Al final de la mañana de hoy, un grupo de profesionales sanitarios se ha concentrado a las puertas del centro de salud de Rota para mostrar su condena y repulsa ante cualquier agresión violenta en la sanidad pública, pero en especial, contra la que sufrió su compañero celador el pasado viernes.

Como marca el protocolo Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, desde el Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de la Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias de la Junta de Andalucía, se ha procedido a la lectura de una declaración institucional contra cualquier agresión en el ámbito de la sanidad y han mostrado su apoyo al compañero que mientras desempeñaba su función en  el Servicio de Atención al Ciudadano en la unidad de administración, fue agredido "de forma violenta".

Según cuentan a este medio, en una conversación en la que el usuario se mostró nervioso pidiendo ver a su médico y posteriormente, el Libro y Hoja de Reclamaciones que pretendía llevarse fuera de la sala -algo no permitido-, fue cuando de una patada empujó la mesa desde la que estaba siendo atendido, cayendo la impresora al suelo, provocando daños en la mampara protectora, en el monitor del ordenador y golpeando el brazo del trabajador que atinó a levantarse antes de sufrir algún daño.

El usuario fue detenido y puesto a disposición judicial por parte de la Policía Nacional que, ante tales hechos tuvo que intervenir.

La concentración de esta mañana viene a mostrar "nuestra condena más enérgica, nuestra absoluta repulsa y rechazo a todo tipo de actitudes violentas en la sanidad pública". Ha sido Teresa Rodríguez, en representación del  Área de Gestión Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz, la que ha dado lectura a esta declaración que defiende el derecho a la atención sanitaria en un ambiente seguro y tranquilo, sin violencia, rechazando cualquier acto que atente contra los profesionales sanitarios y la confianza de los ciudadanos en la sanidad pública.

De igual forma, hoiy han reivindicado que cualquier agresión física o verbal, insultos o abusos deben ser erradicados de los centros sanitarios apostando por concienciar a la sociedad sobre el daño que provocan situaciones de este tipo, reconociendo que ambas partes tienen que hacer valer sus derechos desde el respeto mutuo y en un ambiente de cordialidad y confianza. "Es esencial que vayamos de la mano para promover una conciencia social positiva de los servicios sanitarios como bien público, que con mucho trabajo y esfuerzo, hemos construido a lo largo de estos años. Debemos cuidar este bien común y, especialmente, a sus profesionales que son el alma de nuestra sanidad", concluía con un aplauso en solidaridad con el compañero.