Es sabido (y tristemente comprobado) que a un porcentaje del personal le falta un hervor. Para más inri, se une ahora la aplicación de la Inteligencia Artificial que permite manipular audios y vídeos con las voces distorsionadas. De este modo, el raciocinio de estos lumbreras no alcanzará nunca un punto óptimo de ebullición, en el sentido de que no intentarán nunca saber distinguir entre realidad y ficción.

Con esto de la IA, la situación se complica. Si leer más de dos párrafos seguidos se convierte para estos “dotados” en un acto aburrido, ya no digo interpretarlos. Creo que el concepto de analfabeto habría que ampliarlo. No se sale del círculo del analfabetismo con sólo conocer las letras del abecedario, debe tenerse un mínimo de comprensión lectora.

Fíjense lo fácil que resulta inventarse un bulo, dejarlo caer entre el personal canalla y provocar que se desplace ruin y veloz. Un sencillo ejemplo: si admito de forma convincente que por haber sido concejal durante el gobierno municipal me corresponde una paga vitalicia (no muy alta para que sea creíble), de digamos 500 € mensuales, los “enteraos” se lo creerán. Ni siquiera se tomarán la molestia de consultar si la afirmación que acabo de exponer es verdadera o falsa.

Si se sube a la plataforma Youtube un vídeo de un extranjero diciendo que a todo migrante que llega a España le asignan una paga, entonces ya la credibilidad es absoluta. Los “enteraos” no van a indagar (tal vez porque no sepan, tal vez porque no quieran). Todo lo contrario, van a afirmar que lo que han visto en el vídeo en cuestión es una verdad tan grande como la Catedral de Alicante. Por cierto, Alicante no tiene catedral.

La IA permite con la aplicación de la voz distorsionada que Ana Botella hable inglés, sin necesidad de enredarse en los placeres de tomar un café en cualquier terraza de Madrid, con un perfecto acento británico, por ejemplo. También que la diputada del PP, Noelia Núñez, que se ha atribuido títulos universitarios que no posee, pueda impartir una conferencia por internet sobre cualquier tema que se le antoje.

Hay que tener cuidado ya no sólo sobre lo que se lea o se vea, sino también con lo que se escucha. La Inteligencia Artificial mal interpretada puede provocar que los memos lleguen a alcanzar un número tan alto que empiece a preocupar.

Deberíamos actuar cartesianamente, de manera metódica y racional en todas los mensajes que nos lleguen. Y aunque nos la puedan dar con queso, siempre podemos intentar que no sea así con tal de contrastar las informaciones.

El escritor roteño Juan Antonio González en su obra “Noviembre desordenado”, escribe: “con el panorama que tenemos en la Tierra, pensar que los extraterrestres quieren venir es puro egocentrismo planetario”. Me imagino que al escribirlo no sólo pensaba en los conflictos armados, los genocidios,  las hambrunas, las corruptelas... Supongo que la expresión hará referencia también a la necedad del pensamiento de algún grupúsculo de los habitantes de este planeta nuestro.

En algún momento se lo preguntaré.