Límites (por Luis Cabaneiro Santomé)
Detrás de mil conversaciones interceptadas constitutivas de delito se encuentran miles que no lo son, que son únicamente intimidades cuyas escuchas por terceros deben tener el aval de un juez convenientemente informado de que tras ellas podría esconderse un delincuente y que las autoriza para su evaluación personal para la cual se encuentra capacitado y por lo ,para que pasen a su custodia y no a la de una ciudadanía capacitada para comentarla pero no para sentenciarla.
En este país circulan hoy conversaciones que debieran estar protegidas por el secreto sumarial pero, sin embargo, se encuentran esparcidas indiscriminadamente por territorio nacional, tanto las relativas a corrupción como las relativas a alcoba.
Es evidente que cualquier sociedad podría ser librada de sus miserias y reconvertida en la más noble si cada uno de sus ciudadanos pudiera ver vulnerada su intimidad alegremente, pero también lo es que el precio a pagar sería excesivo pues la carencia de filtros que la protegieran le pondría de manifiesto la fragilidad de su intimidad y la desconfianza enfermiza sobre si detrás de sus conversaciones se encuentra a veces la seguridad y a veces la risa sobre comentarios banales que si trascienden el ámbito privado resultan ridículos. Incluso la dignidad nacional tiene un límite tras el cual es más sano no hurgar y continuar siendo menos digna pero más feliz.
Hermano Lobo | Martes, 08 de Julio de 2025 a las 11:04:03 horas
Cualquier opinión, se esté de acuerdo o no, es respetable.
La última frase se este escrito: " Incluso la dignidad nacional tiene un límite tras el cual es más sano no hurgar y continuar siendo menos digna pero más feliz.2, Me recordó instantáneamente al avestruz que, en peligro esconde la cabeza bajo la arena y se cree segura.
Saludos.
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