El Ayuntamiento de Rota ha manifestado su firme rechazo al despido del presidente del comité de empresa de Versar – Louis Berger, concesionaria del servicio en el aeropuerto de la Base Naval. Esta nueva actuación de la empresa, producida además en el contexto de un intento de reanudar las negociaciones del convenio colectivo, es interpretada por el gobierno municipal como un acto que agrava aún más un conflicto laboral que se prolonga desde hace casi ocho años.

Desde el Ayuntamiento se considera que esta medida representa un nuevo ataque a los derechos de los trabajadores y una muestra de la falta de voluntad por parte de la empresa para encontrar una salida negociada al conflicto. La situación afecta de forma directa a decenas de familias roteñas y supone "un desprecio reiterado hacia los valores que deben regir cualquier relación laboral justa y respetuosa, más aún en una instalación de carácter estratégico como la Base Naval".

El alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, junto al teniente de alcalde Daniel Manrique, mantuvo una reunión recientemente con los representantes de los trabajadores y tuvo la oportunidad de expresar personalmente su respaldo a la plantilla, trasladándoles el apoyo del Ayuntamiento en un momento especialmente delicado. En este sentido, el alcalde ha anunciado que se elevará de inmediato una queja formal al Gobierno de España y a las autoridades de la Base Naval, con el objetivo de reclamar medidas concretas que contribuyan a desbloquear la situación.

El gobierno municipal considera que, ante la gravedad de los hechos y la reiteración de prácticas que ponen en entredicho los derechos más básicos de los trabajadores, es necesario actuar con determinación. Asimismo, se está estudiando llevar este asunto al próximo pleno municipal para que la Corporación en su conjunto pueda pronunciarse sobre una situación "que no solo afecta al ámbito laboral, sino que interpela directamente a la dignidad y el respeto que merecen los ciudadanos de Rota".

Desde el Ayuntamiento se insiste en que no se puede permanecer impasible ante una sucesión de despidos, sanciones y tácticas que erosionan cualquier posibilidad de diálogo. El Consistorio se compromete a seguir de cerca la evolución del conflicto, manteniendo abiertas todas las vías de interlocución y apoyo institucional a la plantilla afectada.