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Martes, 31 de Julio de 2012

Las malformaciones fetales dejarán de ser supuesto para la nueva ley del aborto


Cuando la situación económica es peor que nunca, cuando desde dentro de España las protestas se múltiplican por parte de todos los sectores de la población, cuando los gobiernos extranjeros, la autoridades económicas mundiales y la prensa de cualquier lugar del mundo, ponen en evidencia la sinrazón de la forma de gobernar este país, el personaje más voluble y más falso del Consejo de Ministros, ese que iba de progresista, de dialogante, de imagen aperturista, de esperanza de la derecha civilizada, posiblemente con el único objeto de desviar la atención sobre el rechazo a las medidas económicas de su gobierno, trata de utilizar como cortina de humo un ejercicio excesivo de insensibilidad con la declaración de intenciones para una nueva ley del aborto sobre la supresión de las malformaciones fetales como supuesto a que acogerse.

Sin entrar en la polémica de que son las mujeres quien libremente han de tener la capacidad de decisión, con lo que me identifico, no voy a traer argumentos en este sentido, pues por fuerza de conocidos no van a aportar nada y puede que diluyan lo esencial del momento en otra dirección.

El sr. Gallardón va a eliminar, con la autoridad que le otorga la mayoría absoluta en la Cámara a su partido, el derecho a evitar que las personas no se tengan que someter a la anulación de su vida en virtud de una desgracia que a nadie le gustaría sufrir, a no ser que en el colmo de su fanatismo asumiese una conducta masoquista para el resto de su existencia y la de su familia.

Partimos que la actual ley en vigor concedía la libertad de interrumpir su embarazo a la madre en el caso de malformaciones del feto. No obligaba a nadie y por tanto quien quisiera continuar con su gestación estaba en todo su derecho.

Enseguida han saltado todos los acólitos antiabortistas saludando la medida. Habrá que recordarles también que no se está tratando de minusvalías menores en que, a pesar de su diferencia, no tengan problemas de integracón social, para nada estos son los casos más graves. ¿Qué decir en cambio de aquellas malformaciones fetales que en la mayoría de los casos se tratan de fetos no viables, que en el momento de su final supongan una intervención con varios meses en el vientre de la madre? ¿Dónde está la protección al riesgo que eso supone? En el caso de llegar a nacer, ¿qué perspectivas existen para una criaturas que no tienen ni consciencia de que lo son? O incluso peor, que fueran conscientes de ello ¿cómo podrían entender la injusticia que supone su problemática con un mundo que les rodea que tiene un desarrollo normal cuando estas personas se ven privados de las mínimas posibilidades?

¿Quién les asegura a las madres y a las familias que en virtud de esta norma y de no tener capacidad económica para buscar una salida mediante un aborto en el extranjero, que van a tener una atención y un apoyo adecuado, mientras muchas de las que vociferan en contra de aborto carecen de reparos para utilizar la conocida artimaña del viajecito a Londres o a una clínica privada española, si llega el caso?

El gobierno popular, este gobierno que está eliminando las ayudas adquiridas en función de la Ley de Ayuda a la Dependencia, suprime la posibilidad de evitar que ocurra. O sea, obliga a continuar con el embarazo y después con el problema que sin duda supone un caso así, y encima no hayan ayudas para quienes lo sufren, por la moral interesada de un ejecutivo que actúa sólo para beneficiar a una pequeña corte de integristas, que interpretan la religión de forma muy parecida al ínclito Torquemada. Mucho cinismo es lo que hay; mucho cinismo y una interpretación sesgada de la religión.

Tampoco se me va a ocurrir plantear discusiones bizantinas sobre la existencia o no de un ser superior. Pero, en el caso de existir, ¿en qué capítulo de la Biblia se dice que se tenga que aceptar con alegría una carga tan pesada, tan abrumadora, tan anuladora, como asumir la vida de un ser que sólo ha nacido para sufrir, consciente o no? La familia sí que lo es. Sé que es un tópico, pero quienes lo sufren bien que lo entienden, ¿qué pasará con mi hijo cuando yo no esté? ¿Se puede vivir con esa amargura, porque un iluminado decida acabar con tu derecho a evitarlo?

