Calle Charco, con Antonio Franco
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LA CULPA ES NUESTRA
El Partido Popular nos ha sorprendido con una nueva reforma laboral. Bueno, lo de la sorpresa no lo es tanto. Algo así esperábamos, para que nos vamos a engañar. Como parece ser que la culpa de todo este desaguisado que ha supuesto la crisis actual en la que nos hemos instalado es culpa nuestra, de la clase trabajadora, pues , ¡cómo no!, con nuestro esfuerzo y sacrificio es como van a sacarnos de ella nuestros insignes mandatarios. Así que todos a arrimar el hombro y a callar. Protestar, lo que es protestar, podemos hacerlo. Pero ya nos aseguran que estas medidas no hay dios que las pare.
De momento, la nueva reforma laboral viene a abaratar los despidos, que es lo que patronal quería para poder crear empleo. Ya veremos. De momento, el presidente del Gobierno, que pretendía devolver la felicidad a los españoles en plena campaña electoral, ha dicho que el paro seguirá aumentando hasta situarse en una tasa del 25%. Habrá seguido recomendaciones de su compañera de partido, Teofila Martínez, alcaldesa de Cádiz, que “ha dibujado” una sonrisa como eslogan de los gaditanos a pesar de ser la capital europea del paro. Parados, pero felices.
La nueva reforma laboral elimina los contratos con indemnizaciones de 45 días por año trabajado en los despidos improcedentes y los sustituye por un único indefinido de 33 días. La reforma permitirá también a las empresas con tres trimestres de pérdidas despidos procedentes (los improcedentes pasaron a la historia) con una indemnización de 20 días por año y un máximo de doce meses sin necesidad de Expedientes de Regulación de Empleo, ni falta que hacen. La Patronal está que no cabe en sí. Su sueño hecho realidad. Volver a contratos de mediados del siglo XX, como Dios manda. Quién ha visto tantos derechos laborales y sindicales.
No sé si se habrán dado cuenta a estas alturas de la película que la culpa de la crisis la tenemos nosotros. Sí, han leído bien. Nosotros somos los culpables por haber logrado unas jornadas laborales mejores que la de nuestros abuelos, con vacaciones, indemnizaciones, jubilaciones…Pero, ¿qué nos hemos creído los trabajadores? Esa es la idea que han logrado introducir en las cabezas de más de uno. Por eso, nos luce el pelo como nos luce. Para salir de la crisis hay que bajar el sueldo de los funcionarios, congelar las pensiones, intentar ir introduciendo la idea de que para acceder a los medicamentos habrá que pagar una parte de ellos, que para que nuestros hijos estudien tendremos que pedir un préstamo porque el sistema de becas no se sostiene…Todo un largo etcétera de pasos atrás.
La estrategia que siguen les va de perlas. Primero arremeten contra los sindicatos. Introducen la idea que los sindicatos son unos privilegiados, con sus subvenciones, su personal liberado…El personal, que en su mayoría no se caracteriza por pensar por su cuenta con sentido crítico, se une a esta idea. Ea, ya tienen a los sindicatos con una fama más o menos como de cáncer social. Si los sindicatos pierden fuerza, la clase trabajadora cuando quiera venir a darse cuenta de lo que le ha caído encima no tendrá a nadie para organizarse. Se olvidan que los sindicatos en todos los países de la Unión Europea son subvencionados con dinero público para que puedan cumplir su función. Pero aquí no. Aquí nos dicen que son unos privilegiados y lo aceptamos como dogma de fe.
En la base social de todo este tinglado nos encontramos a “los palmeros de la derecha”. En su mayoría son de clase trabajadora. En lugar de razonar con un sentido crítico sobre su situación arremeten contra la clase trabajadora de la orilla izquierda y les echa en cara el nivel de vida del que gozan. Así, es fácil oírles proclamar que los de izquierda poseen dos sueldos, ya que los dos miembros de la pareja trabajan. No se les escuchará criticar que alguien de derechas tenga dos sueldos. Por ejemplo, uno de estos personajes, soplagaitas los denomina un conocido mío, puede echarle en cara a un concejal de izquierda que su compañera trabaje pero no ve con malos ojos que, por ejemplo, el marido de la alcaldesa de Cádiz trabaje en lugar de dejar su puesto a otro.
No se dan cuenta, no sé si porque su raciocinio no da para más, que todos los avances y logros conseguidos por la clase trabajadora, incluidos ellos, se han alcanzado porque ha habido personajes en la Historia que, pese a haber tenido su situación económica-laboral resuelta, han optado en luchar por los demás en lugar de quedarse “calentitos” en casa.
Los trabajadores tenemos la culpa de la crisis por haber avanzado tanto en derechos sociales. La Banca no es culpable. Bueno, sí. Pero a pesar de todo hay que ayudarle a que salga a flote. Nada de recortes ni de trabas. La corrupción tampoco tiene que ver nada con la crisis. Los paraísos fiscales en los que “muchos buenos patriotas” guardan su dinero, no son el culpable de que en este país estemos como estamos.
Como habrán observado los seguidores de estos artículos de opinión, esta semana he dejado pasar los asuntos meramente locales. Ello quita protagonismo a los valientes comentaristas anónimos que “atacan con una pluma punzante” los comentarios de un servidor. Reconozco que sin estos “hirientes comentarios” la semana sería muy aburrida y, estoy convencido, de que dejaría de escribir el día que no me sienta “atacado”, porque ello significaría que no molesto. Y, eso es precisamente lo que trato de conseguir cada semana, ser una molestia. El día que deje de serlo, estos artículos dejarán de tener sentido. Así que, venga, elijan un seudónimo para esta semana y, ea, a comentar.
Salud.
ANTONIO FRANCO GARCIA












por curiosidad | Viernes, 24 de Febrero de 2012 a las 15:12:06 horas
LLevas...o deberías llevar razón, aunque soy ateo, te voy a poner un simil semanasantero;he trabajado en empresas que se estaban iniciando , y siempre me decian...hay que arrimar el hombro, no se puede hacer jornada intensiva, las vacaciones tendran que ser de una semana, bien, cuando la cosa prosperaba, como si de un paso de semana santa se tratara, los jefes se iban saliendo y los de abajo tenian que ir cargando más peso...así cada vez más, hasta que se va cambiando la cuadrilla por "savia nueva"...claro, es más rentable despedir a un cuarenton por dos pesetas y se contrata a un chaval por una...con esto te quiero decir que yo, siempre he ido de legal y como recompensa me encuentras aquí a cualquier hora protestando que es lo que me queda...y como dice la sevillana..."si yo viviera dos veces"...otro gallo cantaría
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