LAS PALABRAS DE DOÑA SORAYA


  
   

Hace unos días, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó que “la austeridad, la transparencia y la regeneración democrática serán las claves de la reforma”.
Desconozco si la señora Ministra hacía referencia al gobierno del que ella forma parte o sus palabras iban dirigidas a la obtención del gobierno de nuestra comunidad autónoma.
Sea como fuere, los conceptos esgrimidos por la señora Sáenz de Santamaría, AUSTERIDAD, TRANSPARENCIA Y REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA, me trasladaron a nuestro gobierno local.

Al proclamar la palabra AUSTERIDAD, me acordaba de aquellos años (no hacen tanto, no crean) en que a los concejales de la corporación se les “asignaba” una especie de “dieta” para poder asistir a la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que, como todos sabemos, se celebra todos los meses de enero en Madrid. Eran “los tiempos dorados” en los que hablar de AUSTERIDAD resultaba de mal augurio, cuando no te tachaban poco menos que de triste y te “ponían una etiqueta de  vestido gris”. Pero, ¡ay!, aquellos tiempos pasaron y los que defendieron en algún debate de las televisiones locales aquellos “gastos de representación” todavía recordarán sus palabras cuando lean, si es que leen, este artículo. Los gastos que producía “ir a FITUR” son sólo un ejemplo de con qué alegría se gastaba el dinero público. Pero hay más ejemplos, en el sentido de la austeridad, que el tiempo irá destapando.

Cuando acude a mis oídos el vocablo TRANSPARENCIA, rememoro aquellos presupuestos del 2008, prorrogados un año y otro y otro, en el que la premisa principal era la aplicación rigurosa del Plan de Saneamiento financiero de nuestro Ayuntamiento. En este sentido, la TRANSPARENCIA ha brillado por su ausencia. Sólo algunos conocen realmente el estado de salud económica de nuestro Ayuntamiento. Por otro lado, ¿se puede considerar TRANSPARENCIA y AUSTERIDAD al hecho de que los responsables del equipo de Gobierno se gasten 300 mil euros (cincuenta millones de las antiguas pesetas, vamos) en el solar destinado al futuro centro de salud, durante pleno mes de mayo (mes de elecciones locales, recuerden)? ¿Es lícito emplear dinero de todos los roteños, dinero público, para “hacer campaña electoral”? Porque si no se trataba de campaña electoral, ¿por qué la obra está parada? ¿Era necesario, corría verdadera prisa, el inicio de estas obras? ¿Por qué “juegan” y/o manejan el dinero público de esta manera?

Otras declaraciones que me transbordan al plano de lo local, de lo nuestro, son las palabras del Ministro de Economía, Sr. Montoro, sobre las cuentas de la Junta de Andalucía, hablando de OPACIDAD y de la lista interminable de proveedores pendientes de cobrar.
Tanto el discurso del Sr. Ministro de Economía, como el de la Sr. Vicepresidenta del Gobierno, si se aplicara a sus propios compañeros de Rota, ambos discursos encajarían perfectamente. La única diferencia es que aquí, en nuestra localidad, la voz cantante en todos estos asuntos económicos la ha llevado, y la sigue llevando, los socios de Gobierno, esto es, Roteños Unidos. Esto podría ser considerado “un atenuante” en el juicio político. Podría ser.

El equipo de gobierno puede excusar sus actuaciones en la comparativa con otras poblaciones (Jerez de la Frontera, Barbate, La Línea,…) donde la situación económica está pasando factura desde hace ya algún tiempo, hasta el punto de no tener liquidez ni siquiera para pagar a sus trabajadores. Pero tenemos que recordar que los ayuntamientos que no pagan a sus trabajadores son un grupo reducido dentro del conjunto del Estado. Por regla general, todos los ayuntamientos cumplen sus obligaciones con sus funcionarios. Y todos, por regla general también, pasando por verdaderas situaciones de estrechez económica. Son los efectos de la crisis. Los ingresos, sobre todo los referidos a la construcción han descendido de forma drástica. Pero la situación actual no debe servir para tapar los desmanes económicos anteriores.

Y esta situación económica no parece que vaya a mejorar. Según las últimas previsiones de uno de los del tinglado, el FMI (el Fondo Monetario Internacional) el déficit de nuestro país alcanzará durante el año en curso el 6,8%.

Así que ya nos podemos imaginar lo que nos espera. Ante todo, y por imperativo económico neoliberal, AUSTERIDAD. Que es lo que, por otra parte, nuestro Gobierno va a exigir a todas las administraciones, incluidas los ayuntamientos. El equipo de gobierno que nos gobierna se volverá más austero por dos razones: porque no le queda más remedio y porque se lo exigen desde Bruselas (vía Madrid, eso sí).

Habrá menos inversión pública, lo que traerá más paro, porque el Gobierno no sólo no creará empleo, sino que lo destruirá. Pero es igual, eh, que aquí lo que importa es reducir el déficit. Habrá más impuestos y, para los que trabajan, una subida salarial muy comedida, lo que disminuirá el consumo, con lo que se creará más paro por este lado del “cubo económico”.
Y todo ello rodeado de casos de corruptela, como Jaime Mata, el ex Presidente Balear, los EREs de la Junta de Andalucía, el caso Gürtel de Valencia, las imputaciones a Iñaki Urdargarín,…

Estoy de acuerdo con la señora Soraya Sáenz de Santamaría en que, además de la AUSTERIDAD y la TRANSPARENCIA, hace falta también, tanto como el comer, una verdadera REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA.
Salud.



                                                                                                          ANTONIO FRANCO GARCÍA