Como en estos casos siempre saldrá la demagogia asociada que diga que son opiniones retorcidas, a ellos les recomiendo, aunque me temo que no lo lean, el siguiente enlace de un neurocirujano que explica un par de casos que ilustran todo lo que aquí se expone: JAVIER ESPARZA Nadie tiene derecho a obligar al sufrimiento http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/24/actualidad/1343153808_906956.html




Manuel García Mata



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  • baby

    baby | Lunes, 06 de Agosto de 2012 a las 05:01:17 horas

    no entiendere nunca como una persona pueda decidir por todos las mujeres de este pais, este pais es libre y al igual que vestimos y comemos lo que queremos por que no decidimos lo que queremos hacer.
    La vida de un hijo no es como ir a comprarse unos zapatos y muchas personas no tienen la economia como para aumentar la familia y menos para tener una masformacion y que el gobierno no de ayudas a esas familias, me resulta horroroso esa forma de ver la vida, la mujer tiene que decidir no la politica.

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  • J.M.

    J.M. | Miércoles, 01 de Agosto de 2012 a las 20:14:29 horas

    Manuel, subscribo por completo tu articulo. Respecto al comentario de Yeni, yo también he podido comprobar semejante barbaridad igual que ella. Enhorabuena a los dos, a tí Manuel por tu articulo y a Yeni por su comentario. Es triste pero es así.

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  • Curioso, Salud.

    Curioso, Salud. | Miércoles, 01 de Agosto de 2012 a las 16:47:35 horas

    El tema del aborto siempre ha suscitado debates intensos entre quines defienden donde debe de estar el límite o quienes defienden el aborto libre, sin más. Cuando gobernó el PSOE aprobó una ley de plazos que permitía el aborto con unas condiciones, sin que en ningún momento diera “libertad absoluta”. Ahora el PP ha decidido cambiar esa ley y restringir un supuesto de aborto, en este caso a las malformaciones. Nunca he entendido que el aborto sea una cuestión de libertad, ni de derechas o de izquierdas. Siempre lo he visto mas como una cuestión moral y de actitud porque un embarazo, salvo en las violaciones, es un acto sexual voluntario en el que no se piensa hasta después, cuando llegan las consecuencias y ahí es donde llega el debate, en las consecuencias o sea en el embarazo. Y es en este punto donde entra la “doble moral”, la moral religiosa, las presiones familiares, la ideología, ……, y un largo etcétera que se podría añadir. Pero lo que entiendo es que cuando el Congreso de los Diputados vota una ley con la que se está de acuerdo se le llame “democracia” y cuando el Congreso de los Diputados aprueba una ley con la que no se está de acuerdo ya no sea “democracia” por que es tan democrática como la anterior, porque ambas han sido votadas por igual. Poner en entredicho la democracia en función del gusto personal es arriesgado. Personalmente estoy en contra de que se cambie esta ley pero cuando se toman decisiones que no me gustan también es DEMOCRACIA y democráticamente protestaré. Salud.

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  • Malva

    Malva | Miércoles, 01 de Agosto de 2012 a las 13:27:03 horas

    Espero que cada vez haya menos personas que piensen que Gallardón era el "progre" del PP, nunca lo fué y sus hechos lo demuestran. Uno cosa es pregonar y otra, muy distinta, dar trigo. Este simpre se sienta a la derecha de Rajoy.

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  • Juan Manuel

    Juan Manuel | Martes, 31 de Julio de 2012 a las 18:33:22 horas

    Manuel, el Sr. Gallardón con estos actos tan antisociales nos está haciendo ver qué clase de demócrata es; el que tenga una mayoria como la que ostenta no le da derecho a decidir por los demás.. Salud.

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  • Manolo A

    Manolo A | Martes, 31 de Julio de 2012 a las 17:43:16 horas

    Para Yeni: Le agradezco que haya aprovechado mi carta para expresar una opinión tan acertada y sensata como la suya.

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  • Yeni

    Yeni | Martes, 31 de Julio de 2012 a las 14:10:25 horas

    La diferencia entre los gobernantes de izquierdas y los gobernantes de derecha, es la libertad de poder cada persona decidir en todos los aspectos de la vida. El proyecto de la nueva ley del aborto del Sr. Gallardon, no te da esa libertad. El Sr. Gallardon te impone a una ley, que si para los conservadores les parece bien, para otras muchas personas, le parecen mal. La actual ley del aborto, la del PSOE, no obliga a las madres conservadoras o progresistas, que quieran continuar con su embarazo, incluso cuando el feto tiene malformaciones, a que aborten. Esta ley les da la oportunidad que sean ellas las que decidan. A eso le llamo yo democracia. Poder elegir, porque cuando no se puede elegir, (en este caso sera aprobada con la mayoria del PP) a eso no se le puede llamar democracia. Aún recuerdo un viaje a Londres en el año 1978, en el viaje de regreso la cantidad de jovencitas de clase adinerada, que venian de abortar en dicha ciudad. Mucho me temo, que en el futuro proximo, todos los niños con malformaciones graves seran de las clases más pobres de nuestra sociedad.

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