Los errores de detección por los diagnósticos tardíos de las pruebas del cáncer de  mama han puesto al descubierto las deficiencias de la Salud Pública Andaluza. Y son muchas, para desgracia nuestra. Las listas de espera son desesperantes, sobre todo para aquellas personas que padecen una enfermedad que no pueden estar tanto tiempo sin ser atendidas.

Los partidos políticos, cuándo gobiernan, no suelen entonar el mea culpa cuándo se destapan errores y deficiencias en sus gestiones. Son los de la oposición los que les exigen la asunción de responsabilidades políticas. Reclamaciones estas que no suelen llegar a ningún puerto. Véase la gestión de las consecuencias de la  DANA que sufrió  Valencia el año pasado. Ahí está el Presidente valenciano asido al sillón y echando balones fuera con el respaldo de sus compañeros del partido. Y eso que los valencianos le han exigido la dimisión por activa y por pasiva.

En el caso de los cribados de cáncer de mama asociaciones contra el cáncer, las afectadas y sus familiares, la ciudadanía en general...han exigido responsabilidades y respuestas y, sobre todo, soluciones.
Ha sido este mensaje de “culpa tua” el que ha provocado que el Presidente de la Junta no haya tenido más remedio que asumir la nefasta gestión en los cribados.

La primera medida que ha tomado ha sido “invitar” a que su Consejera de Salud, Rocío Hernández, presente la dimisión. Por razones prácticas. No resulta rentable desde el punto electoral mantener en el cargo a esa señora. Sobre todo, tras los comentarios vertidos por ella misma tras el descubrimiento de los errores en el cribado.
Para cerrar esta crisis, el Presidente andaluz ha centrado el problema en la Consejera.

La verdad es que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía había hecho oídos sordos a las peticiones que la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama le venia haciendo desde hacía más de tres años. Y ya ha pasado algún que otro cargo del Partido Popular andaluz por esta Consejería. La advertencia venía, pues, de lejos.

La siguiente medida que ha proclamado el Presidente de la Junta es el incremento de la inversión en Sanidad. ¡Ahora sí! Hay que esperar a que los problemas aparezcan para incrementar la plantilla de profesionales médicos. Cuándo es la ciudadanía la que se ha pronunciado por estos errores que cuestan vidas, el Gobierno de la Junta no puede mirar para otro lado. Sobre todo porque no es sólo la oposición quién denuncia la falta de inversión que ha ido deteriorando el sistema público sanitario, sino que, repito,  ha sido la ciudadanía.

La primera respuesta fue la de desdeñar el problema explicando desde la Consejería de Salud que se trataban de cuatro o cinco casos puntuales. Cuando se ha detectado que son dos mil las mujeres afectadas, no han tenido respuesta y han tenido que tapar la crisis con esas medidas. Se teme que sean más casos y no sólo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, Centro dónde se detectaron las anomalías.   

Algunos pensarán que al menos han entonado el mea culpa, algo que no suele ocurrir como he escrito más arriba. Las razones son los casos detectados. Estos no se pueden tapar.

Se puede engañar a los ciudadanos con el arreglo de esa carretera peligrosa dónde se producen miles de accidentes cada año; se puede torear al personal con la falta de Viviendas prometiendo que el Parque de estas se ampliará en poco tiempo (la Vivienda Pública es competencia de las comunidades autónomas, no lo olvidemos); se puede hacer filigranas lingüísticas para cerrar colegios públicos y favorecer los concertados...Pero, ¡ay La Salud Pública! Con esta no se juega. Al menos, no se debe. Aunque, a la vista está, lo hacen.