más controlarla. Aún así, al final, el incidente se saldó con una denuncia administrativa por lanzamiento de botellas y la normalidad volvió a la zona.

En la noche del sábado, dos nuevos conatos de reyerta fueron de nuevo lo más destacado del parte de incidentes, con lo que se puede constatar que a pesar de todo, la Fiesta de la Urta ha sido tranquila y con un balance positivo en cuanto a altercados.

La Policía Local coincide en que unas 7.000 personas acudieron al concierto de la copla y que ese mismo número se fue trasladando a la zona de la movida, una vez concluida la actuación.

El dispositivo especial de seguridad puesto en marcha por parte del Ayuntamiento de Rota en el que han participado Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil y Guardia Civil, han funcionado bien destacando la ausencia de altercados graves a excepción de la ya mencionada reyerta de la noche del viernes.