Para millones de aficionados de todo el mundo que siguen el Masters de Augusta, este torneo no es solo golf, sino el colmo de la emoción y la concentración. Los aficionados no solo buscan un juego emocionante, sino también beneficiosos apuestas combinadas y estrategias para ganar más en 1xBet Uruguay y añadir emoción al espectáculo. Sin embargo, en 2016, en el hoyo 12 del «Golden Bell», toda la intriga se convirtió en una de las catástrofes más dramáticas de la historia del golf. El protagonista, Jordan Spieth, pasó de ser el líder indiscutible a convertirse en el símbolo de un sueño frustrado.

Cinco golpes en el «Rincón de Amín»

Domingo, 10 de abril de 2016. Jordan Spieth, de 22 años, actual campeón del Masters (ganó el torneo en 2015, igualando el récord de Tiger Woods con un resultado de -18), lideraba con confianza. Después de nueve hoyos de la ronda final, tenía cinco golpes de ventaja sobre sus perseguidores más cercanos. Todo apuntaba a que se convertiría en el jugador más joven de la historia en ganar este «major» dos veces consecutivas.

Los problemas comenzaron en los hoyos 10 y 11, donde Spieth cometió un bogey (perdió 2 golpes). Pero el verdadero y desgarrador colapso se produjo en el hoyo 12, un par 3 que forma parte del famoso «rincón de Amin».

La fatídica 12ª: cuádruple bogey

La tensión entre los espectadores que seguían el «Rincón de Amin» estaba al límite, ya que este hoyo suele traer consigo momentos dramáticos. Las apuestas por la victoria de Spit eran mínimas en ese momento, y muchos de los que apostaban apuestas combinadas y utilizó estrategias para ganar más en 1xBet Uruguay, ya sentían el aroma del dinero fácil. El hoyo 12, con su green estrecho y el traicionero viento sobre el arroyo Ray, es conocido como «el devorador de esperanzas». Spieth, al acercarse al tee, aún conservaba el liderazgo con una ventaja de un golpe. Sin embargo, los siguientes cinco minutos borraron todo su dominio:

1. El primer golpe con el tee fue demasiado débil y, sin llegar al green, rodó hasta el arroyo Ray.
2. Spieth tomó un golpe de penalización y realizó un lanzamiento desde la zona de drop. Su tercer golpe, realizado con un wedge, fue terriblemente «desviado»: golpeó con fuerza el suelo delante de la bola y esta volvió a caer al arroyo, cayendo por segunda vez al agua.
3. Spieth dirigió el cuarto golpe hacia el bunker trasero.
4. El quinto golpe desde el bunker lo lanzó a tres pies del hoyo.
5. El sexto golpe lo hizo rodar.
6. Resultado: cuádruple bogey (7 golpes).

El «chaqueta verde», el premio principal del Masters, fue para el inglés Danny Willett, que terminó la ronda con una excelente puntuación de 67 (-5) y un resultado final de -5. La lección para Spieth fue dura: en el golf, ningún liderazgo está garantizado hasta el último golpe.