Casi 400 familias roteñas dependen de Cáritas para cubrir necesidades básicas
La crisis y el paro están haciendo estragos en muchas familias roteñas que de repente se han visto sin trabajo y por tanto, sin ingresos que le permitan hacer frente a los gastos diarios para cubrir las necesidades más básicas. Por ello, y en muchos casos a su pesar, deben acudir a organizaciones de ayuda sin ánimo de lucro que en los últimos años han multiplicado su ayuda debido a la mala situación económica. Es el caso de Cáritas Interparroquial de Rota que en tan sólo un año ha incrementado el número de familias que acuden al mes en busca de comida, ropa, medicinas o pagos de recibos pendientes.
La labor de Cáritas abarca muchos ámbitos, no sólo el de propocionar una bolsa de alimentos, por ello, gestos como el de esta semana con las Damas del Casino, o como el que habrá el sábado por parte del Motoclub Roteño, son agradecidos por los representantes de esta ONG vinculada a la iglesia.
Rotaaldia.com ha tenido la oportunidad de hablar con Alicia Cebrián, representante de Cáritas en Rota quien ha puesto de manifiesto lo bien que vienen las ayudas que reciben de determinados colectivos que les permiten seguir sufragando y administrando los gastos que los más necesitados no pueden. En este sentido, y en relación a la noticia que publicaba ayer este periódico, donde un club de mujeres hacía entrega de la nada despreciable cantidad de 1.500 euros a Cáritas, Alicia Cebrián ha destacado que si antes desde esta organización el principal reclamo de ayuda eran los gastos básicos de comida, ahora, esta va mucho más allá con el pago de recibos pendiente de agua, luz, gas, medicinas, electrodmésticos, alquileres, gafas, ropa, material escolar, vacunas o zapatos, y por eso, el dinero en metálico es bien recibido ya que en definitiva, se trata de cubrir lo básico.
Actualmente en Rota, hay en torno a 380 familias que pasan por Cáritas aunque esta cifra ha podido variar al alza en los últimos meses. El verano, una época que antes ayudaba a esta organización a quedarse más relejada, ya que muchos de los usuarios encontraban un trabajo para la època estival, ha dejado de ser una oportunidad ya que la crisis también afecta a un sector económico que no permite contrataciones de tres meses como sucedía antes. De hecho, cuenta Alicia Cebrián, ahora los contratos laboarales que consiguen son de fines de semana, semanas o un mes y con eso, poco pueden avanzar las familias que llevan tiempo sin ingresos.
En Rota, las parroquias del Carmen, el Salvador, la iglesia de Mar o de la O son los cuatro lugares en los que Cáritas tiene un delegación que es la encargada de suministrar entre sus usuarios la aportación que previamente reciben desde Cáritas Interparroquial, por donde cualquier ayuda pasa. Es esta última la que en función de las necesidades de cada punto, entrega más o menos ayuda. Quizás, la iglesia del Salvador sea la que mayor número de familias roteñas sin recursos pasan, con un total de 160, aunque iglesias como la de Nuestra Señora del Mar que apenas había tenido nunca este tipo de necesidades, de repente ya tienen 40 familias fijas.
Según Alicia Cebrián, no es fácil controlar que toda la ayuda que se da llega a personas con pocos recursos porque siempre existe la picaresca y el engaño, pero según esta representante de Cáritas, se intenta llevar un control para que estas situaciones se den lo menos posible. Solicitar documentación que acrediten el domicilio habitual, que no cobran prestaciones o que sólo ingresan la ayuda familiar así como hacer visitas a las viviendas cada cierto tiempo para ver el estado del núcleo familiar, son algunos de los controles que llevan a cabo desde esta ONG donde a veces, cuenta Alicia Cebrián, te sorprenden para bueno y para malo, es decir, "a veces vas a ver a una familia y te das cuenta que pide más de lo que necesitan, y otras, resulta que todo lo contrario, vemos más necesidades de las que nos imaginámos". En cualquier caso, desde Cáritas Interparroquial quieren dejar claro que las ayudas se intentan repartir de la forma más equitativa posible y siempre dando gracias a todas aquellas personas que hacen posible que estas lleguen a los más desfavorecidos, "el que viene a Cáritas normalmente es aquel que de verdad lo necesita. Todavía hay mucha vergüenza y hay gente que prefiere enviar a un familiar antes de venir él o ella mismo, son personas que nunca imaginaron que necesitarían esta ayuda".
En este sentido, llama la atención el cambio que ha sufrido el perfil del usuario donde ya no es una persona que siempre ha estado sin recursos, sino que ahora se acercan familias cuyos cónyuges trabajaban, habían tenido un nivel de vida aceptable y de repente, el paro, las deudas y los nulos ingresos los han convertido en necesitados. Jóvenes y mayores, parejas que han tenido que volver con sus padres por no poder afrontar los gastos y familias con hijos que no tienen nada se mezclan cada semana cuando acuden a Cáritas a recoger su bolsa de alimentos. No es lo único que solicitan, "raro es el que no viene con un recibo pendiente para que se lo paguemos", explica Alicia Cebrián recordando que a veces, en las juntas semanales tienen que llegar a aprobar gastos de hasta 800 euros.
Al no tener un ingreso fijo, esta representante de Cáritas asegura que sobreviven gracias a la providencia "porque cuando acabamos el mes no sabemos como lo hemos hecho, pero ya ha pasado". Por eso, las ayudas puntuales, que se suman a la cuota de los inscritos y a la colecta de las misas que se celebran los primeros domingos de cada mes, son su fuente de ingresos. Ingresos y gastos que están abiertos a cualquier persona que quiera verlos con sus propios ojos, en la parroquia de Nuestra Señora de la O, de modo, comenta esta mujer, que nadie tenga duda de que las ayudas que nos llegan se reparten.
Este verano, hay 120 familias roteñas más en Cáritas con respecto al año pasado por esta misma época y mucho temen, que el número siga subiendo. Por ello, desde esta ONG han querido públicamente agradecer las ayudas que muchas hermandades, colectivos sociales y personas a título individual les hacen llegar "porque nos dan un buen empujón y permite que los que menos tienen puedan seguir adelante".




































José Ignacio Fábregas | Martes, 09 de Diciembre de 2014 a las 15:14:41 horas
He alquilado durante este año una vivienda a una familia que depende de Cáritas, que además tiene una niña con parálisis cerebral. He tenido que presentar una denuncia contra ellos para desahuciarlos, pues la deuda asciende a más de 1350 €.
Deberían inspeccionar un poco más en qué se gastan las subvenciones y los donativos estos sinvergüenzas.
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