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Soy Laura López, pareja de Álvaro José Vigo Román, fallecido el pasado 22 de junio.

 
Hoy, mi mente estaba más tranquila, podía pensar con más claridad  y podía ver el verdadero sentido de las cosas.

 
Hoy, desperté con el Amor de haberlo hecho todo bien, lo que no sé si otras personas pueden decir lo mismo. 
Quien conocía a Álvaro, sabía que era la SONRISA ETERNA de la oficina de LA CAIXA. 

Trataba igual al que tenía 1 euro que al que tenía un pellizco gordo, a él le importaban las personas, no eran números, no eran productos, eran personas las cuales confiaban en él y él les ofrecería lo mejor para ellas.

 
Hoy me pregunto si él, era lo mismo para la empresa. 

Me consta que en ningún momento los jefes de arriba cerraron para que sus compañeros pudieran despedirse bien de él. 

Me consta que, funcionaron como cualquier día normal, sin respetar que su mejor trabajador, de un día para otro, perdió la vida.

 
Solo por respeto, señores de arriba de La Caixa, por respeto a él y su familia, esa oficina de La Caixa debería de haber cerrado, para que sus compañeros pudieran darle la despedida que él se merece.

 
No todo es dinero, no somos máquinas sin sentimientos.

 
Son personas que trabajan de cara a un público y que ustedes no pensaron en cómo se sentirían.

 
Solo lo dejo para que reflexionen y también para yo sentirme libre de decir todo lo que pienso.

Como siempre decíamos, con respeto, todo se puede decir. 

Te amo Álvaro.

Laura López Martínez