Que no hay Justicia Divina está sobradamente demostrado. Pero que no se aplique la Justicia Internacional al gobierno de Netanyahu eso sí que no tiene explicación.

Que los países de la Unión Europea no sean capaces de llegar a acuerdos para tomar medidas contra el genocidio que el gobierno israelí está llevando a cabo en la franja palestina de Gaza, dice mucho de que los intereses económicos-estratégicos están por encima de la condena explícita.

Me pregunto qué hemos aprendido de lo ocurrido hace ochenta años cuándo los nazis se dedicaron al exterminio sistemático de judíos. ¿Qué lección extrae la Vieja y Democrática Europa de aquel Holocausto?

Los crímenes cometidos por el grupo terrorista Hamás no pueden justificar el genocidio contra el Pueblo Palestino.

Periodo difícil y complicado al que estamos asistiendo.

Por un lado, el gobierno norteamericano de Donald Trump ha exigido a la UE que le compren armamento si quieren mantener los aranceles a los productos europeos en el tope “negociado” del 15%.

Por otra parte, exige que los países pertenecientes a la OTAN dediquen un 5% de su PIB al rearme de la asociación militar. El Gobierno andaluz, con buen criterio, ha puesto el grito en el cielo porque teme que un mayor gasto en Defensa reste fondos a la Política Agraria Comunitaria. Aunque por otro lado, el PP a nivel nacional no entra en polémicas, ni en detalles. No se decanta. No sé VOX qué pensará al respecto. O dinero para el campo o dinero para armas.

Al Presidente norteamericano le gusta emular a un dios terrenal, todopoderoso, que está por encima del Bien y del Mal. Y los demás: ¡chitón! El que se mueva no sale en la foto y le sube los aranceles sin criterios económicos alguno un 50% como ha hecho con Brasil.

La histórica alianza de Estados Unidos con Israel permite actuar impunemente a este contra los palestinos. Los demás países parecen no querer molestar al amigo de Trump. Critican tímidamente las acciones que está llevando a cabo. No se ponen de acuerdo para decretar sanciones contra el genocidio. Poderosos intereses.

No actúan con tanta tibieza contra otros países dónde no se respetan los Derechos Humanos. A ningún gobierno europeo le tiembla el pulso para sancionar con restricciones económicas a Cuba o a Venezuela. Tampoco se respetan los Derechos Humanos en Marruecos o en China, por ejemplo, y tampoco toman medidas al respecto.

Periodo difícil y complicado al que estamos asistiendo, vuelvo a repetir.

En estos casos sólo queda acogerse a la esperanza machadiana: “Todo pasa y todo queda; nada es eterno...”

“Quién no se consuela es porque no quiere”, nos recuerda el refranero.