Ahora sí  que el PSOE tiene un grave problema, lo corrobora el que la Iglesia ha recibido la inspiración que la avala para posicionarse sobre la orientación política que más conviene al alma de la patria y ha tomado cartas para solucionar este desaguisado.

Comencemos pues por ponernos todos al día, laicos y eclesiásticos, y saque la justicia eclesiástica de los conventos más perdidos del planeta a los miembros de la Iglesia que pasean por sus jardines sus despistes sexuales  y acérquelos a las cárceles más duras donde la cumplen los más degenerados violadores del planeta, aquellos a los que en prisión les leen convenientemente los derechos que la justicia obvió leerles en el juzgado, es decir, ya que opina la Iglesia de política, opine pues la política de religión comenzando por abolir todos los aforamientos, tanto religiosos como políticos, ya que aceptar regirse por las mismas leyes  sería un paso importante para  comenzar a ser todos portadores de los mismos derechos y deberes.

Hasta este momento, señor Sánchez, había usted librado crueles batallas con aguerridos guerreros, de derechas, okupas, incluso con eminentes políticos venidos a virachaquetas pero... ay! presidente, dese usted por jodido pues con la Iglesia ha topado.

Luis Cabaneiro Santomé