Balsa Cirrito
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EL MANGO DE LA SARTÉN
Probablemente tratan de disimularlo. Suelen adoptar una actitud de circunstancias o una expresión falsamente compungida. Pero no cabe duda que cada vez que se le reduce el sueldo a los funcionarios (y van ya unas cuantas) muchas personas se alegran. Supongo que está dentro de la condición humana. En realidad, no es muy diferente a lo que observábamos hace unos años, cuando les bajaron el salario a los trabajadores de la Base Naval, y no eran pocos quienes sentían satisfacción por tal causa. Ya digo, forma parte de la condición humana.
Sin embargo, y creo que muchos no se dan cuenta, cada vez que bajan el sueldo a los funcionarios se lo bajan a todo el mundo. No es broma.
Pongo un ejemplo, que si bien puede resultar algo tosco, tiene la ventaja de ser auténtico.
Un amigo mío. Domiciliado en una ciudad que no es Rota. Funcionario. Vive en una urbanización donde – según me dice – buena parte de sus residentes trabajan en el sector público. Después de una de estas reducciones salariales, se hallaba mi amigo comprando en la frutería que se encuentra debajo de su casa. La frutera le saluda con una sonrisa:
- Os han bajado el sueldo a los funcionarios, ¿eh? – dice la frutera bastante satisfecha.
- Sí – dice mi amigo -, lo siento por ti.
- ¿Por mí? – la frutera está ahora desconcertada.
- Claro, ahora te voy a hacer menos gasto.
El rostro de la frutera pierde su sonrisa. El caso es – me cuenta mi amigo – que a los pocos meses la frutería terminó cerrando, habida cuenta de la economía a la que se hallaban abocados la mayoría de sus clientes.
Y es que, no creo que haga falta señalarlo, los funcionarios son la espuma del consumo. La seguridad de recibir su sueldo hace que compren y que gasten más que el resto de los ciudadanos. Las agencias de viajes y los hoteles tienen una clientela mayoritariamente funcionaria. Lo mismo que las ventas a plazos en cualquier ramo. Y los seguros. Y los planes de pensiones de los bancos. Y los alquileres. Y…
Por ello, no es exagerado decir que se le baja el sueldo a todo el mundo.
España, como bien sabemos, no tiene un número de funcionarios alto, sino todo lo contrario; en nuestro país, comparado con otros de la UE, los trabajadores públicos son más bien pocos.
En cambio (y esto no es una opinión, son datos oficiales), de lo que tenemos más que nadie es de políticos. Políticos que cobran, quiero decir. Cuatro veces más que en Alemania con la mitad de población.
Sólo hay que mirar el ayuntamiento de Rota. Catorce concejales, catorce, cobrando a jornada completa (o sea, todos los del gobierno). Dos de ellos (que tiene narices), percibiendo como alcaldes. Dietas, comisiones y gajes aparte. Y la oposición, aunque menos, también recibe, que aquí hay para todo el mundo. Que no nos falte de ná.
Y a vivir que son dos días, digo, dos legislaturas.












A Rajoy toca | Miércoles, 11 de Julio de 2012 a las 14:06:59 horas
Ya ves,ni caso.Ahora sin paga de Navidad,a éste paso por recortar nos va a quitar hasta el DNI.
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