WORKING CLASS HERO



   
 
Supongo que, como yo, la mayoría de los lectores habrá dicho o pensado alguna vez que les habría gustado ser otra cosa. Desarrollar en la vida una carrera diferente a la que tienen. Ya saben: nadie está satisfecho con lo que posee. Por eso mismo, se me ha ocurrido hacer una lista de profesiones estimulantes, para saber qué hacer en una próxima reencarnación. Esta es la mía, aunque cada cual, obviamente, puede realizar la propia. Sólo son sugerencias. Una docena.

Tabernero en Teherán. Profesión sumamente agradecida, especialmente porque en Teherán no hay tabernas. Eso sí, con las propinas se gana poco.

Arbitro de pressing catch. Venga hombre, ¿qué vas a arbitrar en un combate de pressing catch? ¿Los culottes?

Bibliotecario del Real Madrid. Un trabajo descansadísimo; el único del equipo que pide libros es Cristiano Ronaldo (y sólo exige que los libros no tengan muchas letras). (Los dibujos y las fotos sí le valen).

Modelo fotográfico femenino en Afganistán. Como allí las mujeres van tapadas, da igual lo que haya debajo del burka, de hecho, ni siquiera hace falta ser mujer para ser modelo femenino. Incluso, el día que no tengas ganas de ir a trabajar, mandas al curro a un primo tuyo y nadie lo nota.

Maricón de playa en Sevilla. Je, je…

Superhéroe. Es indiferente dónde: ser superhéroe siempre da mucha categoría (menos en
Gotham City, que hay demasiados).

Diseñador de trajes de superhéroe. Mola muchísimo. Personalmente, he de decir que se trata de mi auténtica vocación. El problema es que (menos, como acabo de decir, en Gotham) resulta difícil conocer a los superhéroes, y no sabemos a quién enseñarle los diseños. Claro, que siempre podemos ponernos los trajes nosotros mismos. Pero antes hay que ir al gimnasio. Todos los días. Durante quince años.

Traductor de gallego. Lo único que hace falta es ser gallego o saber imitar el acento gallego. Ninguna de las dos cosas parece muy complicada.

Peluquero en un monasterio budista. Es verdad que sólo tienen una variedad de peinado: la cabeza rapada. Pero puede servir de entrenamiento, y llegar a peluquero de jugador de la NBA.

Marinero en Suiza. Miren el mapa.

Maquillador de estudio fotográfico en Playboy. O Penthouse. Incluso Interviú. El único requisito es ser homosexual; pues, nada, se finge.

Concejal (de cualquier pueblo, no somos exigentes). No son necesarios ni estudios, ni experiencia, ni conocer la profesión. No creo que tales características se den en muchos trabajos. Además, siendo concejal siempre salen muchas oportunidades…

Al principio decía que se trata de sugerencias para una próxima reencarnación. Puestos a pedir, también podríamos tratar de reencarnarnos en algún lugar lejos de la provincia de Cádiz. Seguro que allí (sea donde sea) hay más empleos. Incluso de los empleos normales, que tampoco nos importa.