EL DIA DESPUÉS


  
 
Cada uno ha sacado, a estas alturas, sus conclusiones sobre los resultados electorales. Como es normal las hay de todos los tipos. También las recomendaciones de unos y otros son variopintas. Ya sean votantes de este, ese o aquel partido, algunos consideran que la razón está de su parte y comienzan a recomendar estrategias a seguir para la gobernabilidad del Parlamento de Andalucía a los que pueden llevarla a cabo. Hasta los abstencionistas recomiendan ésta o aquella estratagema y los hay que incluso se permiten la licencia de sugerir este pacto o aquel. La libertad de expresión es una conquista histórica y ello conlleva además la libertad de abstenerse, ir a votar, criticar, debatir, opinar…hasta al de indignarse ante los resultados.

La abstención ha sido la opción mayoritaria. Siempre se buscan motivos por parte de los analistas políticos (algunos más convincentes que otros) para explicar la alta abstención que se va produciendo en las últimas convocatorias electorales.

En esta ocasión, para las elecciones autonómicas andaluzas, las causas más repetidas han sido: el desencanto, la desgana, la pérdida de confianza en la Política, la repetición de convocatorias electorales. Esta vez, el tiempo atmosférico no ha formado parte de la colección de motivos para no ir a votar

Otra de las consecuencias del “día después”, es la indignación, como he apuntado más arriba. Los que han comprobado que el Partido Popular no ha alcanzado la mayoría absoluta que le pronosticaban los lumbreras que elaboran las encuestas, son los más indignados. Lamentan que, pese al caso de los EREs fraudulentos, los treinta años de gobierno socialista en la Junta de Andalucía y la tasa de paro escandalosa que padecemos, el PSOE tenga, otra vez, la oportunidad de volver a gobernar en nuestra comunidad autónoma. Son las mismas razones por las que se indignan los votantes que no son del PP, cuando en las autonómicas valencianas observan que el Partido Popular vuelve a ganar las elecciones. Ocurría también con el grupo GIL. ¿Se acuerdan?  Por mucho que el difunto Jesús Gil estuviese implicado en casos de corrupciones urbanísticas, el grupo político por él creado ganaba unas elecciones tras otras, sin que al personal le importase lo más mínimo la corruptela.

Hayan votado o no, algo sí está claro. El personal sabe distinguir claramente entre unas elecciones autonómicas, unas generales y unas locales. Si en las locales, el PP consiguió dar un gran salto adelante en nuestra comunidad autónoma, su gozo en un pozo en las elecciones autonómicas del pasado 25 de marzo.

Los asesores del Partido Popular se equivocaron. Pecaron de “ir de sobrados”. No quisieron arriesgar en debates televisivos en Canal Sur. El personal, que parece ajeno a estos debates, en realidad captó la idea de que había temor, por parte de los populares, para explicar su programa de gobierno para Andalucía. La mayoría, pienso, no se creyó el mensaje de que Canal Sur no es objetiva. Los asesores, se agarraron a las encuestas para no arriesgar. Todos, entre los que me incluyo, pensábamos que la victoria de los populares iba a ser aplastante. De todas formas, el PP ganó el pasado domingo, pero visto lo visto, los resultados para ellos han sido como una derrota.
Empieza una nueva etapa.


Salud.



                                                                                                         ANTONIO FRANCO GARCÍA