Aunque se hizo esperar con respecto a la hora anunciada de inicio, la esquina de la calle Isaac Peral y Castelar se llenó de público con la zambomba nazarena que organizó la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la tarde noche del sábado.

El festivo por el Día de la Constitución sacó a mucho público a la calle desde mediodía con las comidas de empresa y amigos por Navidad, y por la tarde, las zambombas en bares y entidades fueron los principales atractivos. Una de ellas, fue esta zambomba del Nazareno que se celebró al estilo más tradicional, sentando a los asistentes en torno a una candela, con zambomba en mano, algunas guitarras, panderetas, botellas de anís y entonando los cantes tradicionales de estas fechas y villancicos más que conocidos. La idea era, como todos los años, involucrar al público y que todos cantaran a la vez para pasar un buen rato, incluidos los espontáneos que quisieran arrancarse en solitario, aunque la voz cantante la llevaban un buen grupo de roteños que ya son conocidos por su participación activa en mantener el espíritu más tradicional de las zambombas navideñas.

Mientras el cante estaba en la esquina de Castelar, en Isaac Peral, desde la barra de bar, la hermandad vendía bebidas y comidas con precios populares, propiciando que este rincón fuera un punto de encuentro para muchos ciudadanos, no solo vecinos de Rota sino visitantes. 

Minutos antes del comienzo, en el interior de la casa de hermandad, el director espiritual Santiago Gassín, procedía a la bendición del belén instalado por esta cofradía, que podrá ser visitado todos los días y que es una obra de arte, como otros tantos que también ayer abrieron sus puertas y que mantienen la tradición del nacimiento con todo lujo de detalles. Un trabajo artesanal digno de admirar.

El hermano mayor del Nazareno, Antonio Barba, agradeció al cura párroco su presencia para bendecir el belén, y este destacó la importancia de recrear el mensaje del nacimiento de  Jesús de una forma tan cuidada. 

Este año, el belén presenta una peculiar forma en la que hay que asomarse por huecos y ventanas para ver su interior, lleno de detalles.