José Antonio Rodríguez pregonó un Rocío puro y lleno de sentimiento
A algo más de una semana para que los rocieros roteños inicien su peregrinación hacia la aldea de Almonte, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota celebraba ayer el XXXIV pregón en honor a la Blanca Paloma. Una cita que como cada año, es la antesala de ese encuentro anual con la virgen donde la devoción mariana del pueblo andaluz se hace visible para todas partes del país, incluso para aquellas que no cuentan con estas tradiciones. Y es que el Rocío arrastra a miles de personas movidas por esa fe rociera que da sentido a un camino que llega cuando se acerca la gran fiesta de Pentecostés.
Ayer, José Antonio Rodríguez García fue el encargado de resumir con sus palabras el sentimiento que aflora en los rocieros roteños y cofrades en general cuando llega el mes de mayo. Un mes esperado por una hermandad que trabaja duro para que la peregrinación se desarrolle con normalidad. Este año, cuentan con nueva junta directiva, encabezada por el hermano mayor, Juan Manuel Montes Delgado, que ayer, era el encargado de presentar al pregonero en una cita que como siempre, tuvo como escenario la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
Pasadas las nueve de la noche se iniciaba el XXXIV Pregón del Rocío. Un pregón que pone punto y final a algunos de los cultos que se celebran previo al inicio del camino y que es la antesala de una peregrinación que los rocieron llevan esperando todo un año. Juan Manuel Montes recordó en su presentación que tan solo llevan dos meses en la junta directiva, pero que hay ganas de trabajar por la hermandad. Entre sus primeras decisiones, la de nombrar al pregonero fue una de ellas, y no tuvo duda, explicaba, en elegir a este cofrade roteño al que el amor a la Blanca Paloma lo situaba como pregonero en la noche de ayer. El hermano mayor, tras hacer un breve repaso por lo que significa el Rocío, impuso la medalla a José Antonio Rodríguez García que en pocos minutos, iniciaba su oratoria.
Fue un pregón que se alargó en una hora y que contó con la colaboración del joven pitero de la hermandad, Juan Carlos Gómez Álvarez, y de la dama del Rosario que la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío presenta a la fiestas patronales del Rosario, María Gutiérrez Martín-Arroyo. Ambos pusieron la nota musical, él con su pito recreando sonidos más que reconocidos para los rocieros, y ella, con un par de sevillanas cargadas de sentimiento. En medio de todo ello, José Antonio Rodríguez García iba hilando el sentir rociero desde la devoción mariana con la que inició su pregón a las vivencias del camino de ida y vuelta con las que concluyó su oratoria.
El pregonero quiso transmitir un mensaje claro y en ello se empleó a fondo. Hay muchos rocíos, pero en el de verdad, la virgen debe ser el centro de todo. Cantar, bailar, la convivencia y el folclore son solo añadidos que deben ser adornos para lo más importante, la demostración de fe a la Blanca Paloma. Con la intención clara de mostrar la parte más religiosa de esta peregrinación, José Antonio Rodríguez fue desgranando su pregón en varias partes, un total de seis. En todas ellas había mensajes que al final se encontraban en ese camino de fe necesario para no volver del Rocío vacío. Por ello, desde la devoción mariana, a las coplas y sevillanas que se cantan, pasando por los milagros que cada uno vive en esta experiencia, los otros rocíos que viven unos cuantos, la historia de la hermandad de Rota, una de las más antiguas de la aldea, así como el camino de ida y vuelta, formaron parte de su oratoria que se prolongó en casi una hora.
José Antonio Rodríguez García se mostró tranquilo, orgulloso e ilusionado por poder contar sus sentimientos rocieros y cofrades y aunque reconoció que sus obligaciones laborales lo han dejado fuera de esta peregrinación en muchas ocasiones, no dejó de ensalzar el sentimiento que le une a la Blanca Paloma, Madre de Dios y en definitiva, Madre de todos, decía. Vivir el Rocío solo para la juerga de la que se alimenta es un error que no lleva a nada, a pesar de ser la parte más destacada de la peregrinación, sin embargo, en su mensaje reiteró a sus hermanos rocieros, la necesidad de vivir esta experiencia de otra forma, más intensa y entregada a la fe, la oración y la devoción. "Hay otros rocíos, pero ese, no es el nuestro", en el de los rocieros de corazón, decía en su intervención, debe estar la Blanca Paloma en el centro. Una virgen a la que se le pide salud para verla el año que viene o si no se puede, reencontrarse con ella en las "marismas azules", así, decía el pregonero.
"La virgen no puede ser un pretexto para irse de juerga", continuaba su pregón en su apartado más crítico con aquellos que solo ven el camino como una fiesta vacía. José Antonio Rodríguez no olvidó a rocieros de toda la vida, a los que levantaron la casa hermandad de Rota en la calle Ajolí, ni a aquellos que ya no están hoy. Se acordó de los que no podrán ver a la Blanca Paloma por problemas de salud, laborales o por la misma crisis, y a todos ellos, le recordó que la virgen del Rocío está todo el año para escuchar plegarias y recibir oraciones.
El pregonero concluía, tras hacer un repaso por el camino de ida y vuelta a casa, adelantando que ahora, a una semana de que se inicie esa peregrinación, no es hora de pensar en la vuelta sino en ese año de espera que muchos roteños tienen marcado en rojo en el calendario. Con un ¡Viva la virgen del Rocío! y deseando un buen camino, el pregonero recibía el aplauso de todos los presentes con la esperanza de que sus palabras hubieran llegado al respetable.































el morito de la meca | Miércoles, 16 de Mayo de 2012 a las 12:38:28 horas
gracias por acordarte de nosotros en tus rezos, aunque en realidad seamos musulmanes nosotros nos acordaremos de ti en los nuestros
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