Memphis no levanta cabeza en una racha que ya preocupa
La situación que atraviesan los Memphis Grizzlies empieza a ser difícil de digerir incluso para los más optimistas. Pese a tener un proyecto ambicioso, con jugadores de enorme talento como Santi Aldama o Ja Morant, el equipo está atravesando un bache que parece no tener fin. Las derrotas se acumulan, no hay buenas sensaciones en pista, la presión va en aumento y las cuotas NBA no van a su favor. Todo esto invita a mirar con lupa qué está fallando y cómo afecta tanto al rendimiento colectivo como al del propio Aldama.
Una racha preocupante
El panorama no es nada alentador. Memphis ha perdido nueve de los últimos diez encuentros, una dinámica que retrata a un equipo sin chispa y con dificultades para competir hasta el final. En el partido ante San Antonio, por ejemplo, llegaron a los 101 puntos, pero cayeron igualmente sin dar sensación de poder remontar en ningún tramo.
Así que, los aficionados que hacen apuestas baloncesto en Betfair valoran con cautela el estado del equipo, ya que una racha tan mala siempre acaba teniendo impacto en cómo se interpreta su potencial a corto plazo.
Desempeño de Santi Aldama con luces y sombras
En medio de todo este caos, Santi Aldama intenta mantenerse a flote. Frente a los Spurs aportó 10 puntos, una cifra que, aunque correcta, no bastó para cambiar el rumbo del encuentro. Aun así, suma ya nueve partidos seguidos anotando en dobles dígitos, una muestra de que está encontrando continuidad incluso cuando el equipo no acompaña.
El problema es que su buen hacer no se traduce en victorias. Esto deja en el aire la pregunta de si está Aldama teniendo el rol adecuado o su impacto queda diluido porque la estructura del equipo ahora mismo no termina de funcionar. Sea como sea, la realidad es que el español está respondiendo, pese a la inestabilidad en la rotación y los cambios continuos dentro del esquema del entrenador.
Factores estructurales del rendimiento colectivo
Inconsistencia en el lanzamiento
Uno de los grandes problemas está en el tiro. Memphis se quedó en un 40 % en tiros de campo y apenas un 30 % en triples ante San Antonio. Así es complicado sacar partidos adelante, porque no hay manera de sostener un ritmo ofensivo fiable.
Rebotes ofensivos sí, acierto no
Llama la atención que el equipo capturase 21 rebotes ofensivos, una cifra elevada, pero que luego apenas pudiera convertir ese esfuerzo en puntos. Generan segundas oportunidades, sí, pero no las transforman. Esa desconexión es uno de los síntomas más claros de que algo no encaja.
Liderazgo y estabilidad táctica
La situación tampoco ayuda a nivel de vestuario. La reciente sanción de Ja Morant, sumada a las dudas que empiezan a rodear al técnico Tuomas Iisalo por el mal inicio, no hacen sino añadir ruido.
Impacto en el calendario y situación en la conferencia
El calendario tampoco está dando respiro. Con un balance de 4 victorias y 11 derrotas a mediados de noviembre, los Grizzlies han caído hasta la 12.ª posición del Oeste. Los rivales se escapan, la zona de play-in se aleja y cada partido empieza a ser como una final, lo que mete una tensión que no siempre favorece a un grupo todavía en construcción.
¿Qué se puede rescatar y hacia dónde mirar?
A pesar de todo, hay pequeños brotes verdes. El rendimiento individual de Aldama y de otros jugadores que están mostrando compromiso demuestra que hay talento para reconducir la situación. El dominio en el rebote ofensivo es otro indicador alentador. El equipo pelea, y esa actitud es un punto de partida valioso.


































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