Calle Charco, con Antonio Franco
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COLLAGE
El collage es una técnica usada en la pintura que consiste en combinar, ensamblando, diversos elementos para formar un todo. La palabra procede del vocablo francés “coller”, que significa pegar. De igual forma, se puede usar esta técnica en otras artes, como la música, la literatura, la escultura…
Estos artículos no pretenden, ni de lejos, “elevarse” a la categoría mencionada. Suponen sólo un entretenimiento, al menos, para el que los rubrica. Supongo que también para los que lo leen semanalmente. En esta ocasión he querido hacer del artículo de esta semana un particular collage.
Leyendo y oyendo las noticias del denominado caso Palma Arena, no puedo evitar evocar aquellos versos de Machado:
“A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago”.
Ángel Ossorio y Gallardo tal vez sea un personaje desconocido para la gran mayoría. Les aconsejo que lean sobre su persona. Fue un prestigioso político, miembro del Partido Conservador. Se declaraba “monárquico sin rey al servicio de la República”. Al acabar la guerra civil se exilió en Buenos Aires. Entre sus obras destaca “Vida y Sacrificio de Companys”.
Luís Companys fue presidente de Cataluña durante la República. De él, escribió Ossorio y Gallardo:
“Las balas acribillaron tu cuerpo pero tu pensamiento, tu sentimiento y tu gloria no hay balas que los acribillen. Pasarán los años y toda la piedra de Cataluña será poca para erigirte lápidas y estatuas”.
De la novela “La noche de los tiempos”, de Antonio Muñoz Molina, destacaría para que formara parte del presente collage, un pensamiento que el autor pone en boca del protagonista, en plena guerra civil:
“Sabemos por qué lucha el enemigo y por qué se sublevaron los militares, pero lo que no se acaba de saber todavía es por qué luchamos nosotros. Cada loco con su tema. Don Manuel Azaña quiere la Tercera República Francesa. Usted y yo y unos cuantos como nosotros nos conformaríamos con una república socialdemócrata como la de Weimar. Pero nuestro correligionario y ahora Presidente del Gobierno dice que quiere una Unión de Repúblicas Soviéticas Ibéricas, y don Luís Companys una república catalana; y los anarquistas se olvidan de que estamos en guerra y tenemos enfrente a un enemigo sanguinario para experimentar en todo este desbarajuste con la abolición del Estado”.
Cuando leo en los periódicos algunas declaraciones sorprendentes con fuerte aroma a medieval, recuerdo las palabras de José Luís Sampedro. Oír al prestigioso octogenario es siempre un placer:
“Las sociedades que no progresan, las sociedades más primitivas, no suelen deshacerse solas. Otras culturas las derrotan y las fagocitan. El capitalismo es una forma viva y se deshace. La Iglesia se ha quedado en el siglo XVI; la Economía, en el siglo XVIII, y la Política, en el siglo XIX. Lo único que avanza es la Ciencia.”
En estos momentos de crisis que estamos viviendo, y padeciendo en todo su rigor muchos de los que nos rodean, mi collage reclama las palabras de la hermana Nazaret, protagonista de “Las afueras de Dios”, novela de Antonio Gala:
“Hay un justo escándalo en muchas almas cristianas: ¿cómo puede tolerarse que un tercio de la humanidad muera de hambre? ¿Qué cristianismo es éste? ¿Cómo pedir, con qué cara, cada día, el pan nuestro, teniéndolo en la mano?”
De don Manuel Azaña se pueden extraer muchas ideas, y no todas relativas a la Política. En estos tiempos que corren, donde parece prevalecer la incultura y la sin razón, los valores meramente materiales por encima de los cívicos, éticos y morales, podría encajar en este conglomerado:
“Lo que importa es tener razón, y después de tener razón, importa casi tanto saber defenderla; porque sería triste cosa que, teniendo razón, pareciese como si la hubiésemos perdido a fuerza de palabras locas y de hechos reprobables”.
Con la crisis económica, parte del personal se vuelve localista e intransigente con el inmigrante. Ya sobran los que hasta ayer vinieron a cubrir esos puestos de trabajo que los españoles desdeñábamos hace tan sólo unos años. A nuestro collage las palabras de Luís García Montero:
“Lo verdaderamente desolador del nazismo fue que nació de nosotros mismos, en el interior más sublime y en la poesía de nuestra cultura, en el corazón de Alemania, de la música clásica y el Estado liberal, haciendo imposible desde entonces la comodidad de pensar que la barbarie siempre llega desde fuera”.
Preocupa en algunos círculos, a mi me preocupa, que con la llegada del PP al Gobierno de la Nación, la Ley para la Recuperación de la Memoria Histórica quede en un suspense. Al respecto, tengo que “pegar” la idea que Manuel Vázquez Montalbán escribió en una de sus últimas obras:
“No olvidemos que el franquismo ganó la Guerra Civil, ganó la posguerra civil y todo indica que ha ganado la segunda transición y los franquistas, día a día, van siendo más conscientes de que en el siglo XXI aún puede irles mucho mejor”.
Como este conjunto amorfo parece estar teñido de tintes políticos en muchos fragmentos, no en todos, mejor acabar, aunque repitamos autor, situando en él otro tipo de mensajes:
“¿Qué es el amor sino ese extraño e invisible hecho de que dos personas, de improviso, se separen un poco, se miren hasta lo más hondo, y comprendan que les va a ser imposible, de ahora en adelante, vivir la una sin la otra?”
Salud.
ANTONIO FRANCO GARCIA












El zorro | Domingo, 15 de Enero de 2012 a las 19:28:18 horas
Puedes ser ameno escribiendo, pero, al mismo tiempo te empeñas en ser una tortura malaya para la paz de espíritu. A ver cuando dejas, como gota contínua de agua, de tratar de horadar las mentes de tus lectores con la guerra civil, revanchas histéricas y repúblicas pasadas. La guerra terminó hace 73 años, tu tocayo de apellido murió hace 36...¡ya está bien, hombre!, ¿o no?
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