Elogio del terraplanismo
¿Tenía pluma Cervantes? (pluma, pluma gay)
por Balsa Cirrito
Quizás una de las frases que he repetido más veces durante mis clases de literatura en el instituto es la de que resultaba vergonzoso que en España no hubiéramos realizado al menos una película sobre los años de cautiverio de Cervantes en Argel, repletos de aventuras y de lances inverosímiles. Alejandro Amenábar lo ha hecho en El cautivo, y muchos se le han echado al cuello por haber dado a entender que Cervantes pudo sufrir durante su cautiverio algunos ataques por la retaguardia sexual.
En realidad, lo que me sorprende es que sorprenda. Si me han leído con anterioridad sabrán que soy poco amigo del mensaje alucinógeno que suelen proclamar los grupos LGTBI, que defienden que todo el mundo es un poco parguela o, al menos, bisexual, transexual en potencia, pero en el caso de Cervantes yo diría que las sospechas de cierta mariconidad están bastante justificadas.
Y no se trata de algo que haya inventado Amenábar, sino una posibilidad sobre la que se lleva especulando bastante tiempo. El cautiverio de Cervantes en Argel fue atroz, y el escritor se intentó fugar hasta cuatro veces, siendo capturado siempre, unas por traición, otras por mala suerte, y otras porque el plan de escape era una mierda de plan. El Bey de Argel, que era un tipo extremadamente cruel y con mucha mala leche, tuvo una marcada debilidad por el autor de El Quijote. A cualquier otro que hubiera hecho las cosas que hizo nuestro Mikel lo hubiera mandado descuartizar varias veces, y luego habría dado los trocitos a sus perros para que se alimentaran de él, que eran unos perros muy delicados y solo se alimentaban de prisioneros de la mejor calidad. Pero con Cervantes nada, azotitos en el trasero por ser un niño malo, muy malo. Esta circunstancia ha hecho que desde hace tiempo se haya especulado sobre si al Bey le gustaban las ostras o los caracoles.
Pero no es el único indicio acerca de la ambigüedad sexual de Cervi. Con 22 años Cervantes picó billete fuera de España por haberle asestado una buena estocada en un duelo a un tal Antonio de Segura, dando con su cuerpo en Italia. Y en Italia Miquel de Cervantes entró al servicio del cardenal Giulio Acquaviva. Pero se da la circunstancia de que el dicho cardenal tenía fama de ser aficionado a según qué cosas, y mantenía a su alrededor una corte de jóvenes bien plantados como según parece era Cervi. Este hecho tan significativo sumado al anterior ha hecho correr (dicho sea sin segundas) bastante tinta.
Aunque personalmente entiendo que el dato más chachi acerca del asunto se encuentra en la última novela de Cervi, Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Nunca he visto que se mencione lo que digo a continuación, y sospecho que la razón es que no somos demasiados los que hemos leído la obra, pese a que se trate de un libro sumamente entretenido. Y tanto, porque pertenece al género llamado Novela bizantina, que equivale a nuestras novelas de aventuras actuales, y está llena de secuestros, abordajes, peleas, desafíos, situaciones inverosímiles y amores desatados. Pero buena parte de la obra nos suena a los lectores actuales a algo parecido a un festival LGTBI, exagerado incluso para que lo contara una película de Pedro Almodóvar.
La parte central del argumento es que Periandro, o sea, Persiles, va en busca de su amada, Auristela, es decir, Segismunda, y para ello se embarcan en algún lugar muy al norte. Pero como van de incógnito, Periandro se disfraza de mujer y Auristela de hombre…
Un momento, se me eriza el cabello porque escribiendo este artículo acabo de darme cuenta de algo que justificaría todo lo que he dicho y todo lo que voy a decir. No es coña, es un descubrimiento literario que acabo de hacer. Y es que mientras que el nombre de Auristela viene a significar “estrella de oro”, palabras que no nos revelan gran cosa, el de Periandro, según sus étimos griegos, quiere decir algo así como: “los alrededores de un hombre”, es decir, como si se quisiera insinuar que el tipo no era un hombre cabal, sino que se encontraba “en las afueras”. La otra acera que diríamos hoy día. Podemos pensar que Cervantes nos decía que su personaje era tirando a ambiguo.
Y sigo con lo de antes después del descubrimiento. Periandro va en un barco disfrazado de tía, y como es tan guapo, los marineros ardientes, creyendo que es mujer, le tiran los tejos con esa falta de sutileza tan común en los marineros. Se producen entonces escenas que, al menos a nuestros ojos, parecen un combate de drag queens en la isla de Santorini, escenas sumamente reveladoras, escenas que juegan de forma descarada con la ambivalencia sexual. Por otro lado, a Auristela le pasa algo parecido, aunque menos exagerado. Vestida de tío es tan guapo/a que todas las mujeres que van en su barco se enamoran de ella/él y le declaran su amor, algo dicho sea de paso, bastante en contra de los usos amorosos de la época si efectivamente se tratara de una relación hombre-mujer.
No quiero extenderme mucho más, aunque podríamos contar cosas divertidas acerca de la costumbre frecuentísima en el teatro de la época de hacer aparecer a mujeres vestidas de varón, que era algo que ponía como becerros a los espectadores masculinos de los corrales de comedias, aunque por razones diferentes a las que venimos apuntando.
¿Era gay Cervantes? Pues no creo, al menos a tiempo completo, pero me parece muy evidente que sentía cierto tipo de atracción por el amor homosexual, y resulta como poco probable que lo practicara alguna vez. Quienes lo niegan aducen como argumento que no hay ninguna prueba documental de que Cervantes perdiera aceite. ¡Nos ha fastidiado! Las leyes de la época castigaban con la hoguera (y no solo en España) la sodomía, tanto la homosexual como la heterosexual; difícilmente iba a dejar nadie documentos que certificaran cierta afición a esta clase de amores. En todo caso, lo que importa, al menos a mí, es que Cervantes se encuentre bajo los focos, y pudiera ser, aunque no es seguro, que alguien, en un arranque de heroísmo antiInstagram y anti Tik Tok se decidiera a leer alguna de sus obras. Eso sí que sería la leche.



































A roteña, que pone @ pero es una Charo al 100% | Viernes, 26 de Septiembre de 2025 a las 11:31:49 horas
Tan aburrido no será el repertorio, cuando no te pierdes ni un artículo, no? jajaj
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